Z-Las Tablas Salomon Cortecillas Y Ribera

Ruta realizada en Octubre de 2011, al siempre espectacular Cerro Salomón. Sólo con llegar allí y comer algo sobre el abismo merece la pena el día, aunque en este caso, al final de la vuelta, probamos un largo tramo por la Ribera de Valverde todo a pie.

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA

Salida de Las Tablas hacia el Manzanito, por un carril muy pulverulento ese día. Afortunadamente nos desviamos pronto a la derecha por una pequeña pista que se interna en un umbría pinar junto a un arroyo, acercándonos a una zona que se debió quemar hace cierto tiempo.
Todo este tramo es muy agradable, y se prolonga durante bastantes kilómetros, enlazando siempre pequeñas pistas bajo eucaliptos (foto 1) y sobre todo pinos, casi sin pisar pistas mayores que sólo atravesamos.

De esta guisa, de pronto el paisaje se abre bastante, entramos en un profundo barranco que nos bajará hacia el Río Tinto, a la altura de las Cortecillas.

Tras las oportunas fotos de este curioso río, y de la abandonada vía del tren minero inglés, y aunque se aprecia perfectamente desde donde estamos la rampa que nos espera, iniciamos el ascenso, que afortunadamente luego se hace mucho más gradual.

A medida que ascendemos más se abre el deforestado paisaje y empiezan a aparecer grandes pistas. Aunque hubo dudas, en un cruce a la derecha consigo que el grupo se desvíe hacia el Cerro Salomón, que debe ser menos conocido de lo que se merece, porque cuando llegamos al cerro que lo domina desde arriba, donde acaba la pista, de nuevo surgen dudas.

Suelto la bici y empiezo por mi cuenta el descenso hacia el Cerro, y como suele ser habitual, el no dar opción funciona y al final se apuntan todos.
Cresteamos, trepamos y despretamos un par de riscos (en este punto da el máximo y mínimo desnivel de la ruta, obviamente hecho a pie), entre un frondoso bosque mediterráneo que afortunadamente se ha respetado en toda la ladera del curso del río, y llegamos al istmo que une el Cerro Salomón con el resto del mundo.

Al final el ambiente apaciguó la Agonía, y nos quedamos un buen rato disfrutando del paisaje, comiendo algo y charlando, y el reportero de la jornada haciendo múltiples fotos, de las que adjunto algunas.

Pero todo lo bueno se acaba, así que retomamos la ruta, y la siempre dura salida del Cerro Salomón, al pasar de unas espectaculares vistas del embarrancado Río Tinto, entre sus frondosas laderas de bosque mediterráneo, a una zona de intensa explotación forestal, en este caso totalmente pelada, por pistas cada vez mayores, y encima en ascenso hasta el poblado del Manzanito, donde creo que tuvimos que pedir agua a los siempre pacientes vecinos.

Como era pronto decidimos bajar a la Rivera de Valverde y hacer un tramo junto a la misma, conforme estaba previsto, pero surgieron algunas dudas sobre el punto de salida, sobre todo porque el que tenía previsto es por un sendero estrecho con mucha pendiente al principio, aunque luego mejora (sólo lo he hecho de bajada). Tras larga discusión se descarta subir por la ladera opuesta, por donde hay que hacer un gran rodeo y un par de buenas subidas antes de bajar al Cañamar, así que casi por descarte seguimos por la Rivera, aunque no hay pista ni sendero ni nada.
Este tramo se hizo muy pesado, incluso pasando por zonas donde el cauce del río era cerrado por farallones de roca que impedían el paso, teniendo que buscar vía más arriba, donde la vegetación hacía casi imposible caminar.

Cuando tras un largo rato conseguimos salir de allí, tomamos la directa subiendo al carril del Manzanito por una de las clásicas pistas habituales, y de ahí a Las Tablas rápidamentem, que era tarde.

En total, 49 km y unos 900 metros de desnivel acumulado, en una ruta muy variada, divertida y espectacular, salvo por el último tramo de la Rivera.