Aspe/Punta Esper (2645m) desde Candanchú (⬆ por Tortiellas-⬇ por Loma Verde)
near Candanchú, Aragón (España)
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Itinerary description
Esta vez si que me he visto en la obligación de calificar el recorrido como "ALPINISMO", porque son varias las veces que hay que usar las manos para avanzar. Hay un par de tramos equipados con cadenas (aunque en seco se puede pasar perfectamente sin utilizarlas), pero sobre todo, lo que hace alpino el monte Aspe es su caótico terreno, piedras y rocas por doquier. Eso hace que la exigencia física y técnica (sobre todo física) sea muy elevada, y por tanto, a mi modo de ver, la dificultad sea de "DIFÍCIL", aunque para los que estéis muy acostumbrados a patear por estos terrenos, sería de "MODERADO".
Aún así, ruta y monte muy recomendable, que deja muy buen sabor de boca por el fantástico entorno que le rodea (a excepción de las instalaciones de esquí) y por las descomunales vistas cimeras.
Comienzo en el pueblo de Candanchú, concretamente en el hotel del mismo nombre, el cual me he hospedado estos días (muy recomendable dicho hotel, por la relación calidad-precio).
Avanzo hacia la cercana estación de esquí y ya desde aquí tengo opción de elegir por que zona ascender al monte Aspe. Si voy por la derecha, iría por la conocida como "Loma Verde" y si voy por la izquierda, iría por el Puerto de Tortiellas, que al parecer se trataría de la vía normal de ascenso. Por aquí es donde decido subir, así que giro a la izquierda.
El inicio del ascenso es realmente cómodo y llevadero, yendo por senda de tierra, hierba y piedra. Mirando en la distancia, he podido detectar la presencia de un pequeño grupo de rebecos.
Luego, la tendencia varía de golpe, ya que la senda, aunque mucho más ancha, pasa a ser completamente de piedra, y las rampas muy elevadas. Se trata de un tramo donde descienden los esquiadores en Invierno. Ahora en Verano, estando todo seco, no mola nada tener que subir por aquí.
Avanzo muy despacio, a trompicones por haber tanta piedra, aunque al menos, en el lado derecho y por atrás hay vistas muy chulas, hoy sobre un mar de nubes.
Al finalizar la rampa, llego a un cruce de caminos, el cual se encuentra el puerto de Tortiellas. Giro a la derecha y asciendo suavemente por otra pista hasta llegar a un nuevo cruce. Aquí podría girar a la derecha y dirigirme hacia la cumbre del Tuca Blanca, pero mi objetivo está justo en frente, el Aspe, tal y como está escrito en azul sobre una roca.
En este lugar las vistas son ya descomunales, pudiendo ver numerosos picos de gran altitud, entre ellos las imponentes paredes de la cara Norte de Garganta de Borau, Sobrero, Garganta de Aisa y Aspe, entre otros. Espectacular!!
Ahora, para seguir rumbo al Aspe, sigo de frente, siguiendo el paso de un estrecho sendero señalizado con numerosos hitos de piedra.
Luego, he de descender un tramo hacia un pequeño llano herboso donde se haya un ibón (hoy seco). Para llegar abajo, hay que superar un tramo con cadenas. Dichas cadenas están más bien para cuando haya nieve o esté el suelo mojado, porque en seco se puede avanzar perfectamente sin agarrarse a ellas. No obstante, hay algún punto algo incómodo donde si es recomendable apoyarse en las rocas para avanzar con más seguridad.
A continuación, sigo por otro estrecho sendero natural, que se interna entre varios bloques rocosos. El Aspe está cada vez más cerca, pero el ascenso no hay que hacerlo de manera directa, sino haciendo un rodeo por la derecha.
Por mucho rodeo que sea, la pendiente es brutal, y el estado del terreno, muy roto, repleto de piedras y bloques de roca de todos los tamaños. Este tramo hay que tomárselo con paciencia, ya que es bastante prolongado. La parte positiva es que al menos hay muchos hitos de piedra marcando el camino.
Me paraba con mucha frecuencia, era incapaz de darle continuidad al ascenso, y todo el mundo que venía por detrás me adelantaba. Al menos disfrute de un divertido momento con un malinois que aprovechó los pocos neveros que quedaban firmes para jugar sobre la nieve.
