Agarrate Como Puedas

Cuando alguien se asoma al inicio del PR TE 26, se enfrente a unos paredones que parecen infranqueables y a una retadora aguja que se desgaja del resto.
Esos serán los retos de esta corta pero intensisima ruta.
Eran dos cosas que tenía pendientes, a la espera de la conjunción de astros necesaria.
Más que de astros ha sido de Bloggers, cuando hemos entrado en calor han empezado a aparecer camisetas de Sendero Xtrem, Casiaventurilla, las Rutas de Moskys, Esto se Empina y las nuestras. Antes de la descripción el capítulo de consideraciones, no es una ruta para cualquiera. Hay que estar acostumbrado a las grandes pendientes tanto de subida como de bajada en terreno suelto e inestable. Hay varias trepadas y destrepadas. Aconsejable el uso del casco en el tránsito por las pedreras. Y lo más importante ser conscientes de nuestras limitaciones y utilizar el sentido común. Yo sólo me he atrevido a hacerlo con gente que controla la montaña más que yo.
Iniciamos la ruta desde la indicación del PR TE 26, que seguiremos bajando por el barranco Malo hasta la indicación de la Fuente del Julianico.
Aquí tomamos una senda que junto al río remonta hasta la palanca en el camino de la Tormeda.
Tomamos el camino para seguir junto al Regajo de la Nava hasta enlazar nuevamente con el PR TE 26 y seguir hasta la base del salto que realiza el Regajo para abandonar la Nava.
Es una zona muy húmeda, con pozas en el barranco. Hay grandes hiedras que trepan por los pinos y algunos ejemplares de mostajos y pudios.
De vuelta al camino ya entramos en la canal, que está ocupada en gran parte por una pedrera, con piedras de tamaño medio.
Se alcanza un escalón rocoso que se pasa por una repisa por la izquierda entre unos arbolillos y la pared.
Tras el escalón la canal se abre un poco en una zona con una gran sabina y algún pino negral destacable. Es un buen lugar para tomar un respiro, y si se quiere recorrer una faja a la derecha hasta un rellano enfrente del Regajo de la Nava.
Más arriba la canal se estrecha hasta convertirse en un corredor que necesita una trepada no demasiado complicada.
Y prácticamente ya estamos arriba donde almorzamos al borde del abismo.
Seguimos para retomar el PR TE 26 en la senda del Carboncillo para acercarnos al próximo objetivo.
A la altura de un gran pino abandonamos el sendero para ir subiendo en diagonal por terreno descompuesto hasta un colladito previo al Altarico.
Nos podemos asomar por una faja a las canteras hacia el norte. Se ve claramente una pequeña aguja que sobresale de las paredes, el Altarico Chicuto.
Solo nos quedan dos trepadas separadas por una amplia repisa antes de hoyar la cumbre del Altarico. Hay un amplio rellano con algunas sabinas y sin sensación de vacío si no te asomas.
Las vistas son apabullantes y el ambiente sube de tono si en semejante lugar alguien desenfunda una dulzaina y pone la música mientras otro suelta a volar un dron y grabarlo todo. Tras tan mágico momento hay que bajar.
Hacemos la destrepada hasta la repisa y seguimos la pared hacia un grupo de carrascas por las que nos descolgaremos hasta la pedrera.
A esta segunda destrepada unos le hemos llamado el Paso de los Mandriles y otros la Quercus line.
Por la pedrera bajamos entre retorcidas sabinas hasta el fondo del barranco del Carboncillo por el que alcanzamos el Camino de la Tormeda.
Solo nos queda deshacer el camino para volver al inicio de la ruta.
Antes de acabar nos asomamos a una roca para repasar lo que hemos hecho y despedirnos de este mágico rincón hasta la próxima.
Agradecer a la gente de SenderoXtrem llevarnos a "su" canal y a Alex de Casiaventurilla de hacer de correa de transmisión.