Arista norte del Cerro de los Machos y Veleta, vía Fidel Fierro (Sierra Nevada)

Travesía circular que nos permitirá recorrer y ascender por la arista norte del Cerro de los Machos, continuando por el cresteo que nos separa del Veleta, haciendo cumbre en las cotas de Zacatín, Campanario y Salón. Completamos el ascenso por la este del Veleta, vía Fidel Fierro. Todo ello, tras la aproximación desde Hoya de la Mora, Tajos del Campanario y el collado de Veta Grande, cerrando el recorrido por la vereda de los Panderones.

El punto de partida, como otras tantas veces y a razón de cerrar un trazado circular, lo tendremos en el aparcamiento de la Hoya de la Mora, mañana otoñal, y más bien este año, una extensión de la temporada estival.

Emprendemos la marcha hacia la Hoya del Moro, en la cabecera del arroyo de San Juan, rodeando el observatorio y descendiendo hasta el arroyo. Ahora si, iniciamos el ascenso continuado por la cabecera hasta dejarla en el canchal a espaldas de los Tajos del Campanario.

Un corto ascenso sobre roca y alcanzamos la entrada al Veredón Inferior y que nos brindará por primera vez en el día el Corral del Veleta, el Barranco del Guarnón y la silueta afilada del recorrido que nos llevará, más adelante, hasta las cumbres de los Machos y el Veleta.

Tras el reconocimiento visual de los que nos queda, emprendemos el descenso por el veredón, entretenido como siempre, y dejándonos caer sobre las Trancadas. Ahora, con los tajos del corral como compañeros de ruta, cruzaremos la cabecera del Guarnón hacia la cara oeste de los Machos a fin de enlazar con la vereda de Veta Grande.

Una vez pisamos la trazada, nos movemos por la descompuesta ladera con vistas a la apertura del barranco, pero pronto tendremos que agachar la cabeza y deshacernos de la temible rampa hacia el collado de Veta Grande.

Sobre el collado, y tras coger aire, ganamos la vista completa de las nortes de Sierra Nevada, con la imponente cara norte del Mulhacén haciendo sombra sobre Juego de Bolos y Puntal de la Caldera, acompaña por la oeste de la Alcazaba y el resto de puntales que van abandonando el macizo central nevadense.

Pero nuestra fijación hoy la tenemos al frente, aunque por ahora se esconde tras el cerro que nos separa de la arista norte de los Machos. Así que abandonamos la vereda y ascendemos por la loma hasta descubrir el primero de los tramos a tener en cuenta en la jornada, la pequeña, afila y descompuesta cresta que nos separa de la arista.

Aunque la sensación de patio a ambos lados se difumina con las rampas pedregosas que caen hacia ambos barrancos, tendremos que realizar algunas trepadas y destrepes algo expuestos, donde tendremos que fijar bien los apoyos, como en todo el recorrido que nos queda hasta el Veleta.

Una vez superamos este primer escollo, nos enfrentamos a la arista de ascenso de los Machos, con una pendiente bastante vertical y que consumaremos por la propia arista.
Nada más dejar la cresta atrás, y por su flanco izquierdo según la marcha, tendremos que realizar una larga trepada hasta situarnos sobre las rocas más estables que forman la abrupta dorsal.

Durante el ascenso no pararemos de realizar pequeñas trepadas, buscando los mejores pasos, si abandonar el nervio de la arista donde tendremos buenos agarres en todo momento.
Un buen rato nos llevará el ascenso vertical, hasta que a pocos metros de la cumbre el avance se suaviza, y nos permite tocar el reconocible hito de los Machos con cierta tranquilidad.

Desde aquí, con la vista firme en el cercano vértice del Veleta, hace acto de presencia la dentada arista este del Veleta, que partiendo del collado de los Machos, se afila sobre el corral y que recoge a tres tresmiles secundarios de la sierra, Zacatín, Campanario y Salón.
Nos movemos por las rotas atalayas, siempre tomando el camino pegado sobre la arista y pegados a los verticales tajos, aquí si, la sensación de patio gana en emoción, aunque el terreno acompaña.

Tras dejar atrás el collado de los Machos, nos acercaremos al primero de los tres hitos, el más cómodo de alcanzar, el Zacatín, y donde la vista de la cara este del Veleta gana importancia.
De igual manera nos acercamos a la base del Campanario, cónico y que diferenciamos con claridad desde lejos en la silueta de la arista. Aquí tendremos que tirar de manos para trepar hasta su cima, trepada vertical pero con buen agarre.

Ya sólo nos separa de la pared este del Veleta el Salón, que bien podría ser un apéndice de la pared del Veleta, donde el trabajo lo tendremos en su ascenso y en recorrer los escasos metros de su afilada cumbre.
Descenso prácticamente inexistente que nos deja sobre el pasillo de salida del canuto norte del Veleta.

La mirada atrás y nos cercioramos de trabajo hecho, al frente la vertical pared este del Veleta, por la que ascenderemos por la vía clásica de Fidel Fierro. Pero lo primero será avanzar unos metros por el pasillo, hasta encontrar la entrada la vía, localizable por una marca FF en rojo a unos tres metros de altura y por una placa de anclaje.

Una vez a las puertas de la vía, la cual podemos separarla en dos bloques, comenzamos a trepar. Aunque encontraremos buenos salientes y agarres, en algunos pasos, algo de terreno suelto, nos hará extremar el avance, ganando la sensación de patio a medidas que ascendemos.
A medio camino tenemos un respiro sobre un ancho pasillo, quedando por delante la trepada más vertical y delicada del ascenso, ya con la vista de la caseta a poco metros.

Aquí tendremos que asegurar muy bien la trepada, superando el último escalón bajo la misma caseta. Junto a la caseta, y en terreno firme, nos acercaremos al vértice bastante más relajados.

El descenso hacia Hoya de la Mora lo haremos por la vía rápida, pasando primero junto a las Posiciones para recapitular las vistas del trazado ejecutado.
Cerrando el descenso y la circular por la vereda de los Panderones y la Virgen de las Nieves.

NOTA:
Esto es una breve crónica de la jornada disfrutada y sirve como mera exposición de lo vivido. En trazados técnicos es indispensable contar con la formación y experiencia necesaria según la actividad, así como contrastar toda la información posible antes de la salida.

Nos vemos en las montañas.