150425 Ruta por carril bici/carretera de 110 km a Canencia en monociclo de 36'.

El track no esta completo, falta la vuelta. Ya que apagué el móvil en el puerto de Canencia para no quedarme sin batería.

Los datos registrados son:
Hora Inicio: 04/25/2015 09:04
Hora Fin: 04/25/2015 14:10 + 19:10
Distancia recorrida: 55km (05:05) + 55km (5:00)
Tiempo en movimiento: 03:58 + 03:30
Velocidad media: 10,8km/h
Vel. en Mov.: 13,8km/h final 15 km/h
Velocidad Máxima: 21,2km/h final 22.3 km/h
Altura Mínima: 576m
Altura Máxima: 1457m ¿? El puerto esta a 1524 metros
Velocidad Ascenso: 530,6m/h
Velocidad Descenso: -482,1m/h
Ganancia Altitud: 1428m
Pérdida Altitud: -612m
Tiempo Ascenso: 02:41
Tiempo Descenso: 01:16

Monociclo: Nimbus Oracle 36" con bielas de 145 mm.

Crónica:

[36"] Madrid - Puerto de Canencia

25 de Abril de 2015

Hoy he salido de mi casa con destino a Miraflores de la Sierra, a 48 km. Con la intención de alcanzar los 100 km en un viaje de ida y vuelta.

En otra ocasión llegué a Soto del Real, haciendo 75 km. Pero acabé muy mal de piernas y sobretodo de culo.

Esta vez preparé mejor el monociclo. Para ello le instalé un sillín plano, concretamente el modelo Fusión Zero de KH.

Los sillines habituales en v resultan adecuados para sujetarse bien, pero no me parecen los más adecuados para pasar muchas horas encima. Las primeras pruebas con el sillín Zero fueron negativas, ya que los bordes duros de los laterales se me clavaban en las ingles. La solución fue añadir una funda de gel y encima otra funda que lo sujetara todo.


La ruta:

Salí de casa a las 09:10 con un cielo gris y una temperatura fresquita, ideal para rodar. Enseguida tome el Anillo ciclista y lo seguí hasta enganchar con el carril bici de Colmenar Viejo.

Los kilómetros iban pasando rápido y de forma amena, al ser adelantado por numerosos ciclistas, con los cuales intercambié algunas palabras sobre la marcha.

Me programé la ruta mentalmente, para dosificar fuerzas y comida. Llevaba tres mandarinas, una pera, un trozo de pan de higo y unas galletas. Decidí parar cada 10 km para ahuecar la entrepierna y estirar un poco los músculos.

El carril bici de Colmenar es fenomenal para rodar, tiene constantes cambios de inclinación, que la convierte en una ruta muy entretenida. Durante todo recorrido bebí mucho agua, gracias al cómodo Camelback que llevo en la espalda.

Al Llegar a Colmenar Viejo (km 25), decidí almorzar un par de mandarinas debajo de un puente que soporta la M-607. Unos pocos minutos después seguí la ruta con fuerzas renovadas y la música a tope. Poco después el culo se empezó a resentir y comencé a reducir la frecuencia de las paradas a 5 kilómetros.

Al llegar a Soto del Real (km 37) me alegré de llevar ya un tercio del recorrido y de que a partir de ese punto empezaba “territorio inexplorado” (en bici lo tengo más que trillado).

Los primeros rampones los subí y bajé con bastante respeto ya que me iba reservando para las cuestas de entrada a Miraflores de la Sierra. Me sorprendí a mí mismo por la facilidad que subí esas cuestas, la verdad es que este chisme sube fenomenal a pesar de no llevar cambios. Será por las bielas de 145mm que le puse.

Ya en Miraflores, me senté en la terraza de un restaurante que estaba rodeada de bicis aparcadas y de ciclistas devorando tapas de todo tipo. Me dije: “Este debe ser un buen sitio” y luego dije “Por favor un bocata de chorizo frito y una cocacola”. Al volver el camarero, me trajo lo pedido y una tapa de patatas alioli. Le devolví los platos tan limpios que los podría haber usado sin pasar por el lavaplatos.

Con el depósito lleno de chorizo y cuarenta y cinco kilómetros en las piernas, me pareció factible subir un puerto de montaña. Además faltaban 5 km para llegar a los 100 km de ida y vuelta. Me dispuse subir al puerto de Canencia, ya que el puerto de Morcuera era demasiado tute para la primera vez.

Esas primeras cuestas junto con las últimas del puerto, resultaron ser lo más duro de la ascensión. El resto fue muy llevadero y clemente, gracias a los cambios de pendiente en los que podía bajar las pulsaciones.

En la subida me puse bastante veces de pie sobre los pedales, lo que ayudó a liberar el culo de la presión, pero después resultó ser negativo, ya que pagaría con fuertes tirones en los cuádriceps.

Cuando faltaban un par de kilómetros para coronar, hice una parada de unos minutos, para afrontar las últimas y temidas rampas con el corazón descansado. Me decía a mí mismo que mirase al suelo, que era mejor no ver lo que me esperaba y así pude subir con mucho esfuerzo, a punto de perder el equilibrio por la baja velocidad.

Brazos arriba al llegar al chapón que marca el puerto y premia con la cota superada.

Tiré unas foto, me puse el impermeable paravientos, la braga hasta las gafas y pa bajo.

Ups! Se me olvidaba volver a encender el GPS del móvil, pero al fijarme que sólo que quedaba un 10% de batería,, decidí apagar el teléfono completamente con el fin de reservar la batería para emergencias. Total, el trozo de track que me falta es exactamente igual al que llevo.

El descenso me pareció cortísimo, hice una parada en una fuente de Miraflores para rellenar el pellejo de agua. Allí se me acercó un ciclista curioso, con el que estuve hablando un buen rato. Arrancamos para no quedarnos fríos y salimos del pueblo charlando de monociclos.

La carretera entre Miraflores y Soto del Real es algo peligrosa por la falta de arcén. Pero a esa hora ya no había casi tráfico.

La vuelta resultó más aburrida, ya eran las tres de la tarde, no había nadie en el carril bici y no tenía música. Me dediqué a ver el paisaje, que estaba muy verde de todo lo llovido.

Pasé Colmenar Viejo con el culo en modo mandril y un poco antes de llegar a Tres Cantos se me enciende una luz con la idea de subir algo más el sillín. Habitualmente llevo el sillín un pelín bajo para practicar muni. Le saqué la tija unos tres centímetros y al subir de nuevo al monociclo, pensé que me había pasado. Di unas pedaladas tambaleantes, por el cansancio y el cambio de geometría, pero conseguí estabilizarme. Fue mano de santo, los últimos 20 kilómetros los hice sin apenas molestias en el culo.

Llegué a casa bastante entero a las 19:10 con el tiempo justo de darme una ducha y salir pitando para ejercer de padre responsable.