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Villanueva de la Serena - Dolmen de Magacela - Castillo de Magacela - Villanueva de la Serena

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Trail stats

Distance
18.42 mi
Elevation gain
1,207 ft
Technical difficulty
Difficult
Elevation loss
1,207 ft
Max elevation
1,755 ft
TrailRank 
45
Min elevation
850 ft
Trail type
Loop
Moving time
one hour 38 minutes
Time
one hour 42 minutes
Coordinates
3971
Uploaded
September 14, 2020
Recorded
September 2020
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near Villanueva de la Serena, Extremadura (España)

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Itinerary description

A tan solo 12 kilómetros por caminos de Villanueva de la Serena se encuentra Magacela. Una preciosa localidad vecina que, por sus méritos artísticos y urbanísticos, la Junta de Extremadura declaró en 1.994 a la localidad Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico-Artístico.
Con tantos encantos urbanas y constructivas del pasado con los que cuenta Magacela, sería casi imposible visitarlos todos en una sola jornada: Pinturas rupestres, ermitas, iglesias, hornos, esculturas…
Por eso hoy centraremos nuestra ruta en visitar dos de los más importantes: El dolmen de Magacela y el Castillo de Magacela ( http://www.magacela.com/index.php )
Saliendo desde la zona deportiva de Villanueva de la Serena, concretamente en la puerta del Pabellón José Manuel Calderón, buscamos salir del casco urbano por el barrio de las Mimosas, concretamente por el puente sobre la vía del ferrocarril en el que comienza el camino de Magacela.
Serán doce kilómetros de camino, siempre con la bonita estampa de Magacela al fondo.
Al llegar al final del camino, nos encontramos con la carretera que va desde Magacela hasta La Coronada, y justo ahí es donde hemos de torcer ligeramente a la izquierda para, a escasos metros, encontrarnos con el dolmen de Magacela, monumento megalítico en la zona conocida como “Los Tejares”. Situado a pocos metros del inicio del camino que nos lleva al santuario de Nuestra Señora de Los Remedios, patrona de la villa.
Tras un breve descanso y algunas fotos, continuamos unos metros por la carretera hasta entrar en la parte baja de la localidad de Magacela y dirigirnos al pilón para refrescarnos.
A partir de ahí, comenzará una ascensión de casi cuatro kilómetros hasta el castillo. Hay multitud de opciones para subir hasta la fortaleza, pero nosotros elegimos una que nos permitirá rodear el cerro y contemplar el castillo desde su vertiente sur.
La subida al castillo es la parte más dura de la ruta, por la que cada uno deberá marcar su ritmo, para no desfallecer en el intento.
El esfuerzo merece la pena, pues las vistas desde la fortaleza son indescriptibles.
Un merecido descanso, y comenzamos el descenso con mucha precaución, pues a la complejidad del camino, unimos el tramo urbano por sus estrechas calles que pondrán a prueba nuestros frenos.
Tras el descenso desde el castillo atravesando la parte alta del pueblo de Magacela, cruzamos la carretera para descender por la calzada romana. ATENCIÓN: Imprescindible contar con una bicicleta adecuada, pues se trata de un descenso muy pronunciado que en su último tramo es de tierra y piedras sueltas, por lo que es necesario contar con buenos frenos y una bicicleta adecuada.
Finalizado el descenso, volvemos al mismo camino que nos llevará de vuelta a Villanueva de la Serena.
Bicicleta ideal para realizar la ruta: Montaña
Dificultad física: Media / Alta
Dificultad técnica: Media / Alta

Waypoints

PictographPhoto Altitude 958 ft
Photo ofPuente sobre el ferrocarril Las Mimosas - camino de Magacela

Puente sobre el ferrocarril Las Mimosas - camino de Magacela

PictographPhoto Altitude 1,125 ft
Photo ofMagacela al fondo

Magacela al fondo

PictographPhoto Altitude 1,112 ft
Photo ofMagacela desde el cementerio

Magacela desde el cementerio

PictographPhoto Altitude 1,115 ft
Photo ofMagacela desde el camino a la altura del campo de fútbol

Magacela desde el camino a la altura del campo de fútbol

PictographPhoto Altitude 1,119 ft
Photo ofFinal del camino. Comienza Carretera. A la izquierda al dolmen. A la derecha calzada romana hasta el castillo

Final del camino. Comienza Carretera. A la izquierda al dolmen. A la derecha calzada romana hasta el castillo

