Vuelta al Aratz desde Albéniz - Araia

Día de bici en plena ola de calor.
A las 8:30, cuando empezé a pedalear ya marcaba el termómetro 28°C...
Aún así la ruta circula en su mayor parte por sombra, lo que la hace más llevadera. En cualquier caso, sabiendo del calor que me iba a encontrar, fui bien provisto de agua (casi 2 litros) y no me sobró!!!
La ruta la comencé en Albéniz, pero bien podría haber empezado en Araia y me hubiera ahorrado los casi 2 km por carretera que no aportan mucho...
Al llegar a Araia se toma la carretera que va hacia las piscinas municipales, y se sigue todo recto. Cuando fui yo, la carretera estaba cortada para vehículos algo más adelante de las piscinas, en el desvío que hay antes de llegar a la presa. Se trata de una carretera en muy mal estado y que va estando cada vez más rota a medida que se va ascendiendo. Esa carretera (casi una pista de gravilla en el tramo final), termina en el aparcamiento de Zumarraundi, que evidentemente estaba sin coches.
Justo antes de llegar al aparcamiento se gira a la izquierda por otra pista que tiene los tramos más duros de la jornada. En cualquier caso, los repechos más importantes son cortos y se suben bien.
Se llega por fin, tras aproximadamente 600m de desnivel, hasta un desvío a la derecha que nos deja junto al buzón de Azkiola, a 1207m.
Comienza el descenso, que se complica, (y de qué manera), al poco rato de empezar. Tramos técnicos con escalones y muchas piedras que me hicieron bajarme de la bici unas cuantas veces en el tramo previo a la calzada romana, en algunos tramos de la propia calzada (sobre todo en la primera parte), y sobre todo al llegar a la cueva de San Adrián. Para mí, totalmente imposible ir montado en la bici...
La cosa ya mejora al ir llegando a una casa abandonada, pues a partir de allí el resto de la ruta circula en su mayor parte por pistas anchas sin complicaciones.
Casi 1000m de desnivel acumulado en algo más de 30 km.
La ruta la califico como difícil por los tramos complicados que hay en la bajada hasta llegar a la casa abandonada. El resto no tiene ninguna complicación y es fácil, pero conviene estar prevenido de que los poco expertos no tenemos más remedio que bajarnos y empujar la bici.