Z-Alosno y sus ríos

La ruta que resultó en poco se parece a la que tenía trazada, pues tuve que variarla en varias ocasiones por encontrarme con varias cacerías, y con alguna valla y con el río Oraque que llevaba mucha agua.
Habrá que probar en épocas más secas y sin caza.

DESCRIPCION DE LA RUTA

La ruta original pretendía atravesar el antiguo puente de Garganta Fría, sobre la Rivera de la Dehesa Boyal, al sur de Alosno, para luego volver al Norte y tomar la antigua carretera de Alosno a Sotiel, cruzar el Oraque por dos sitios diferentes y luego atravesar la Rivera de Agua Agria en otras dos ocasiones más al norte aún. Finalmente atravesar la Rivera de Agustín ya cerca de Alosno, subir al cerro Jure donde hay unas ruinas y retornar.
Al final la hice en sentido inverso, y sólo pude realizar la parte final, que además creo que era tomada de un track.

Nada más empezar esta ruta, vuelta atrás a Alosno por oír tiros justo delante de mí, y a ambos lados. Decido hacer la ruta a la inversa, con la esperanza de que a última hora de la mañana hubiera terminado la cacería.
En el sentido contrario el primer hito es ascender el cerro Jure, donde se supone que hay unas ruinas. Llegando al pie de cerro, me lanzan un disparo de advertencia (o eso creo, porque volví sobre mis pasos y no volvieron a disparar en mi dirección).
Primer vadeo importante, en este caso la Rivera de Agustín, sin mojarme, aunque creo que pasé andando. Los numerosos ríos y arroyos serán los mayores alicientes de la ruta, que por el resto, atraviesa parajes de dehesa abierta bastante degradada, aunque en esta época del año convertidas en verdes y agradables prados, con poco desnivel en general.
Al poco rato se llega a la antigua estación del Empalme (foto 1), donde una de sus vías ha dejado de existir, y la otra no se debe usar porque está invadida por la vegetación en algunos puntos.
En este punto se toma una pista menor, que en breve toma un desvío a la izquierda por un senderín con rodadas que lleva hasta un buen mirador dela Rivera de Agua Agría, desde las alturas. Gracias al track puedo seguir un pequeño cortafuegos que con gran pendiente desciende directo a la Rivera (foto 2). Ojo, que el tramo final tiene más pendiente que el incial, y además acaba en un zarzal junto al río.
Esta Rivera estaba bien cargada de agua, pero apoyándome en la bici consigo cruzarla casi sin mojarme los pies, aunque a la bici casi le cubre las ruedas por completo, y en un momento casi se la lleva la corriente (foto 3, antes de pasar la peor parte).
Desde aquí, subo por un empinado pero breve cortafuegos a pata, aunque al llegar a media altura veo una pista que desciende a la derecha, y compruebo que efectivamente lleva fácilmente hasta la Rivera, aunque en un punto unos metros distante del cortafuegos de bajada. Remonto de nuevo la Rivera, ahora por esta pista ciclable que se hace dura y cuando llego arriba, de nuevo cacería, aunque la ruta que llevo la rodea sin problemas, dando un gran rodeo, hasta bajar de nuevo a la Rivera de Agua Agria algo más hacia el Este.
Y otra vez a investigar por donde cruzar … En la foto 4 se ve cómo bajaba el río en la parte estrecha en este punto, y en la foto 5 por donde crucé. En este punto parece que hay una represa natural del río, donde cubre poco. Aunque no se ve bien el fondo, parece que el fondo es de roca y bastante liso, aunque no se aprecia bien la profundidad y el número de baches, y además, como el río baja ancho en este punto, no se ve bien qué hay más adelante. Pero como había multitud de seguidores animándome en las gradas (o porque no había mejor alternativa), me monto en la bici y tiro pedaleando con todo, Y PASO!!!!!! Sin mojarme un ápice, aunque esto es lo de menos porque aunque los ríos los estoy salvando bien, las numerosas zonas encharcadas me han empapado los pies hace rato.
Tras algún vadeo más y algún bosquete de eucaliptos que ameniza el paisaje por suponer un cambio, llego a la antigua carretera de Alosno a Sotiel, la cruzo e intento abrirme paso en dirección al río Oraque, en paralelo a la gran pista antes mencionada, pero en seguida debo rectificar al encontrarme fincas valladas. Vuelvo a la pista principal por otra menor en toboganes, que se hace muy divertida al estar las vaguadas totalmente anegadas o atravesadas por arroyos con bastante agua (ya cruzo sin pensarlo y sin mirar por donde, con decisión y fuerza).
Como ya se va haciendo tarde y de nuevo se ve frustada mi idea inicial, decido por lo menos llegar hasta el río Oraque para ver cómo va de agua, por la pista principal, que resulta ser más agradable de lo esperado. No hay tráfico, y a los lados de la carretera las fincas están repletas de animales, incluso viendo algunos ciervos. Hay amplias vistas, y el descenso al Oraque es corto pero entretenido, hasta llegar al sorprendente río. Un puente que debió ser grandioso ya no está, quedando sólo los pilares derruidos y los restos de la carretera a cada lado del río (foto 6). En su lugar, la pista sigue unos metros por la orilla del río hasta llegar a un supuesto vado, del que no había ningún rastro este día por la crecida. El entorno, muy agradable, aunque es una pena que el puente dejara de existir.
Vuelta por el mismo camino, con 1.900 metros al principio en los que se remonta al 5,5% de pendiente media desde los 36 m sobre el nivel del mar hasta los 142, para luego comenzar un falso llano hasta Alosno, este día con claro viento en contra, y con algún vadeo más, destacando la Rivera de Agustín.

Una vez en el pueblo, termino la ruta en la gasolinera local, para darle una limpieza a la bici y a mí mismo, que no nos reconocíamos.

En total, casi 51 km, y 1.060 m de desnivel acumulado.