Valle de Serrablo. Gésera-Lasaosa-Dolmen de Ibirque. 20-JUN-2021

Ruta de dos partes bien distintas: la primera, tras la senda inicial, es un largo ascenso por pistas y asfalto; la segunda es un inolvidable sendero de bajada, estrecho y pedregoso, para endureros confirmados. Pueblos de pocos habitantes, sierras con vegetación espesa, pozas de agua limpia y un dolmen completan el ameno recorrido.
Salimos del pequeño pueblo de Gésera por un sendero marcado con los indicadores de la comarca "altogallegobtt". Al principio la senda, muy vestida, baja unos metros para subir a continuación por pedregales y losas de piedra alternando con terrenos más herbosos, siempre con alguna dificultad. Tras llegar al caserío de San Esteban de Guarga, 1,7 km desde Gésera, tomamos una pista que ya no abandonaremos en 8 km. La pista está asfaltada y sin tráfico, para ir subiendo sin desmayos ni grandes pendientes hacia las sierras de Belarre y Aineto, siguiendo dirección Sur. Llegamos así al Collado de Sierrahún y dejamos la pista asfaltada por un desvío a la derecha, Oeste, con indicaciones al Dolmen de Ibirque. A menos de 1 km desde el desvío aparece en un pequeño promontorio el monumento, uno de los mejores conservados de la comarca del Alto Gállego. El entorno en donde se encuentra es muy sugerente.
Volvemos al camino, ahora una pista de tierra muy adecuada, para continuar el ascenso por lo alto de la sierra hasta llegar a un punto en el que hay que subir empujando la bici por un sendero más abrupto que ni los eléctricos pueden resolver sin poner pie en tierra. Es un tramo corto, unos 300 m, pero muy potente.
Una vez en lo más alto, en el bosque de pinos, comienza uno de los descensos más atómicos de la zona. Son menos de 5 km bajando zonas de pendiente muy asumible, sendero estrecho y pedregoso con tramos en los que se va flotando de piedra en piedra poniendo a prueba las suspensiones a través de escalones practicables, raíces protuberantes y algunos surcos profundos en los que es conveniente la máxima precaución. El conjunto es de los más entretenidos de la comarca y sigue, cerca del pueblo, por unas pozas en las que humanos y perros disfrutan tras la bajada veloz.
Pasadas las pozas se llega enseguida, bordeando campos de cereales, al pueblo de partida.