Valladolid-Simancas-Robladillo. Ruta de los vértices geodésicos

Ruta sin complicaciones técnicas por los cerros que rodean la zona de Simancas. En prácticamente todo momento se va por camino ancho, y en un par de ocasiones, saldremos a carretera brevemente.

Partiendo de la zona de Parque Alameda, vamos hacia el Pinar de Antequera, y posteriormente, atravesamos el Puente de Simancas. Aquí ascendemos hasta la parte alta, donde atravesaremos la carretera por un paso subterráneo. La senda que tomamos es muy ancha y sin ninguna dificultad. Ya en las proximidades del primer vértice, tendremos que tomar una senda a la derecha con bastante desnivel, aunque en plato pequeño se hace bien. Es corto pero intenso. Arriba tendremos unas rectas que nos llevan al vértice de Giguñuela. Se trata de un vértice con una gran peana. La verdad es que da incluso un poco de vértigo subir a él, así que hay que hacerlo con un poco de cuidado. Desde aquí tendremos unas bonitas vistas de los campos que dan a la zona de Arroyo.

Tras visitar este vértice, tomaremos un pequeño tramo de la VP-5805, para al poco, girar a la derecha y volver a tomar camino de tierra. Desde aquí hasta Robladillo seguiremos sin mayor problema. La llegada a este pueblo se hace tras fuerte y muy divertida bajada. Atravesaremos el pueblo y casi nada más salir de él por carretera, tendremos que tomar una senda a la izquierda. Poco a poco, irá picando el terreno "p'arriba", pero sin mucho desnivel. Así llegamos al segundo vértice: La Loba. También con peana, pero menos elevada. Las vistas serán menos generosas que el primero. Al poco, retomamos y tenemos otro fuerte descenso, para inmediatamente, alcanzar carretera pero a unos pocos metros nos desviaremos a la derecha por una minisenda no muy marcada, pero perfectamente transitable. Al poco se va haciendo más evidente, y también más pindia. De aquí, llegamos a la zona de Los Hundidos, y luego alcanzamos el Camino del Páramo, el cual seguimos hacia la derecha hasta alcanzar el último vértice. Éste es el único que no tiene camino para llegar a él. Está en medio de un campo con hierbas altas, como a 100 mts del camino. Yo llegué con él en parte atravesando con la bici el campo donde la hierba era baja, y luego ya desmontado donde la hierba me llegaba más allá de la cintura. Vamos, que si no se tiene mucho interés, se puede pasar de verlo, ya que lo cierto es que tampoco presenta vistas dignas de mención.

Finalmente, desandamos el camino y ya solo nos queda una última bajada hasta Simancas. La vuelta la haremos por la cómoda senda que hay paralela a la autovía y que acaba dando en La Flecha. Y de ahí, vuelta a casa.