Vielha- Bourg dÓueil. 1ª etapa Pedals d´Occitania

Os dejo los track y el relato de la aventura de 4 amigos, Ruben, Juan Carlos, Quique y el que escribe disfrutando de una de las rutas mas bonitas que hay en los Pirineos. 220 km de veredas y caminos con 6500 m de desnivel positivo.
Llegamos a Vielha un jueves , para salir el viernes último día de julio. Nos esperaban 80 km con 2.500 m de desnivel (aunque el track esta bien, el garmin se volvió loco con la altimetría ).
Vielha había amanecido bajo un manto gris, de donde caían cortinas de agua acompañadas con fogonazos de rayos y el retumbar de los truenos, las caras eran un poema desayunando viendo con desilusión como se nos presentaba la jornada.
A pesar de las inclemencias, aprovechamos un momento en el que paró algo la lluvia y salimos como guerreros del castillo, vestidos con ropa de verano y chubasqueros para montarnos en nuestras pura sangres (Trek superfly-Ruben , Specilized Epic Comp- Juan Carlos, Specialized Stumpjumper- Kike y Cannyon CF SL 8.9 - Rober) mentalizados en no dejarnos vencer por la metereología, ni por los kilómetros, ni por las duras subidas. Habíamos hecho poco menos de 5 km y en la primera bajada de piedra mojada y resbaladiza dos de nosotros ya probamos el barro, acordándome del chico que se según nos contaron el día anterior en la oficina de Pedals, se había fracturado la tibia en los primeros km en una zona con piedras mojadas. No nos íbamos a rendir fácilmente y aunque esa bajada la hicimos a pie el resto de la ruta transcurrió sin percance, afrontando el primer gran puerto de la travesía, eth Portilhon, por el que entraríamos al país Galo bajo una lluvia interminable.
Urano (Dios de la lluvia y del cielo) nos daría un respiro a la llegada a las 2 de la tarde a Bagnères de Luchon, donde teníamos prevista la comida y aunque nos habían dicho que en Francia no daban de comer mas allá de la una de la tarde y a pesar de no tener ninguna indicación, encontramos, gracias a Juan Carlos "el Dandy" , un restaurante italiano donde comimos increíblemente bien y nos atendieron mejor aún. La terracita la transformamos en un tendedero de ropa mojada y el baño en un secador humano.
Nos costo despedirnos del servicio pero aun nos quedaban 20 km, así que con pena buscamos la tienda de bicicletas donde teníamos que sellar para enseguida empezar el ascenso mas largo y alto de la ruta, el Col de Paulomères, en donde a pesar de que había vuelto a llover y con ganas, la espesura del bosque nos protegió como lo debe de hacer a los ciervos que dicen que hay, aunque no vimos ni uno.
Por fin llegábamos sobre las 6 de la tarde al Hotel Le Sapin Fleuri, en donde después de dejar limpitas las bicis y dejarlas en el establo, literalmente, entramos en este alojamiento encantador en el que con una ducha reponedora nos dieron de cenar como reyes, sopa de verduras, autentica trucha de rio pirenaico, pasta con pato, y postre.

Quien nos iba a decir, que al final, a pesar de todo lo sufrido, íbamos a acabar disfrutando de un día estupendo de puro Montain bike.

Simplemente increíble...
Os dejo el video que hemos editado para que os hagáis una idea
https://www.youtube.com/watch?v=ZFMqdEiE81w