Z-Exploracion Completa Ribera Valverde Y Barranco Marin

Ruta que marco como Z porque aunque hay tramos muy recomendables, la combinación de ellas obedece a una jornada de investigación que hice, y por tanto no es la óptima.
La ruta busca circular todo lo posible junto a la Ribera de Valverde, aunque como hay una parte muy conocida cerca del Cortijo de la Plata, esta me la salté.
Es un recorrido con mucha agua, con terreno no siempre ciclable pues hay tramos cortos en los que se marcha por el curso de la Ribera de Casa de Valverde o del arroyo del Barranco de Marín. Pero la riqueza paisajista es indudable, y además ofrece la diversión de rodar por agua, a quien le guste.
DESCRIPCIÓN DE LA RUTA Y CRÓNICA DE LA JORNADA
Punto de partida en las cercanías de la Antigua Venta las Tablas, para acercarme más a la zona central de la Ribera de Valverde, que es la zona que quería explorar.
Tras un pequeño primer rodeo para evitar el pequeño tramo por la carretera de Valverde a La Palma, que tiene algo de tráfico, tomo el repetido y aburrido carril del Manzanito, que curiosamente como calentamiento inicial de la ruta no se lleva tan mal. Muy buenas vistas.
En la ruta de la semana anterior había observado desde la Ribera un sendero que bajaba hasta la misma y que podría enlazar con el carril antes mencionado, así que a buscar. Encontrado sin problemas, resultó ser una pequeña pista típica de la zona, sin mucho desnivel, salvo en tres tramos cortos, siendo el más largo el que da justo a la Ribera. Podría valer hasta como ascenso.
A partir de ahí tramo ya conocido por la Ribera, que tras un primer cruce de la misma se desarrolla por una buena pista en paralelo al río, y nos deposito en un vado que permite cruzar la Ribera en seco (foto 1).
Al poco de iniciar la subida hacia el carril del Manzanito, tomamos desvío a la izquierda, de nuevo bajando hacia la Ribera, por un tramo que no conocía y que es muy agradable, y en el que el río está menos encajonado. Aquí destaca un fuerte meandro del río, que ha partido un espolón rocoso de una sierra para abrirse paso (fotos 2 y 3). Junto a la pista queda el extremo desgajado del espolón, al que es sencillo trepar, y desde el que las vistas no son fáciles de reflejar en fotos (foto 2).
Destrepe no tan fácil y retomamos la bici por pista sencilla junto a la Ribera hasta cruzar de nuevo la Ribera, paso este que no recuerdo, por lo que es posible que fuera cementado. Tras este vado, el valle se abre bruscamente a ambos lados de la Ribera, sobre todo a nuestra derecha. Las propias orillas muestran un prado de cierta amplitud y termina la pista, que engancha hacia la izquierda con una, que parece que va hacia la pista del Parral, según me indica un paisano, como pista en mejor estado en las cercanías.
Como le indico que no busco buenas pistas, me dice que siga por la Ribera y me encontraré una menor, tras dos vados del río. El primero es este día por una remansa poza, pero con suelo duro y por tanto ciclable, aunque con bastante agua, siempre cristalina. Al poco, de nuevo a cruzar la Ribera, esta vez por una especie de represa natural y fondo de abundante roca, más complicado sobre la bici.
Y aparece la pista tímidamente, para ascender también poco a poco hasta la pista que va desde el puente derruido del Tornero (así se debe llamar según el vecino anteriormente mencionado) hasta las Zahurditas (por el Majadal Alto). Pero justo unos metros antes de tomar esta gran pista, me desvío a la derecha a investigar pistas. Este desvío no merece particularmente la pena, pues son pistas pequeñas pero que tampoco aportan nada especial, circulando bajo un pinar y con algún tramo de descenso por cortafuegos. Al final, la pista desaparece cerca de la Ribera, lo que no evita tener que bajar un tramo corto andando campo a través, primero entre pinos y luego entre jaras, para finalmente cruzar la Ribera, de nuevo ciclable este día, por una agradable poza truchera.
Todo esto se puede evitar bajando por la pista normal, y no nos perdemos demasiado, salvo la poza (foto 4), a la que de todas maneras se puede acceder en breves metros desde la pista principal, y por pista. Si no obstante se quiere hacer la bajada por pistas pequeñas, antes del desvío que tomé yo hay otro que tenía mejor pinta y ahorra el tramo por el cortafuegos, muy descompuesto.
Desde el puente derruido del Tornero, pruebo a un lado y a otro, y no parece asequible seguir por la Ribera, y como quiero dejarme tiempo para disfrutar del Barrando de Marín, comienzo el retorno ascendiendo al Manzanito por la pista habitual, que siempre había hecho en descenso, y que en ascenso permite disfrutar de buenos paisajes. Subida de 220 m de desnivel en 3 km (7,3% de media).
Desde arriba del poblado del Manzanito, tomamos de nuevo su carril hasta el mismo desvío tomado por la mañana, para en pocos metros buscar la bajada a la Ribera por el Barranco de Marín. El primer tramo lo hago por la pista ya conocida que circula por la cresta de una sierra sobre el Barranco hasta el cruce del pequeño cortafuegos que baja al arroyo. En lugar de bajar decido investigar una pista a la derecha que baja hacia el fondo del Barranco en dirección contraria a la Ribera de Valverde, y encuentro la huella de una enduro que circula junto al arroyo del Barranco. Así que lo sigo hacia arriba andando para ver cómo es y con qué pista engancha. Debe ser un descenso divertido, por un muy estrecho sendero cerca del pequeño arroyo, y con algún tramo corto muy técnico (foto 5).
Llego hasta arriba del enduro para que marque el gps, y vuelta a por la bici, para luego rodar por la pequeña pista bajo bosque mediterráneo hasta el cruce antes mencionado, y cortafuegos para abajo hacia la parte más caudalosa del Barranco de Marín.
Desde aquí, conforme comentado en alguna ruta anterior, se rueda casi todo el tiempo (600 m y unos 10 minutos) por el cauce del arroyo, con algo de agua y fondo de rocas en general suficientemente pequeñas como para poder ciclar en la mayor parte de este tramo, sólo poniendo pié en suelo breves segundos en multitud de ocasiones. También se hace un tramo por sendero junto al arroyo, y hay algún salto pequeño hacia el agua.
El arroyo se incorpora a la Ribera cerca de la Plata, en una zona ya muy conocida, desde donde decido tomar el camino más rápido a las Tablas, por una bien conocida pista de ascenso al carril del Manzanito, algo rota y con alguna rampa dura, sobre todo al principio. Eso sí, antes hay que cruzar de nuevo la Ribera de Casa de Valverde 2 veces más, la primera difícilmente ciclable, aunque algún compañero lo ha intentado sin éxito en alguna ocasión.
Tras el largo repecho, que afortunadamente tiene descansos, y buen paisaje, de nuevo carril del Manzanito y vía rápida hacia el coche, para terminar una jornada corta en distancia, pero larga en intensidad, diversión y disfrute de la naturaleza en paisajes de lo más aislados.


39 km, 1.135 m de desnivel acumulado, y mucho tiempo dedicado a disfrutar de la naturaleza y a hacerme los videos a mí mismo.