A VUELTAS CON EL MORRON LARGO. SIERRA ESPUÑA

Esta montaña es una pequeña gran montaña, pequeña por la altura, no llega a los mil metros, grande ..... por todo lo que disfrutamos en ella.
Da muchísimo juego, con multiples posibilidades, sin trepadas, con zonas de trepa fácil, de trepa más complicada, con dura pendiente para meterte caña, por sitios más cómodos, por camino, por senda, etc.

Es como el anuncio de la Coca-cola, para los más tranquilos, para los más nerviosos, para los aventureros, para los que trepan, para los que destrepan, para los seguidores de Chaikovsky, para los que quieren ver halcones, para los que quieren disfrutar de un momento sublime, en fin ...........para todos.

¿Por qué tanta fascinación por el Morrón Largo? Enumero las subidas y del resultado saldrá la repuesta por si sola.
De Oeste a este las subidas que hemos hecho son:

1ª Las Piteras.
2ª Espolón de Chaikovsky.
3ª 1ª grieta con pedriza.
4ª 2ª grieta oeste.
5ª Grieta o canalón central.
6ª Grieta Este.
7ª Cresta Este.
Además de poder subir por la pista forestal y por la senda de la casa del Peñon!!!!!!

Hombre!!!!! después de tener la suerte de encontrar una montaña, tan cercana a casa y que nos brinda todas estas posibilidades, es justo reconocer la importancia que tiene el Morrón Largo o Tres Picos para nosotros.

En esta ocasión, partimos desde los Chalet que hay subiendo hacia la Santa. Tomamos el cauce de la rambla de la Santa y subimos por el hasta el momento en el que se cruza la senda con la rambla, aquí dejamos la rambla y nos metemos en la senda a la derecha, a unos diez metros, sale un rastro de senda que corta hacia arriba y que nos lleva hasta la senda de los pistacheros.
Al llegar a la senda, la cruzamos y cogemos el antiguo cortafuegos hecho con piteras (todavía se pueden observar algunos restos de esta antigua práctica para realizar cortafuegos de este tipo en otros lugares de Sierra Espuña) y lo subimos entero, al llegar al peñón de roca solitario, lo bordeamos y nos dirigimos hacia la base de las paredes del Morrón Largo.
Primeramente recorremos toda la base de las paredes, hasta llegar a la grieta este, por donde hacemos nuestra primera subida, nos metemos por la grieta para poder empezar a crestear, este cresteo es muy entretenido, cuanto más a la izquierda más roca y mejores vistas (cuidado con el cortado), a la derecha más chaparras molestas, pasamos por el árbol en Y hasta llegar al vértice geodésico.

Una vez aquí, vamos hacia el oeste y bajamos por la segunda grieta oeste, una bajada fácil por una pedrera, una vez bajamos, estamos otra vez en la base de las paredes, pues otra vez hacia el este, pero esta vez nos quedamos en la grieta o canalón central y subimos por aquí. Al principio hay un par de trepadas fáciles y al final para salir también hay que poner las manos pero tampoco algo complicado.
Esta grieta te saca justo entre el vértice y la caseta de vigilancia contra incendios.
De nuevo arriba, nos dirigimos otra vez hacia el oeste para en este caso, bajar por la primera grieta oeste, (que baja junto al Espolón de Chaikovsky) esta bajada es también una bajada fácil por piedra descompuesta que nos deja otra vez en la base de la pared, pero en esta ocasión, volvemos por nuestros pasos, y bajamos por las piteras, hasta la senda de los pistacheros, que cruzamos y seguimos bajando por el rastro de senda por el que habíamos subido, hasta llegar a la senda de Mortí que sube a los Molejones.
Un vez en la senda, ya no volvemos por la rambla, sino que nos montamos en la senda y hacia la izquierda bajamos hasta encontrarnos el desvío que sale a la derecha y que cogeremos para llegar de nuevo hasta el punto de inicio.