Final del camino que nos trae desde Villanueva de la Serena. Llegamos al cruce con la carretera en la que si girmaos a la izquierda nos dirigimos al dolmen, si vamos por la carretera seguimos hacia Magacela, y si nos atrevemos a continuar por el camino de la derecha, podríamos ascender por la calzada romana hasta el castillo. Se trata de unos 400 metros con una media de ascensión del 9%

PictographPhoto Altitude 1,099 ft
Photo ofDolmen de Magacela

Dolmen de Magacela

El monumento megalítico de Magacela lo encontramos al nordeste del promontorio en el que se levantó la población, en la zona conocida como “Los Tejares”. No es complicado su acceso, ya que está situado a pocos metros del inicio del camino que nos lleva al santuario de Nuestra Señora de Los Remedios, patrona de la villa. inventariado en el Catálogo Monumental de la Provincia de Badajoz como “Dolmen de la cerca de Marzo”, con el número 523. En la memoria, señala el profesor Mélida que tal vez existió otro similar en el término de la localidad, citando como el médico de Magacela, en 1908, conocía otro monumento semejante en el cerro de Porras, pero que nunca lo llegó a encontrar. El monumento megalítico de Magacela se adscribe a la tipología de dólmenes de corredor o galería, que se caracterizan por estar formados en planta por una cámara y un pasillo adintelado de acceso a ésta. El término “megalítico” alude al enorme tamaño de las piedras que conforman estas primitivas estructuras arquitectónicas del neolítico y calcolítico peninsular. El único elemento que nos ha llegado del sepulcro es la cámara circular. Todo el pasillo o corredor ha desaparecido, si bien Mélida pudo fotografiarlo a principios de la centuria pasada. Las piedras u ortostatos de éste se dispersaron por el entorno. Algunos de estos monolitos los hemos encontrado en las cercanías, siendo parte de puentes o badenes de arroyos, y otros elementos arquitectónicos. Otro de los elementos ya desaparecidos es el túmulo de tierra, cubierta o bóveda que cerraba la cámara. El espacio circular que nos ha llegado es la celda mortuoria, si bien en otros dólmenes como éste se han encontrado enterramientos inclusive en el corredor, seguramente por saturación del espacio. También se construyeron cistas anejas a las cámaras principales de los dólmenes cuando las inhumaciones rebasaban el espacio. La cámara funeraria del de Magacela se compone de doce ortostatos de granito, estando, como hemos mencionado, o bien cerrada con una gran losa monolítica, varias placas y/o una falsa cúpula. Entre todos destacan por su altura los dos monolitos que indican la puerta de entrada, así como dos bloques recortados verticalmente en los márgenes y unidos entre sí formando una especie de ventana (ortostatos nº 3 y 4). Otro casi ha desaparecido, del que solo queda la base fracturada a no ser que fuese umbral de acceso a otra cámara o cista (ortostato nº 5). Se suele denominar a esta tipología de dolmen como "Tholos" con corredor, cuando la cámara sepulcral circular se resuelve mediante la construcción de una falsa bóveda por aproximación de hileras, si bien el término estrictamente alude a la forma en círculo, independientemente del acabado o cierre de la cámara, sea con una solución arquitectónica u otra (losa, losas y/o falsa cúpula). Para soportar el peso de la masa tumular, pudo tener un elemento central para sustentar el cierre, si bien no se conservan indicios. El túmulo es evidente que existió cubriendo todo el conjunto, la inclinación hacia dentro de las piedras o paredes de la cámara es testigo de las toneladas de tierra y piedras que soportó. Una más que posible alineación de anillos de piedra impediría su erosión, conformando una barrera arquitectónica antideslizamiento de toda la masa tubular. La altura media del conjunto de monolitos de la cámara es de 1,75 metros, mientras que la de los bloques de la entrada donde arrancaría el pasillo hacia el Este supera los 2 metros. La cámara funeraria tiene 5,10 metros de diámetro en el eje Este-Oeste, y unos 30 cms. menos en el eje Norte-Sur. Todos los ortostatos presentan un anverso (parte que mira al interior de la cámara) mucho más trabajado, liso y uniforme, siendo el reverso más tosco. El sepulcro mediría en su totalidad unos 14 metros de longitud (5 metros de diámetro de la cámara y 9 metros más del corredor), siendo los bloques del pasillo o corredor los más bajos. Un aspecto a destacar de esta construcción es la decoración que presentan los cinco ortostatos que se han marcado en la planta. Los motivos representados se han tratado en las ilustraciones que acompañan este texto. Los grabados de figuras antropomorfas (forma humana) o ramiforme (forma de rama, tronco con ramificaciones), zoomorfas (de animal), soliformes (forma de sol), serpentiforme (ondulación) y cazoletas (oquedades) son de difícil interpretación, como ocurre a la hora de dar un significado a las representaciones de la pintura rupestre esquemática. En ellas se ve la plasmación en la piedra de una realidad coligada a connotaciones culturales, religiosas y rituales enmarcadas en una realidad y espacio temporal determinado. La cotidianidad y paralelismo al conjunto de representaciones en monumentos similares y abrigos con pinturas, pese a su distancia geográfica, es otro paralelismo que presentan con el resto de representaciones rupestres. El dolmen se supone expoliado, no habiéndose encontrado restos arqueológicos en su interior por no conocerse excavación documentada, si bien se ha detectado alguna pieza en su entorno del periodo calcolítico clasificado como elemento funerario votivo. A falta de ajuar y restos encontrados in-situ para su estudio, por las similitudes con otros sepulcros megalíticos, tanto arquitectónicamente hablando como por su decoración, hay que datarlo dentro del periodo Neolítico Medio al Final y Calcolítico. El dolmen de Granja de Toriñuelo (Jerez de los Caballeros) o el de Azután (Toledo), que es sin duda su más semejante, dan testimonio de ello. Las representaciones esquemáticas, sobre todo la del ramiforme ocupando una ubicación semejante a la del de este último, y el sol como el de Toriñuelo -también lo encontramos en un abrigo de la sierra de Magacela- nos hablan de ideologías semejantes a pesar de ser comunidades ligeramente distanciadas espacialmente, aunque en continuo contacto cultural. Todo ello pone de manifiesto culturas en contacto intelectual e ideológico del IV - III milenio a. C., no descartando un uso continuo y posterior del conjunto, llegándose a utilizar como zona de enterramientos hasta el segundo milenio antes de nuestra era. Fuente: http://www.magacela.com/plantilla.php?enlace=dolmen

