Villamalea Pura Vida¡¡ Salida desde Montachinos. Carceles, el Cabriel y Vadocañas. Rincones preciosos y sendas divertidas.

Curiosa salida pues se preparó a última hora del día anterior, casi de improviso, por lo que tiré de anteriores rutas y decidí visitar de nuevo Montachinos, el Cabriel y Vadocañas. Ya en la cama me acordé de que quizás podría avisar a Antonio avispa que vive por la zona y que se apuntase a la ruta, pero me pareció tarde y no quise ponerlo en el compromiso… Pero me quedé con las ganas.
El caso es que al día siguiente nos juntamos José Luis, Iván y un servidor para disfrutar de una buena mañana de bici y monte. Jose Luis aparece con su flamante Trek de doble suspensión, un maquinón al que no se le resiste nada.
Visitamos el Cabriel por la zona de los Cárceles y Vadocañas, así como las sendas de Montachinos, por lo que la etapa es muy completa y con gran variedad de sendas para todos los gustos.
Tras un rato de conducir por los caminos dejamos el coche en un claro de una pinada, cerca de la zona de sendas de Montachinos. Mañana muy fría, las primeras pedaladas las sufrimos de verdad.
Entrada en una rambla preciosa, se trata de la zona conocida como Montachinos donde podemos trazar rápidos y disfrutando del terreno limpio y húmedo, una delicia. Cruzamos un bosque de pino y matorral con alguna encina, jara, aliagas, tonillos, zarzas etc. Tenemos un bonito tollo llamado del Cebonar. Se nos termina el valle y buscamos el siguiente tras una subida por pista, pero nada más comenzar la subida nos encontramos con dos ciclistas que bajan y como no podía ser de otra manera se trata de Antonio avispa y su amigo Marcos, que venían de la zona que íbamos a buscar y nos dijeron que estaban las sendas cortadas, por lo que decidimos seguir con ellos por el valle que traíamos en dirección al nacimiento. Sin duda estaba escrito en algún sitio que ese día compartiéramos ruta con el bueno de Antonio.
De nuevo senda limpia encajonada y con curvas peraltadas que harán que disfrutemos como locos de la bici y el entorno, aunque con algún paso incómodo por árboles caídos.
Atención pues en la zona más bonita debemos abandonar la rambla y subir por senda para buscar una pista que nos lleva a la zona del nacimiento. Aquí tenemos una senda limpia espectacular, de bajada al nacimiento con un par de toboganes pronunciados muy divertidos. De nuevo toca subir y en una curva a derechas tenemos una senda que sigue recto y debemos coger. Nos deja en un camino y llegamos a una finca con una casa (corral del chorrito) con una valla que si nos fijamos bien tiene un agujero por el que pasar, o bien rodear por la izquierda.
Seguimos llaneando y bajando en pista. Debemos buscar camino a la derecha en plena bajada, cuidado de no pasarnos. Unos metros más adelante comienza la senda del cerrillo del mojón que sigue una cumbrera y tiene preciosas vistas a la derecha. Cuidado, pues la caída sería muy seria, aunque esta zona es sencilla y limpia. Se pone un poco más complicada en su fona final, con algunos pasos rocosos puñeteros donde trazar fino o bajarnos y pasarlos con cuidado. Lo que nos pida el cuerpo.
Salida final de la senda con un reguero puñetero y pista en busca de Los Cárceles. A la izquierda sale una senda que hicimos para verla, pero la verdad es que está muy rota y es mejor seguir el camino pues tenemos una bajada destrozada por el agua que hay que hacer andando.
Seguimos ahora el curso del Cabriel aguas arriba, para buscar una bonita senda que acompaña al cauce y nos deja preciosas vistas de las cristalinas aguas. Tenemos algunos pasos en roca, raíces, troncos caídos, ramas bajas, un poco de todo. Disfrute total de la naturaleza, aunque un poco incómodo para la bici en algún punto. A mi entender la zona más bonita de la etapa.
Así llegaremos a un rinconcito pintoresco en la venta de Vadocañas, con una pequeña casita hecha con un enorme tronco donde hacemos unas fotos. Fotos y más fotos y justo detrás el imponente arco de 33 metros de altura del puente de Vadocañas.
El resto es regreso en busca de los coches, donde afrontamos la subida tras cruzar la rambla de consolación. Buscamos el camino de Vadocañas y el GR 66 y lo seguimos haciendo una Z de subida .
El resto no tiene más misterio que seguir los caminos que no dejan de picar hacia arriba hasta al coche, a ser posible con tiempo y comentando los detalles de la etapa pues se harán más llevaderos y nos dejarán un buen recuerdo de todo el disfrute acontecido en una completa mañana de disfrute. Pura vida¡¡