Zaragoza-Vedado de Peñaflor-Villamayor de Gállego

Es uno de los desconocidos parajes que estando tan cerca de Zaragoza conviene acercarse a visitar, bien sea andando, corriendo, en bici, en familia, etc. En primavera los campos de cereal aún están muy verdes, las flores y amapolas se encuentran en su máximo esplendor, los pajarillos y otros animales contribuyendo a una explosión primaveral… por lo que junto a unas magníficas vistas de Zaragoza desde el alto, recomiendo a todos los apasionados de los grandes espacios y de los rincones escondidos siempre con la máxima tranquilidad que os acerquéis por allí de una forma o de otra.
Salimos desde Zaragoza por la Avda. Cataluña y tras pasar la gasolinera tiramos hacia Montañana. Pasada la olorosa y desvencijada fábrica de papel del Grupo Torras, seguimos por el asfalto (recomiendo ir casi por el medio de la calzada para evitar que los coches nos adelanten a un palmo de distancia y a gran velocidad, si te pones por el medio, frenan y te adelantan a velocidad baja, es más seguro) hasta los viveros Laraflor. En seguida el primer camino a la derecha (Camino del Molino) recientemente asfaltado es donde empieza la ruta. Más adelante se acaba el asfalto y tiramos hacia el Norte dirección a Peñaflor. Esta primera parte de la ruta es un poco sosa, de transición. Ya en Peñaflor, el paisaje cambia. Hacemos una parada para observar la magnífica torre mudéjar de la iglesia de Peñaflor y comprar en la panadería unos “Tortos de Peñaflor” para comerlos en el alto, posteriormente (muy recomendables). Salimos de esta población dirección a la ermita de San Cristóbal, de poco interés arquitectónico desde el exterior, pero como tiene unas mesas y está rodeado de un tupido pinar merece la pena acercarse (hay sombra). Después atravesamos el pinar en línea recta hasta retomar la pista que nos llevará al Vedado de Peñaflor. La subida es suave e interesante por la cantidad de vegetación que se observa. Tras pasar una zona de Picnic con inmensos árboles y barbacoas precintadas afrontamos la última subida hasta el alto que se hace un poco más empinada. Desde la torre de vigilancia de incendios de los forestales observamos unas magníficas vistas de Zaragoza. Continuamos la ruta atravesando el pinar y serpenteando por los campos de cereal enfilando poco a poco hacia Villamayor de Gállego en suave descenso. Tras atravesar una subestación de tamaño considerable llegamos a Villamayor donde visitamos la iglesia y su torre, uno de los principales atractivos del pueblo, de estilo mudéjar y con la particularidad de tener planta octogonal. Desde la fuente de la plaza, sentados en un banco podemos comer algo, hidratarnos, reponer agua, refrescarnos o incluso tomar “una ámbar”. Desde Villamayor podemos volver por el camino del Molino hacia la carretera de Montañana, por la carretera de Villamayor o por caminos con poca pérdida. En definitiva, ruta ideal para primavera y sin viento. En verano cuidado con el calor y sólo tendremos agua en las fuentes de los pueblos. Se puede hacer más corta saliendo de cualquiera de los pueblos. (Vaya rollo que os he “soltao”)