PictographPhoto Altitude 1,158 ft
Photo ofMonolito peregrino camino a Guadalupe

Monolito peregrino camino a Guadalupe

El camino Mozárabe desde Córdoba se dirige a Santiago de Compostela en dirección a Medellín y Mérida. El peregrino a Guadalupe aprovecha esta ruta hasta Magacela, para continuar por Villanueva de la Serena y enlazar con el actual Camino Natural de las Villuercas hasta su destino en Guadalupe. Más información: http://caminosaguadalupe.com/caminos-a-guadalupe/camino-mozarabe/

PictographPhoto Altitude 1,138 ft
Photo ofPilón de Magacela

Pilón de Magacela

Punto estratégico en Magacela para refrescarse en los días de calor

PictographPhoto Altitude 1,375 ft
Photo ofCastillo de Magacela visto desde el sur

Castillo de Magacela visto desde el sur

PictographPhoto Altitude 1,529 ft
Photo ofMonolito indicativo ascensión al Castillo de Magacela

Monolito indicativo ascensión al Castillo de Magacela

PictographPhoto Altitude 1,745 ft
Photo ofPortalón de entrada al Castillo de Magacela

Portalón de entrada al Castillo de Magacela

PictographPhoto Altitude 1,772 ft
Photo ofCastillo de Magacela desde el punto geodésico

