ALTO DE ROSAPERO-UBIÑA PEQUEÑA AVENTURASLYA

Volvemos 19 años después, a subir la hermana pequeña de Ubiña. En la otra ocasión lo habíamos hecho desde La Casa de Mieres en combinación con Cerreos.
Pero con el afán de conocer nuevos lugares, para esta jornada vamos Babia. Y escogemos el pueblo de Pinos como punto de partida. Se encuentra a dos kilómetros de San Emiliano.
Comenzamos a caminar por una pista de tierra. Durante 4 kilómetros, progresamos valle arriba junto el rio Alcantarilla y el tendido eléctrico que pasa de León a Asturias.
Pasando Foix del Carnicero, abandonamos este trazado que sube hasta los puertos de altura y la Casa de Mieres. Con rumbo norte, entramos en terreno de pradera. Por el valle del Rosapero, vamos ganando altura hasta llegar al Collado de la Loma. Estamos ya por encima de los 1900 metros y tenemos frente a nosotros el objetivo de la jornada. La vista desde este lugar, la complementamos con los puertos de Retuerto, y grandes cimas de Ubiñas.
Manteniendo el mismo rumbo y sin perder altura, bordeamos a “La Peque” por su cara Este. Y por una arista, vamos cogiendo altura y superando los resaltes rocosos. Hay algunos tramos en los que es indispensable usar las manos. Pero no hay mucha complicación ni sensación de vacío. Llegamos nuevamente a esta cima, ya olvidada en la memoria.
La panorámica en el 360º está llena de “amigos”. Muchas de las Ubiñas, Picos de Aller a lo lejos. El Cirbanal al sur-Este. Y cientos de montañas por Luna, Babia, Somiedo, …
El descenso lo hacemos hacia el norte. Hay que extremar las precauciones, pues escogemos una ruta con canales con una importante caída.
La Collada de Solmicho va a ser nuestro siguiente objetivo.
Desde ahí, y en cómodo descenso, vamos cruzando los puertos de Las Agujas, Civichán, las Argaxadas… Vemos pueblos como San Emiliano, Pinos, Villargusán, Torrebarrio, La Majúa…
Cruzamos una alambrada. Entramos en un terreno donde se adivinan fácilmente los cierres de piedra de viejas fincas. Están prácticamente abandonadas y a pasto común de numerosos grupos de caballos.
Ya próximos a la pista por la que ascendimos, encontramos una calzada que nos lleva de nuevo hasta Pinos. Cerramos un bonito recorrido por tierras de Babia. Y de paso una ascensión a una cumbre que es fácilmente reconocible desde todos los alrededores.
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