Valdefuentes de Sangusín- Monleón. Ecos del romancero.

Iniciamos el recorrido en el cruce de la carretera DSA-241 con la cañada Soriana Occidental, que recorreremos durante sólo 800 metros, para continuar después por pistas ciclables hasta el km. 7, cuando llegaremos al puente de Rando sobre el rio Alagón, -datado en el S. XVII- de magnífica traza pero que necesita la urgente reparación de su tímpano norte y de la capa de rodadura en este lado. El lugar bien merece una parada.
Desde aquí iniciaremos una subida ya más trialera hasta entroncar con el camino de El Tornadizo a Los Santos, que seguiremos por nuestra derecha durante apenas un centenar de metros para enseguida tomar nueva desviación a la izquierda en sendero cada vez más estrecho que nos conducirá nuevamente hasta el mismo río, ahora aguas arriba. Cruzaremos el cauce, si no viene muy crecido, por unas irregulares piedras pasaderas y poco después alcanzaremos el entorno de las Hoyas de la Sapa y el Monte Alcaide; lugares ambos de indudable interés arqueológico (restos de poblado altomedieval, tumbas antropomórficas, lagares excavados en granito...). La llegada a Monleón nos regalará la magnífica vista de su castillo (S. XV) y su recinto amurallado. Podremos recordar aquí el romancero y los acordes de la tragedia taurina conservada en el acervo popular y recogida en el cancionero de Dámaso Ledesma:
"Los mozos de Monleón
se fueron a arar temprano
para ir a la corrida
y remudar con despacio..."
Volvemos a los pedales y llegaremos a Casas de Monleón. Desde aquí, km. 20 del recorrido y hasta el 25, el itinerario NO es recomendable por su escasa continuidad (el camino se pierde, es preciso sortear diversos arroyos, cruce de fincas cerradas con alambre de espino...) Una vez recuperado nuevamente la pista de El Tornadizo a Los Santos, los kilómetros finales no revisten más dificultad que la derivada de su sinuosa topografía.