Cuando parecía que ya estaba en lo más alto, resulta que estoy en un collado, con el corredor o la canal de la cara Norte justo en frente. Y todavía era más inclinado y más caótico, una auténtica locura. Aquí hay 2 opciones, o encarar el corredor íntegramente, o girar 90° a la izquierda, trepar una pequeña pared rocosa y llegar a un llano herboso. Aquí por lo menos evitaréis buena parte del corredor, así que es conveniente hacer este giro.
Aún así, no me libro de tener que subir por la gran pedrera de la canal. Resulta muy complicado avanzar, y sobre todo, no patinar, y eso yendo cuesta arriba. Hay muchísima arenilla y piedra pequeña suelta, aseguraos de llevar un calzado con una suela que tenga muy buen agarre.
Aquí si que me detengo otras muchas veces, estaba reventado.
Tras varios minutos de lento avance, consigo llegar a lo alto. Se trata de otro collado, que separa las cimas del Aspe y de un pico secundario. Para ir a la cumbre principal, hay que girar a la izquierda, y subir un último tramo, afortunadamente mucho más sencillo y llevadero, hasta llegar al fin a la cima del monte Aspe (2645m indica la piedra cimera, 2640m varias webs, entre ellas Mendikat).
Las vistas son descomunales, pudiendo observar picos como el Llena de Garganta, Bisaurín, Castillo de Acher, Acherito, Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Anie, Orhi, Midi D'Ossau, Anayet, Balaitus, Pico Infiernos, Garmo Negro, Argualas, Vignemale, Monte Perdido, La Rasa, La Moleta, Pala de Ip, Collarada, Lecherín, Mallos de Lecherines, Punta de La Madalena, y muchos más.
Tras las fotos de rigor, desciendo sobre mis pasos hasta el collado. Podría volver por el mismo lugar hasta Candanchú, pero ya que disponía de un track que hacía una circular bajando por la Loma Verde, quise aprovecharlo.
Así pues, sigo recto, subiendo un pequeño repecho por el lado izquierdo, hasta dar con un estrecho pero cómodo sendero natural. Desde aquí podría ascender al pico secundario, pero no tenía ganas de hacer más subidas.
Ahora, desciendo por un tramo que alterna la hierba y las placas de roca. En frente veo la inmensa mole del Llena de Garganta.
Pronto llego a otro collado, conocido como la Brecha o Garganta de Aspe. Giro a la derecha para iniciar el descenso por este barranco.
Aquí llegaría el peor tramo de toda la ruta. Los primeros metros de bajada son pasables, hay mucha piedra pequeña pero más o menos tiene buen agarre.
Pero a medida que pierdo altitud, el caos aumenta, hasta el punto de estar rodeado de rocas de un tamaño considerable, y me vi obligado a caminar por encima de ellas durante un montón de minutos.
Se me hizo muy largo este tramo, hay que ir muy despacio, asegurando cada paso, porque un error provocaría una torcedura casi seguro.
En el lado derecho, debajo de la inmensa pared rocosa de la antecima del Aspe, aún se conservan unos neveros de buen tamaño, aunque por fortuna no son un obstáculo.
Este año ha hecho mucho calor y ha llovido poco, por lo que apenas queda nieve en ninguna parte. A poco que en el Invierno y Primavera nieve mucho, y luego no haya olas de calor, es muy fácil que os encontréis neveros en mitad del camino, y tengáis que usar crampones.
Más adelante, el terreno se abre poquito a poquito, ganando la hierba protagonismo. Yo iba siguiendo el rastro de los hitos de piedra, y lo que parecía el camino más lógico (sin mirar al track). Pero, parece ser que me desvié del camino principal, tenía que haberme quedado pegado a la derecha, cerca del paredón rocoso.
Afortunadamente, encontré la forma de conectar con el anterior camino. Me topé con un estrecho pero cómodo sendero natural, señalizado con marcas roja y blanca del GR-11, que asciende poco a poco hasta conectar con el otro camino. En este lugar la niebla aparecía y desaparecía con mucha frecuencia, pero era un aviso de lo que me encontraría mas adelante, cuando empezara a perder altitud.
