zestoa-ondarbaso-pagadizabal-mueta-zestoa 2-04-19
near Zestoa, País Vasco (España)
Viewed 1085 times, downloaded 40 times
Trail photos
Itinerary description
Zestoa (Gipuzkoa) situada a los pies del macizo de Izarraitz y a orillas del río Urola, villa de gran tradición termal, es muy conocida por las propiedades curativas de sus manantiales. Su balneario lleva en funcionamiento desde 1804 y permite disfrutar del beneficio de sus aguas descubiertas a finales del siglo XVIII.
Al igual que le ocurrió a Ernest Hemingway, que se enamoró de estos territorios en los años veinte del siglo pasado y que mantuvo ese amor durante toda su vida, al que suscribe le pasa algo parecido con esta maravilla de entorno enclavado en el País Vasco.
Tras decidir pasar en familia unos días en el balneario de la Villa, tres fueron los retos que me propuse alcanzar con mi bike. Así que realizando unas consultas con usuarios de Wikiloc, llegué a la conclusión de trazarme unos tracks donde pasar una horas disfrutando de esta impresionante naturaleza, siempre bajo el predominante monte de Erlo y El Xoxote.
Tercer día de ruta por este encantado bosque en Zestao, hoy seria mas corto pero con la idea de que algo me sorprendería, ya que tenia trazado un recorrido por el que difícilmente divisaba en los mapas el kilómetro desde Pagadizabal a Mueta, por su frondosidad.
Sin prisa como es costumbre en mí sombra, después de los baños relajantes en el balneario, cambio el albornoz por el de enduro y a pedalear, de nuevo por debajo del Erlo y desde otra perspectiva. Apenas dejo el llano de los primeros metros por el abandonado campo de futbol, encaro la subida de cuatro kilómetros alcanzando cuatrocientos metros de positivo, no me asfixio ya que el panorama es digno de recopilar con las fotos correspondientes.
Me llaman la atención los carteles con la denominación de las casas "San Bizente" y parajes donde encuentro una serie de bancos "estos dan mucho a cambio de nada" donde relajarse y admirar el valle.
Todo es relax, hasta para el guardián canino en la casa de Ondarbaso, que ni se inmuta a mi paso. A partir de aquí se acaba el cemento y empieza el espectáculo donde la Naturaleza es caprichosa y brinda una serie de caminos y sendas a cuál mas vistosa, que ya me agradaría encontrar sin desmerecer nada por Mí Tierra, como Nino Bravo dejó inmortalizada con su canción.
Si al principio eran dudas sobre ese kilómetro, ahora es satisfacción y placer el haber decidido este pequeño recorrido, en medio de la nada y absolutamente enamorado de esta Natura. Si en las anteriores salidas, el murmullo era el trinar de los habitantes voladores del monte, en esta ocasión se unió el de una moto-sierra haciendo su trabajo, que por momentos pensé en haberme topado con un circuito de motocrós, alabada sea la naturaleza de no ser así.
El fin de esta pequeña aventura fue llegar a la vía verde, y pasando por el túnel, bajar al balneario tras escasas dos horas de bici, concluyendo otra ilusión de haber recorrido parajes desconocidos y haber descubierto lo fascinante que es programarse unas aventuras y llevarlas a cabo.
Al igual que le ocurrió a Ernest Hemingway, que se enamoró de estos territorios en los años veinte del siglo pasado y que mantuvo ese amor durante toda su vida, al que suscribe le pasa algo parecido con esta maravilla de entorno enclavado en el País Vasco.
Tras decidir pasar en familia unos días en el balneario de la Villa, tres fueron los retos que me propuse alcanzar con mi bike. Así que realizando unas consultas con usuarios de Wikiloc, llegué a la conclusión de trazarme unos tracks donde pasar una horas disfrutando de esta impresionante naturaleza, siempre bajo el predominante monte de Erlo y El Xoxote.
Tercer día de ruta por este encantado bosque en Zestao, hoy seria mas corto pero con la idea de que algo me sorprendería, ya que tenia trazado un recorrido por el que difícilmente divisaba en los mapas el kilómetro desde Pagadizabal a Mueta, por su frondosidad.
Sin prisa como es costumbre en mí sombra, después de los baños relajantes en el balneario, cambio el albornoz por el de enduro y a pedalear, de nuevo por debajo del Erlo y desde otra perspectiva. Apenas dejo el llano de los primeros metros por el abandonado campo de futbol, encaro la subida de cuatro kilómetros alcanzando cuatrocientos metros de positivo, no me asfixio ya que el panorama es digno de recopilar con las fotos correspondientes.
Me llaman la atención los carteles con la denominación de las casas "San Bizente" y parajes donde encuentro una serie de bancos "estos dan mucho a cambio de nada" donde relajarse y admirar el valle.
Todo es relax, hasta para el guardián canino en la casa de Ondarbaso, que ni se inmuta a mi paso. A partir de aquí se acaba el cemento y empieza el espectáculo donde la Naturaleza es caprichosa y brinda una serie de caminos y sendas a cuál mas vistosa, que ya me agradaría encontrar sin desmerecer nada por Mí Tierra, como Nino Bravo dejó inmortalizada con su canción.
Si al principio eran dudas sobre ese kilómetro, ahora es satisfacción y placer el haber decidido este pequeño recorrido, en medio de la nada y absolutamente enamorado de esta Natura. Si en las anteriores salidas, el murmullo era el trinar de los habitantes voladores del monte, en esta ocasión se unió el de una moto-sierra haciendo su trabajo, que por momentos pensé en haberme topado con un circuito de motocrós, alabada sea la naturaleza de no ser así.
El fin de esta pequeña aventura fue llegar a la vía verde, y pasando por el túnel, bajar al balneario tras escasas dos horas de bici, concluyendo otra ilusión de haber recorrido parajes desconocidos y haber descubierto lo fascinante que es programarse unas aventuras y llevarlas a cabo.
Waypoints
Waypoint
184 ft
Vía Verde
Comments (2)
You can add a comment or review this trail
Esta que? No te dejaron más tiempo jejeje
Jejeje, cumplí con el objetivo previsto, recorrer otra parte del Erlo y descubrir que siempre hay que intentar llegar a lo programado. Con el tiempo nos damos cuenta que el esfuerzo siempre recompensa, donde hay sombras me lo pase en grande.