Ruta Templarios Soria. Etapa 2. Vinuesa - Navaleno
near Vinuesa, Castilla y León (España)
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Trail photos
Itinerary description
La etapa de hoy va a ser dura. Ayer por la tarde, entre torrezno y cerveza, estuvimos estudiándola y prácticamente no tiene tregua. Las subidas, duras; y las bajadas, poco ciclables. Así que, ya sabemos lo que toca.
Y lo de "no hay prisa" no valía para hoy, ya que a las 16:15 había un Barça-Atleti que no me quería perder. Así estaban las cosas. Ayer en Vinuesa cenamos regular aunque el pueblo es bastante bonito.
A las ocho, desayuno en el restaurante del hotel, y a las 08:30 ya en la bici. Hace fresquete, pero nada comparado con lo que nos espera.
Los primero ocho kilómetros son de calentamiento, recta asfaltada aunque con ligera inclinación hacia arriba. Pero lo cómodo dura poco, pronto llega el desvío, la tierra, las rampas, y el sufrimiento.
A mitad de la subida, hago una de las mías. Veo que hay un giro parecido al que tendremos que hacer más adelante, y les digo a Jesús y Ximo que es por ahí. Ximo que va con el GPS no está muy seguro. Menos mal, quedan 4 kilómetros hasta ese punto.
Hay que seguir, pues. Cada uno va a su ritmo, pero todos subimos sin problema.
Llegamos ahora sí a ese punto y tenemos que ir unos metros en contra dirección por una carretera recién asfaltada por la que-supongo- subirá o bajara la Vuelta a España este año. Ahí tenemos un momento psicológico curioso que superar. En un cruce tenemos que decidir si ir a La laguna Negra por esa carretera recién asfaltado (4 kilómetros), o ir por una pista de tierra con mil curvas y mil rampas (12 kilómetros). Por supuesto, elegimos la segunda opción.
A partir de ahí, soledad, dientes y paciencia. Es domingo, la pista es muy chula, pero solo nos cruzamos a un ciclista en toda la subida.
Hace frío y la niebla es cada vez más espesa. En el ultimo cruce nos reagrupamos y nos hacemos unas fotos. Hace tiempo que no paso tanto frío. Y va en aumento. Los últimos kilómetros son muy duros, y nos vamos concienciando de que la Laguna Negra la vamos a ver en fotos, porque lo que es verla desde mirador va a estar imposible. Así es. La niebla es brutal y no podemos ver nada. Llegamos hasta la Laguna Helada. Casi nos metemos en el agua porque no se ve nada. Para llegar a esta tenemos que pasar por una zona ¡¡con nieve!! desde luego nos da las fotos del viaje.
Ahora toca bajar, y efectivamente la bajada es una especie de cortafuegos impracticable. Nos tiramos casi dos kilómetros empujando la bici. Al final pillamos una pista de tierra y más tarde un camino asfaltado con el que disfrutamos después de tanto sufrimiento.
Tenemos hambre y son casi las dos. Decidimos no pasar por Covaleda e ir directamente a Duruelo. Allí comemos en el Restaurante Rómulo y es todo un acierto. Los tres comemos de maravilla. Muy recomendable.
La paliza está siendo importante y quedan aún 22 kilómetros con una subida importante. La salida de Duruelo es preciosa, no tanto la subida en la que sufrimos bastante, sobre todo porque acabamos de comer.
A partir de coronar y hasta Navaleno, caminos de tierra bastante rompepiernas que hacen que lleguemos ya con la batería al límite. La derrota del Atleti, que veo en el móvil, tampoco ayuda, la verdad.
Al final llegamos a las 19:30... No hay manera. Etapón.
Ahora toca descanso activo por el pueblo, y torreznear, por supuesto.
Y lo de "no hay prisa" no valía para hoy, ya que a las 16:15 había un Barça-Atleti que no me quería perder. Así estaban las cosas. Ayer en Vinuesa cenamos regular aunque el pueblo es bastante bonito.
A las ocho, desayuno en el restaurante del hotel, y a las 08:30 ya en la bici. Hace fresquete, pero nada comparado con lo que nos espera.
Los primero ocho kilómetros son de calentamiento, recta asfaltada aunque con ligera inclinación hacia arriba. Pero lo cómodo dura poco, pronto llega el desvío, la tierra, las rampas, y el sufrimiento.
A mitad de la subida, hago una de las mías. Veo que hay un giro parecido al que tendremos que hacer más adelante, y les digo a Jesús y Ximo que es por ahí. Ximo que va con el GPS no está muy seguro. Menos mal, quedan 4 kilómetros hasta ese punto.
Hay que seguir, pues. Cada uno va a su ritmo, pero todos subimos sin problema.
Llegamos ahora sí a ese punto y tenemos que ir unos metros en contra dirección por una carretera recién asfaltada por la que-supongo- subirá o bajara la Vuelta a España este año. Ahí tenemos un momento psicológico curioso que superar. En un cruce tenemos que decidir si ir a La laguna Negra por esa carretera recién asfaltado (4 kilómetros), o ir por una pista de tierra con mil curvas y mil rampas (12 kilómetros). Por supuesto, elegimos la segunda opción.
A partir de ahí, soledad, dientes y paciencia. Es domingo, la pista es muy chula, pero solo nos cruzamos a un ciclista en toda la subida.
Hace frío y la niebla es cada vez más espesa. En el ultimo cruce nos reagrupamos y nos hacemos unas fotos. Hace tiempo que no paso tanto frío. Y va en aumento. Los últimos kilómetros son muy duros, y nos vamos concienciando de que la Laguna Negra la vamos a ver en fotos, porque lo que es verla desde mirador va a estar imposible. Así es. La niebla es brutal y no podemos ver nada. Llegamos hasta la Laguna Helada. Casi nos metemos en el agua porque no se ve nada. Para llegar a esta tenemos que pasar por una zona ¡¡con nieve!! desde luego nos da las fotos del viaje.
Ahora toca bajar, y efectivamente la bajada es una especie de cortafuegos impracticable. Nos tiramos casi dos kilómetros empujando la bici. Al final pillamos una pista de tierra y más tarde un camino asfaltado con el que disfrutamos después de tanto sufrimiento.
Tenemos hambre y son casi las dos. Decidimos no pasar por Covaleda e ir directamente a Duruelo. Allí comemos en el Restaurante Rómulo y es todo un acierto. Los tres comemos de maravilla. Muy recomendable.
La paliza está siendo importante y quedan aún 22 kilómetros con una subida importante. La salida de Duruelo es preciosa, no tanto la subida en la que sufrimos bastante, sobre todo porque acabamos de comer.
A partir de coronar y hasta Navaleno, caminos de tierra bastante rompepiernas que hacen que lleguemos ya con la batería al límite. La derrota del Atleti, que veo en el móvil, tampoco ayuda, la verdad.
Al final llegamos a las 19:30... No hay manera. Etapón.
Ahora toca descanso activo por el pueblo, y torreznear, por supuesto.
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