Enseguida abandonaría el GR, para seguir recto, cuesta abajo, siguiendo los hitos de piedra. Ahora, el camino hace largos giros a izquierda y derecha, yendo siempre por el borde del vacío hacia el lado izquierdo.
En un momento dado, me encuentro con un segundo paso de cadenas. A diferencia del primero, éste tiene patio, caída, aunque el avance es igual de sencillo estando seco el terreno.
Más adelante, viene una sucesión de tramos en los que avanzo por senda natural rodeado de hierba y zonas kársticas algo incómodas. He puesto "cuidado, simas" aunque la mayoría se encuentran fuera del sendero. Ojo si hubiera niebla.
Y es precisamente la niebla la que hace aparición, siendo mas densa a medida que pierdo mas altura, aunque pudiendo ver perfectamente lo que tenía por delante. En ningún momento se ha ido el mar de nubes, es más, iba ganando territorio.
Una vez pasado las 2 zonas kársticas, el camino mejora considerablemente, yendo ya hasta el final por otro estrecho sendero natural, aunque hay algún que otro paso entre rocas algo incómodo. Unos metros después de la segunda zona kárstica, me adentro por territorio francés, en la provincia de Aquitania, aunque apenas andaré por aquí 1,5km.
Entre medias, paso al lado de la conocida como Cueva de los Contrabandistas, aunque más que cueva parece una gran abertura en la pared rocosa. Aquí tendría que haber una fuente pero, sinceramente, no me he molestado en mirar si salía agua por alguna parte.
Rápidamente, vuelvo a territorio español, hasta dar con la presencia de las primeras instalaciones de la estación de esquí de Candanchú.
Solo me queda atravesarlo de lado a lado, adentrarme en el pueblo de Candanchú, y finalizar así esta complicada aunque preciosa ruta, y de paso acabar con mi minitour por los Pirineos.
Como diría Schwarzenegger: VOLVERÉ.
Aún así, ruta y monte muy recomendable, que deja muy buen sabor de boca por el fantástico entorno que le rodea (a excepción de las instalaciones de esquí) y por las descomunales vistas cimeras.
Comienzo en el pueblo de Candanchú, concretamente en el hotel del mismo nombre, el cual me he hospedado estos días (muy recomendable dicho hotel, por la relación calidad-precio).
Avanzo hacia la cercana estación de esquí y ya desde aquí tengo opción de elegir por que zona ascender al monte Aspe. Si voy por la derecha, iría por la conocida como "Loma Verde" y si voy por la izquierda, iría por el Puerto de Tortiellas, que al parecer se trataría de la vía normal de ascenso. Por aquí es donde decido subir, así que giro a la izquierda.
El inicio del ascenso es realmente cómodo y llevadero, yendo por senda de tierra, hierba y piedra. Mirando en la distancia, he podido detectar la presencia de un pequeño grupo de rebecos.
Luego, la tendencia varía de golpe, ya que la senda, aunque mucho más ancha, pasa a ser completamente de piedra, y las rampas muy elevadas. Se trata de un tramo donde descienden los esquiadores en Invierno. Ahora en Verano, estando todo seco, no mola nada tener que subir por aquí.
Avanzo muy despacio, a trompicones por haber tanta piedra, aunque al menos, en el lado derecho y por atrás hay vistas muy chulas, hoy sobre un mar de nubes.
Al finalizar la rampa, llego a un cruce de caminos, el cual se encuentra el puerto de Tortiellas. Giro a la derecha y asciendo suavemente por otra pista hasta llegar a un nuevo cruce. Aquí podría girar a la derecha y dirigirme hacia la cumbre del Tuca Blanca, pero mi objetivo está justo en frente, el Aspe, tal y como está escrito en azul sobre una roca.
En este lugar las vistas son ya descomunales, pudiendo ver numerosos picos de gran altitud, entre ellos las imponentes paredes de la cara Norte de Garganta de Borau, Sobrero, Garganta de Aisa y Aspe, entre otros. Espectacular!!
Ahora, para seguir rumbo al Aspe, sigo de frente, siguiendo el paso de un estrecho sendero señalizado con numerosos hitos de piedra.
