Vertientes-El Yunco-Puerto Viejo-El Contador

Como si de una caña de lomo se tratara, le pegamos un par de cortes transversales de ida y vuelta a la Sierra de Orce, penetrando por El Yunco y saliendo por el Puerto Viejo de El Contador, donde hemos puesto el campamento base.

De El Contador a Las Vertientes, y de ahí buscando en diagonal la subida al Yunco, al noroeste de la sierra. Lo normal es hacerlo tomando el camino que lleva al cortijo de Orgalla, para antes desviarse hacia arriba, buscando el cortijo de El Berrocal, donde comienza la dura subida; pero en esta ocasión el despiste me hará comenzar subiendo más arriba nada más pasado el puente de la autovía, dándole sin querer un plus de enduro a la propuesta, con unos metros de labrado y falta de sendero para conectar el tramo que da a la pista horizontal del Berrocal.

La subida al Yunco, con su pendiente pasando el 20%, no es poca cosa; por eso, nada más atravesada la cadena del camino te dan una tarjeta con puntos penalizables si pones el pie en tierra, como en el trial.

Desde arriba, encaramados a las rocas, amplia panorámica con Orgalla allá abajo y la sempiterna Tetica en el horizonte.

La bajada se las trae más aún, y resulta muy difícil hacerla sin bajarse en algún momento. Antes de rodear el cerro, conectamos con el barranco del Yunco que nos sacará hasta la rambla que nos lleva arriba, al yacimiento de sílex; es decir, a la amplia pista foretal que viene de la Morata.

Pasaremos por el cortijo del Periate y en cómoda bajada por el de Muñoz y El Bosque, dando a más pista forestal, dirección este.

Bifurcación: no seguiremos hasta el cortijo de la Zoya, sino que tomaremos la derecha, la que nos adentra de nuevo en la sierra, pasando por el cortijo la Encarba y, antes de llegar al Chiscar, dejaremos la pista en curva para tomar ya el camino del puerto. Más puntos de penalización hasta coronar, pues el tramo de piedra suelta hace difícil pedalear. Yo solo conseguí hacer el primer tercio.

La bajada por el puerto no es tan complicada como la del Yunco. Ya en el Contador, cerveza refrescante en la plaza de San Antonio. y si algún conocido te invita, doblemente agradecida.