Castillo de Magacela desde el punto geodésico

Enclavada en la cima del cerro en que se asienta el pueblo, son diversas las circunstancias históricas y sociales en las que se han desarrollado las fases constructivas y de ampliación de la fortaleza. Desde los orígenes de la obra militar, pobladores íberos hicieron frente a los romanos al abrigo de sus muros ciclópeos. Algunos autores, como hemos señalado, defienden la hipótesis de que las tropas de Viriato se hicieron fuertes en Magacela, dominando desde su atalaya todo posible movimiento y aproximación de las tropas romanas hasta que en el siglo II a. C tomaron la plaza y el dominio del vasto territorio que desde allí se controla. Por aquellas fechas, el poder romano empezaba a florecer en toda la península. En los últimos tiempos de Roma, también éstos tuvieron la necesidad de defenderse de los pueblos bárbaros, al igual que debieron que tomar ciertas precauciones defensivas durante periodos de estabilidad y dominio. De estas fechas posiblemente sean los restos de amurallamientos de aparejo ciclópeo conservados en la vertiente septentrional que rodean la cerca medieval, que aunque a falta de excavaciones que lo corroboren, parece ser claro indicio de una atalaya romana de enormes dimensiones. En la etapa de ocupación musulmana, que gracias a las referencias literarias de Bakrí y Yaqut en los siglos XI y XIII respectivamente, sabemos de la ya existencia del castillo beréber de “Umm Gazala”, los árabes arman la fortaleza y defienden cada metro de su territorio, levantando una plaza inexpugnable al enemigo. Será en tiempos de ocupación almohade cuando la plaza adquiera cierta relevancia, construyéndose en esta época la mayoría de los elementos defensivos que nos han llegado del castillo. Con la reconquista cristiana, y tras la toma de la plaza definitiva en 1234, la raza guerrera y el clima físico-bélico se va desipando poco a poco, pues una etapa de cierta estabilidad bélica y un cambio de mentalidad de los nuevos ocupantes de la fortaleza, contribuyen a ello. Con los nuevos moradores, continúa el carácter militar en sus obras, aunque poco a poco, los elementos residenciales se van abriendo paso en detrimento de lo fuerte, factor que se ve acentuado sobre todo en época moderna. No obstante, nunca dejaron de otorgar elementos defensivos a la fortaleza en vista de posibles conflictos bélicos venideros. Es importante señalar que tras la reconquista, ya ocupada la fortaleza por los cristianos, siguió viviendo un gran número de musulmanes junto a éstos, por lo que, como veremos, la mano de alarifes de origen musulmán queda patente en determinadas zonas del castillo. La edificación se adapta totalmente a las condiciones topográficas del terreno y domina a la población desde lo más alto del cerro. Su fábrica, compuesta por ladrillo y mampostería en su mayor parte deja al granito algo de protagonismo en parte de sus muros como ángulos y basamentos de torres, en los que parece que las piezas han sido reutilizadas de otras construcciones anteriores. El perímetro fortificado del castillo abarca la máxima superficie que permite el desnivel de la alargada cresta rocosa en que se asienta. De este modo, ocupando una extensión de más de 250 metros por 65 metros de anchura en algunas partes, los muros se levantan a desigual altura, acondicionados por la irregularidad de las cotas orográficas que marca el terreno. Consta esta fortaleza de tres cuerpos o recintos; el llamado primer recinto, en la parte más oriental, en sus orígenes tuvo que albergar un importante número de población; el segundo, inmediato al primero y más a poniente, es de dimensiones mucho más reducidas que éste; por último, en la parte más occidental, se encuentra el cuerpo principal del castillo, que fue centro administrativo y funcional de la fortaleza. La puerta de entrada a la fortaleza se encuentra en la parte media de una torre cuadrada, se llega a ésta mediante una calzada en rampa que provoca un gran desnivel y hace perder a la torre mucha de la altura levantada. La torre debió de ser construida en los años finales del siglo XII. Es conocida esta puerta en la población con el nombre de “Puerta de San Pedro” o "Torre de las Campanas" por haber albergado la imagen del Santo en una hornacina que aún se conserva. En su terraza, de pavimento de ladrillo y accesible desde las escaleras que arrancan del anden, se conservan aún tres merlones con sus saeteras que más tarde se habilitaron para poner las campanas de llamada al culto del templo parroquial que alberga la fortaleza, de ahí su segunda denominación. Poco más adelante, una coracha corre ladera abajo del cerro desplazándose unos 35 metros. De ésta no queda prácticamente nada más que el arranque de los cimientos que aún afloran en el suelo. En el lienzo de la fortaleza contiguo a esta coracha, se puede ver la tipología ciclópea de su fábrica en su parte inferior, así como los diferentes estratos sobrepuestos formando aparejos de distinta cronología y artífices. Ya en muros del segundo recinto, nos encontramos con una torre maciza de tapial y argamasa, forrada con mampostería que el tiempo ha hecho que se pierda casi en su totalidad. Es esta torre otra huella defensiva almohade y a su lado se encontraba la segunda puerta de la fortaleza, formada con arco de piedra labrada, hoy un gran vano circular: «... y a la parte de tramontana esta una portada de una arco de piedra labrada con una calçada que ssale al campo y no tiene puertas la dicha portada ...». Unos metros distante, destaca el tercer cuerpo o cuerpo principal de la fortaleza, cuyo elemento más destacado es la torre poligonal o del Homenaje. Fuente: http://www.magacela.com/plantilla.php?enlace=castillo

PictographPhoto Altitude 1,378 ft
Photo ofDescenso por calzada Romana

Descenso por calzada Romana

Tras el descenso desde el castillo atravesando la parte alta del pueblo de Magacela, cruzamos la carretera para descender por la calzada romana. ATENCIÓN: Imprescindible contar con una bicicleta adecuada, pues se trata de un descenso muy pronunciado que en su último tramo es de tierra y piedras sueltas, por lo que es ncesario contar con buenos frenos y una bicicleta adecuada

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