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Vilanova i la Geltrú - Pineda de Mar

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Author

Trail stats

Distance
87.48 mi
Elevation gain
5,902 ft
Technical difficulty
Moderate
Elevation loss
5,922 ft
Max elevation
1,527 ft
TrailRank 
32
Min elevation
0 ft
Trail type
One Way
Time
10 hours 45 minutes
Coordinates
3826
Uploaded
June 29, 2020
Recorded
June 2020
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near Vilanova i la Geltrú, Catalunya (España)

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Itinerary description

Mi ruta en monociclo eléctrico más ambiciosa hasta la fecha—los 149 km que separan Vilanova i la Geltrú de Pineda de Mar. La autonomía de la KS16X está demostrando estar más que a la altura para rutas de estas distancias (si se recarga comiendo)

Saliendo de Vilanova se llega, subiendo por al lado del faro, por un sendero por el bosque hasta Sitges. Se cruza Sitges entera para empalmar con los 8 km de pista forestal, por el Parque Natural del Garraf, que llevan hasta la Plana Novella, donde se encuentra el Monasterio Budista del Garraf (km 18). De ahí se recorren los 11 km de la serpenteante “carretera del Rat-Penat a la Plana Novella”, subiendo durante 6 km hasta los 467 m de altitud, rodeado de una magnífica panorámica de la cordillera montañosa a lado y lado (con el Puig Servós a la izquierda y la Mata-Rodona, el Turó Rodó y Puig Espinal a la derecha), para luego bajar hasta el nivel del mar en los 5 km siguientes, con una vista INMEJORABLE de las montañas que se rinden gradualmente a la costa. Las curvas sinuosas que por las que se baja hasta la costa a son un goce, pero cuesta mantener la vista fija en la carretera mientras se despliega ante uno tal paisaje. Buen momento para recargar lo gastado en la subida con la regeneración de la rueda.

Desde Port Ginesta se recorre todo Castelldefels Platja i todo Gavà Mar (hay carriles bici a lo largo de toda la costa), para luego cruzar la C-31 y, pasando por entre los campos y unos inesperados carriles bici, llegar hasta la T1 del aeropuerto del Prat. Se bordea el aeropuerto, todo por carriles bici, hasta llegar a orillas del río Llobregat, por donde se sube, pasando de largo el Prat de Llobregat, hasta cruzar el río a la altura de Cornellà / el estadio del RCD Español. Desde ahí se llega, casi todo por carriles bici (salvando alguna calle 30), hasta l’Hospitalet de Llobregat, desde donde se baja a la estación de tren de Bellvitge y la Gran Vía, que seguimos hasta pasado plaza España. En C/ Vilamarí subimos dos calles hasta Consell de Cent para coger el carril bici (mucho mejor que el de Gran Vía ya que no es ni de adoquines ni sobre la acera).

Seguimos por Consell de Cent hasta empalmar con la Avda. Diagonal, que se recorre en su totalidad, pasando Glòries y bajando hacia el mar, hasta la Avda. Eduard Maristany. Seguimos recto hasta llegar a Badalona, y desde aquí avanzamos alternando entre paseo marítimo, calles 30 (muchas cortadas al tráfico de coches, sea por COVID-19 o por el temporal Gloria) y carriles bici, a lo largo de la costa (a menudo con la vía del tren a la izquierda y el mar directamente a la izquierda—muy de agradecer la brisa marina), pasando por el Masnou, Premià de Mar y Vilassar de Mar, hasta llegar a Mataró (km 34), donde tocó meterse por interior ante la imposibilidad de seguir a tocar de la arena. Podría haber retomado la vía costera en Caldes d’Estrac, pero entre Canet y Calella tocaba hacer un trozo de nacional, cosa que no me apetecía tener que coger, así que opté seguir por interior, bordeando Caldetes, Arenys de Mar y Canet por interior, alternando entre caminos de tierra entre los campos y calles residenciales tranquilas y sin tráfico.

Se agradeció el cambio de paisaje—la costa es preciosa pero después de 35 km, se empieza a hacer repetitiva (y lo plano acaba aburriendo 😉). El cambio de ritmo también fue más que bienvenido: no se puede correr ni en las zonas compartidas con peatones ni en los caminos de tierra que bordean la costa—hay muchos “parches” de arena blanda donde es fácil acabar de boca si uno se despista. Incrementar la velocidad también ayuda a resfrescarse un poco, creándose uno su propio “viento” 😄

Bajada a la costa en St. Pol de Mar (km 60), y retomamos de nuevo la ruta por el interior, de nuevo por interior, salvando en muy poca distancia los 234 m de desnivel del Turó de Golinons. De ahí, todo cuesta abajo hasta el principio del Passeig Garbí de Calella, y de ahí todo recto, prácticamente a tocar de la arena, hasta Pineda.

Una ruta muy agradable que valió la pena hacer y espero repetir pronto, quizás en compañía 😄

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