Luego, he de descender un tramo hacia un pequeño llano herboso donde se haya un ibón (hoy seco). Para llegar abajo, hay que superar un tramo con cadenas. Dichas cadenas están más bien para cuando haya nieve o esté el suelo mojado, porque en seco se puede avanzar perfectamente sin agarrarse a ellas. No obstante, hay algún punto algo incómodo donde si es recomendable apoyarse en las rocas para avanzar con más seguridad.
A continuación, sigo por otro estrecho sendero natural, que se interna entre varios bloques rocosos. El Aspe está cada vez más cerca, pero el ascenso no hay que hacerlo de manera directa, sino haciendo un rodeo por la derecha.
Por mucho rodeo que sea, la pendiente es brutal, y el estado del terreno, muy roto, repleto de piedras y bloques de roca de todos los tamaños. Este tramo hay que tomárselo con paciencia, ya que es bastante prolongado. La parte positiva es que al menos hay muchos hitos de piedra marcando el camino.
Me paraba con mucha frecuencia, era incapaz de darle continuidad al ascenso, y todo el mundo que venía por detrás me adelantaba. Al menos disfrute de un divertido momento con un malinois que aprovechó los pocos neveros que quedaban firmes para jugar sobre la nieve.
Cuando parecía que ya estaba en lo más alto, resulta que estoy en un collado, con el corredor o la canal de la cara Norte justo en frente. Y todavía era más inclinado y más caótico, una auténtica locura. Aquí hay 2 opciones, o encarar el corredor íntegramente, o girar 90° a la izquierda, trepar una pequeña pared rocosa y llegar a un llano herboso. Aquí por lo menos evitaréis buena parte del corredor, así que es conveniente hacer este giro.
Aún así, no me libro de tener que subir por la gran pedrera de la canal. Resulta muy complicado avanzar, y sobre todo, no patinar, y eso yendo cuesta arriba. Hay muchísima arenilla y piedra pequeña suelta, aseguraos de llevar un calzado con una suela que tenga muy buen agarre.
Aquí si que me detengo otras muchas veces, estaba reventado.
Tras varios minutos de lento avance, consigo llegar a lo alto. Se trata de otro collado, que separa las cimas del Aspe y de un pico secundario. Para ir a la cumbre principal, hay que girar a la izquierda, y subir un último tramo, afortunadamente mucho más sencillo y llevadero, hasta llegar al fin a la cima del monte Aspe (2645m indica la piedra cimera, 2640m varias webs, entre ellas Mendikat).
Las vistas son descomunales, pudiendo observar picos como el Llena de Garganta, Bisaurín, Castillo de Acher, Acherito, Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Anie, Orhi, Midi D'Ossau, Anayet, Balaitus, Pico Infiernos, Garmo Negro, Argualas, Vignemale, Monte Perdido, La Rasa, La Moleta, Pala de Ip, Collarada, Lecherín, Mallos de Lecherines, Punta de La Madalena, y muchos más.
Tras las fotos de rigor, desciendo sobre mis pasos hasta el collado. Podría volver por el mismo lugar hasta Candanchú, pero ya que disponía de un track que hacía una circular bajando por la Loma Verde, quise aprovecharlo.
Así pues, sigo recto, subiendo un pequeño repecho por el lado izquierdo, hasta dar con un estrecho pero cómodo sendero natural. Desde aquí podría ascender al pico secundario, pero no tenía ganas de hacer más subidas.
Ahora, desciendo por un tramo que alterna la hierba y las placas de roca. En frente veo la inmensa mole del Llena de Garganta.
Pronto llego a otro collado, conocido como la Brecha o Garganta de Aspe. Giro a la derecha para iniciar el descenso por este barranco.
Aquí llegaría el peor tramo de toda la ruta. Los primeros metros de bajada son pasables, hay mucha piedra pequeña pero más o menos tiene buen agarre.
Pero a medida que pierdo altitud, el caos aumenta, hasta el punto de estar rodeado de rocas de un tamaño considerable, y me vi obligado a caminar por encima de ellas durante un montón de minutos.
Se me hizo muy largo este tramo, hay que ir muy despacio, asegurando cada paso, porque un error provocaría una torcedura casi seguro.
