www.comunidadbiker-mtb.com MTB Lérida Viella Ruta 21 Valle de Arán en pirineo catalán

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Nos levantamos para hacer la ruta 21, en principio. Nos visitaron los Plus, que iban ha hacer una ruta descargada de Wikiloc. Ellos salieron un poco antes. Nos invitaron a acompañarlos pero, por varios motivos, preferimos ir solos. Al final resultaría que hicieron la misma ruta, al menos la parte de subida, y solo se diferenciaron en que bajaron por un sendero de enduro y nosotros por la pista.

Preparamos todo, como de costumbre en estos viajes, mochila con agua, herramientas básicas y bicicletas revisadas. Casco, guantes (salgo a mí que se me olvidaron en Murcia), bocadillos y plátanos. Cerramos la autocaravana y partimos en busca del inicio de la ruta 21. Cruzamos varios pueblos pequeños Escunhau, Casarilh, Garòs y Arties. Aquí creíamos recordar que empezaba la ruta 21, pero dimos varias vueltas por el pueblo, cruzando el río Garona, y sólo encontramos indicaciones para la ruta 15 que, además, era endurera. Volvimos a la carretera y seguimos subiendo un poco, hasta encontrar, en la parte izquierda de la carretera, el ansiado cartel indicativo de la ruta 21. Cogimos un sendero de subida que iba por la izquierda de la carretera dirección Baqueira, justo un poco después de acabar el pueblo de Arties.

Por fin en la ruta, recorrimos algún pueblo más, como Gessa, muy bonitos, con casas típicas de la alta montaña, con sus fachadas de piedra y sus tejados muy inclinados de pizarrra. Por ahí nos tocó hacer alguna rampa de subida bastante inclinada, por las empedradas callejuelas de estos pueblos. Fuimos siguiendo las indicaciones, que en algunos sitios nos costó seguir. Cruzamos por camino a otro pueblo, Unha, por el que bajamos para cruzar la carretera principal e ir, ahora sí, hacia lo que sería el inicio de la ruta 21. Nosotros pensábamos que empezaba en Viella, pero no, descubrimos que su lugar de inicio real era en Salardú. Por ello, no nos saldrían esos 880 metros de desnivel acumulado y esos 34 km, saldrían muchos más.

Empezamos a subir por carretera, desde Salardú, volviendo a cruzar el río Garona. Nos dirigíamos a dar la vuelta, prácticamente, a la montaña Ticò Blanc. Seguimos subiendo por carretera estrecha pero asfaltada, pasando cerca de Tredós. Fuimos ascendiendo y ascendiendo y ascendiendo, por carretera, hacia el Valle de Aiguamòg. La subida era más o menos suave en cuanto a pendiente se refiere, pero muy larga, parecía que no acababa nunca. El paisaje que íbamos viendo, tanto el que nos encontrábamos de frente, con las cimas nevadas de los Pirineos, como el que dejábamos detrás, era espectacular, digno de una postal. Además, íbamos pedaleando muy cerca de un río, un afluente del río Garona, que también os dejaba unas bonitas vistas de las piedras redondeadas propias de los ríos que tienen fuertes caudales en época de fuertes lluvias, deshielos o simplemente por fuertes nevadas.

Salimos con chaqueta de invierno, por miedo a que lloviera o que hiciera frío, pues íbamos a pasar de los 2.000 metros de altitud. Pero fue todo lo contrario, hizo un calor bastante importante, que nos quemó bien y nos hizo sudar. Cuando los dispositivos GPS marcaban que llevábamos prácticamente 800 metros de desnivel acumulado pensábamos, ingenuos, que se acababa la subida. Pero no era así, seguíamos subiendo y subiendo, ahora por un valle impresionante, rodeado por altas montañas. No teníamos ni idea de hacia dónde iría el camino, que pasó de asfalto a tierra. Nos encontramos con algunos caballos, casi salvajes.

En este valle, donde el camino parecía que llaneaba, nos confiamos y pensamos que ya habíamos hecho toda la subida. Pero no, cruzamos el riachuelo por un puente antiguo, el camino pasó a estar hormigonado y otra vez a subir ¡no era posible! Sobrepasábamos ya los 1.000 metros de desnivel acumulado, algo no cuadraba con respecto a lo que vimos en el mapa indicativo. Siempre teníamos la opción de darnos la vuelta y bajar todo lo subido para regresar a casa, pero eso no solemos hacerlo en la Comunidad, salvo causa mayor.

Algunas veces, cuando pensábamos que no era posible que estuviéramos en la ruta 21, nos aparecía un pequeño cartelillo amarillo indicando que sí, que íbamos por la ruta 21 de BTT. Esto nos animaba y nos dejaba algo perplejos porque no nos cuadraban los números. Seguimos subiendo por el camino del Prüedo.

Unos kilómetros más arriba, vimos coches aparcados y gente haciendo senderismo, lo que nos animó a seguir subiendo. También vimos un indicador de que había un refugio de alta montaña. El camino hormigonado acabó y paso a camino de tierra. Giraba a la derecha para seguir subiendo. Las fuerzas empezaban a flaquear. Había mucha agua por todos lados, el camino lo cruzaban cada pocos metros unos pequeños hilos de agua. Vimos, de frente, algunos ciclistas que hacían la ruta en sentido contrario al nuestro, eran los primos ciclistas de montaña que veíamos.

Por fin el camino empezó a llanear, dejándonos unas impresionantes vistas de todo el valle por el que habíamos subido. Y empezó a bajar, cruzando por zonas de pastoreo de vacas. Bajamos muchos kilómetros, parando de cuando en cuando para descansar las muñecas, porque el camino tenía muchas piedras y la bici vibraba bastante.

Bajamos, hacia la izquierda, para bordear toda la montaña y llegar, de nuevo, a Arties. Cogimos la carretera por la que subimos y bajamos a Viella. Acabamos esta estupenda ruta de BTT, haciendo 50 kilómetros y 1.300 metros de desnivel acumulado. Volvimos a la autocaravana para ir a comprar algunas cosas que nos faltaban, regresamos, nos duchamos, comimos y a descansar y dormir la siesta un rato.