Circular Montaña Palentina IV (Altos del Tío Celestino, del Calderón y del Ves)

Ruta circular por la montaña palentina haciendo vivac en el Pozo las Lomas que recorre los altos del Tío Celestino, alto del Calderón y alto del Ves, teniendo vistas de las lagunas de Fuentes Carrionas y de los pozos del Ves.
Video en youtube de la actividad:
https://www.youtube.com/watch?v=5R_Twla5OxM

AVISO: en el track se recoge la subida q hice por un canal y chimenea hacia el cordal que lleva al Hoya Continua. Esta subida es complicada y no recomendable, siendo mejor opción, si se quiere llegar al Hoya Continua, seguir el cordal desde el alto del Ves.

Salgo por la tarde de Cardaño de Arriba y me encaminó como tantas veces al Pozo las Lomas. Las sensaciones son conocidas, la tarde avanzada, el sol declinando y toda la naturaleza preparándose para pasar la noche. Quiero hacer un vivac al pie del pozo las Lomas o justo antes de subir el último repecho que lleva al mismo, zona de hierba cerca del arroyo Las Lomas. Los días se alargan muchísimo en esta época del año y, aunque es tarde, puedo llegar sin complicación y la noche será clara por ser luna llena.
El camino hasta el último puente es tranquilo y me lleva casi una hora. Hacia la mitad de este tramo está el desvío que va al Collado del Ves y que me traerá de regreso mañana. Después del puente, vienen las rampas y cuestas que son fuertes al principio y que luego ya no cederán hasta el pozo.
Por esa zona hay un punto en el que siempre hay ganado, la vacas me miran con desinterés y no me hacen caso. Hay un gran semental, tremendo, grueso y marcando todos los músculos. Tampoco me mira, pero impone. A lo lejos, al otro lado del arroyo Las Lomas, en otro pastizal con ganado, un mastín avisa de mi presencia. Decido llegar del tirón al pozo para pasar allí la noche y aprieto el paso. Me ha llevado algo menos de dos horas desde Cardaño a buen ritmo. Se camina fresco, se siente todo perfecto.

Como tantas veces me asomo al pozo, tranquilo y silencioso con sus aguas frías y profundas. Busco un lugar de vivac rodeando la laguna y lo encuentro. Está muy bien situado, cerca de un arroyo. Después de montar la tienda y el campamento, observo el anochecer sentado en unas rocas, por encima de la laguna: como el pozo oscuro, cambia a negro. Como las crestas se recortan como sobras contra el cielo. Cuando estoy cenando una luz aparece sobre los altos que mañana recorreré. Sobre el Celestino o el Calderón sube redonda y brillante la Luna llena que ilumina todo, no hace falta más luz. El arroyo canta por encima de cualquier otro sonido.

A la mañana siguiente prosigo y cojo directamente la senda que sube al alto del Tío Celestino, una subida empinada y constante que me hace disfrutar. Mientras, a cada zigzag, veo más y más pequeño el pozo Las Lomas y la zona de vivac donde pasé la noche. Desde ese alto prosigo la senda hacia el Alto del Calderón, teniendo una bonita panorámica del Valle de Pineda y de las lagunas de Fuentes Carrionas. Distingo donde hice noche en otra temporada y, algo más abajo siguiendo el Carrión, el refugio de la Majada de Fuentes Carrionas donde también hice noche con Ojos de Elfo hace dos veranos.
La senda prosigue y me lleva al alto del Ves. Un alto con dos hitos, el que está más lejos según mi ruta, es coronado por una gran columna de piedras, enorme, gruesa. Se alza sobre otra panorámica genial del Valle de Pineda, desde ese punto se puede seguir el mismo varios kilómetros con la vista.

A partir de este punto, no tenía muy claro qué hacer, en principio ir a ver otra vez los Pozos del Ves, pero sin descartar intentar ver el Pozo de Hoya Continua o intentar un acercamiento hasta ese pico. Me acerco a las paredes del fondo, internándome en un bonito valle al pie de las mismas. Me parece que sería accesible llegar al pico Hoya Continua accediendo a la cresta que no me queda muy lejos, aunque con una subida considerable, o, incluso, tirar de frente y subir al cordal por una canal muy empinada. Al final decido intentar esto último y creo que no fue la mejor elección.
La canal es muy empinada y con pedrera suelta. Asciendo usando las manchas de tierra con hierba. Cuando ya no puedo progresar de este modo por la inclinación de la pared, veo una chimenea que creo que es corta, pero que nunca acaba. Ahora ya es más difícil bajar que seguir y la termino y con mucho cuidado llego hasta el cordal.

Ahora ya solo queda comer y recuperar fuerzas y observar ambas vertientes. Luego crestear hasta llegar el collado del Ves y buscar el camino que enlazará con el desvío que pasé ayer. Antes de todo eso, como gran colofón de la ruta, una manada de corzos deja ser observada desde la lejanía y la altura en la que estoy. Son numerosos, casi veinte cuento y no se percatan de mi presencia sentado tras unas rocas. Finalmente al proseguir mi camino me detectan y escapan, como tantas veces.

Una ruta preciosa sin dificultad técnica -obviando lo del canal y chimenea que no es el objetivo de la misma- que ofrece grandes panorámicas de los pozos de la zona, de sus grande cumbres: Espigüete, Curavacas, Peña Prieta... pasando por los altos que unen el Pico Tres Provincias y Agujas de Cardaño, con el cordal que va al Curavacas. Todo transitado por senderos estrechos de montaña, cómodos de pisar y fáciles de seguir, aunque poco frecuentados y esa sensación de soledad, es genial.