En el lado derecho, debajo de la inmensa pared rocosa de la antecima del Aspe, aún se conservan unos neveros de buen tamaño, aunque por fortuna no son un obstáculo.
Este año ha hecho mucho calor y ha llovido poco, por lo que apenas queda nieve en ninguna parte. A poco que en el Invierno y Primavera nieve mucho, y luego no haya olas de calor, es muy fácil que os encontréis neveros en mitad del camino, y tengáis que usar crampones.
Más adelante, el terreno se abre poquito a poquito, ganando la hierba protagonismo. Yo iba siguiendo el rastro de los hitos de piedra, y lo que parecía el camino más lógico (sin mirar al track). Pero, parece ser que me desvié del camino principal, tenía que haberme quedado pegado a la derecha, cerca del paredón rocoso.
Afortunadamente, encontré la forma de conectar con el anterior camino. Me topé con un estrecho pero cómodo sendero natural, señalizado con marcas roja y blanca del GR-11, que asciende poco a poco hasta conectar con el otro camino. En este lugar la niebla aparecía y desaparecía con mucha frecuencia, pero era un aviso de lo que me encontraría mas adelante, cuando empezara a perder altitud.
Enseguida abandonaría el GR, para seguir recto, cuesta abajo, siguiendo los hitos de piedra. Ahora, el camino hace largos giros a izquierda y derecha, yendo siempre por el borde del vacío hacia el lado izquierdo.
En un momento dado, me encuentro con un segundo paso de cadenas. A diferencia del primero, éste tiene patio, caída, aunque el avance es igual de sencillo estando seco el terreno.
Más adelante, viene una sucesión de tramos en los que avanzo por senda natural rodeado de hierba y zonas kársticas algo incómodas. He puesto "cuidado, simas" aunque la mayoría se encuentran fuera del sendero. Ojo si hubiera niebla.
Y es precisamente la niebla la que hace aparición, siendo mas densa a medida que pierdo mas altura, aunque pudiendo ver perfectamente lo que tenía por delante. En ningún momento se ha ido el mar de nubes, es más, iba ganando territorio.
Una vez pasado las 2 zonas kársticas, el camino mejora considerablemente, yendo ya hasta el final por otro estrecho sendero natural, aunque hay algún que otro paso entre rocas algo incómodo. Unos metros después de la segunda zona kárstica, me adentro por territorio francés, en la provincia de Aquitania, aunque apenas andaré por aquí 1,5km.
Entre medias, paso al lado de la conocida como Cueva de los Contrabandistas, aunque más que cueva parece una gran abertura en la pared rocosa. Aquí tendría que haber una fuente pero, sinceramente, no me he molestado en mirar si salía agua por alguna parte.
Rápidamente, vuelvo a territorio español, hasta dar con la presencia de las primeras instalaciones de la estación de esquí de Candanchú.
Solo me queda atravesarlo de lado a lado, adentrarme en el pueblo de Candanchú, y finalizar así esta complicada aunque preciosa ruta, y de paso acabar con mi minitour por los Pirineos.
Como diría Schwarzenegger: VOLVERÉ.
Waypoints
Information point
5,471 ft
Frontera Aquitania-Aragón
Comments (3)
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Aupa Jon
Ayer hice este recorrido, siguiendo tu track. El paisaje precioso, igual que el terreno. Te quiero dar las gracias por toda la información que pones, me ha servido de gran ayuda, para entender cómo era el camino.
Salud y montaña.
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Information
Easy to follow
Scenery
Difficult
Aupa Jon
Ayer hice este recorrido, siguiendo tu track. El paisaje precioso, igual que el terreno. Te quiero dar las gracias por toda la información que pones, me ha servido de gran ayuda, para entender cómo era el camino.
Salud y montaña.
Aúpa haiglo, me alegro que te haya servido de ayuda. En estos parajes de los Pirineos, tengo la obligación de ser mucho más estricto con lo que escribo, a menudo pensando en el novato, como es mi caso, que entra en este mundo lleno de colosos, de gigantes repletos de roca y piedra. Para los habituados a estos terrenos, supongo que la dificultad bajaría al menos un escalòn, o incluso 2.
Espero que lo hayas disfrutado tanto como lo hice yo en su día.
Un saludo, y gracias por tu valoración.