Balaïtous (desde Refugio de Respomuso, por la Gran Diagonal)
near Sallent de Gállego, Aragón (España)
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Itinerary description
PARA ENTENDER LA CALIFICACIÓN DE "SOLO EXPERTOS" HAY QUE ACLARAR QUE SE DEBE A LAS CONDICIONES EN QUE SE LLEVÓ A CABO Y QUE SE DETALLA BAJO ESTAS LÍNEAS. EN PRESENCIA DE HIELO Y NIEVE, EQUIPADOS CON MATERIAL INVERNAL, LA CALIFICACIÓN SERÍA DE MUY DIFÍCIL. EN CONDICIONES DE RECORRIDO LIMPIO, BAJARÍA A DIFÍCIL, POR SUPUESTO ESTE CRITERIO SE APLICA EN FUNCIÓN DE LA PREPARACIÓN DE CADA UNO.
Intento no defraudar mis promesas y hará ya unos buenos siete años que le aseguré en esos términos al Balaïtous que regresaría para disfrutar de su inmensidad, de su sobrecogedora grandeza de la paz de espíritu que te proporciona coronarlo. Y el momento no podía demorarse más así que, tras llegar al Refugio de Respomuso en el día de ayer, mi compañero de viaje y yo nos disponemos a emprender la aventura. Mi idea primera era subir por la Brecha Latour y bajar por la Gran Diagonal, como había hecho en las dos ocasiones anteriores en las que había estado arriba pero me pide hacerlo mejor mediante una ida y vuelta por la Gran Diagonal.
Aquí llega la esperada explicación arriba citada. El caso es que ha nevado los tres días anteriores y llevamos nuestros crampones y piolet como está mandado pero desde Sallent de Gállego leo en la web del Refugio de Respomuso, actualizada en ese mismo momento, que el recorrido está limpio y no es necesario material invernal. Me sorprende bastante pero confío en la palabra escrita y dejamos el equipo en el coche. Tremendo error, en el que he caído en otras ocasiones similares, como más tarde se comprobará.
El caso es que salimos camino de la cumbre antes del amanecer. Está orbayando y el cielo totalmente cubierto, con una niebla persistente sobre nuestras cabezas, que luego llegará incluso a envolvernos. El caso es que la previsión meteorológica para la cima era de 0,1 mm de lluvia, vientos de 6 m/s, visibilidad nula/buena, cosa que se irá viendo luego como no muy acertada porque, quitando algún escaso momento en que lució el sol y paró de caer agua, el resto del día fue húmedo y frío. Iniciamos recorrido normal de salida hacia la Presa del Ibón, desviándonos, antes de llagar a esta, a la senda alta y aérea que nos llevará a dejar a nuestra derecha la Arista Robach, poco antes de entrar hacia el Barranco de Arriel, donde comienzan a salpicarse los ibones. En la Majada de Arrieles encontraremos un par de tiendas de campaña con una familia francesa que ha pasado la noche allí. Luego seguimos en ascenso continuo hacia el Ibón Bajo, el enorme Ibón Alto de Arriel y desde allí, por el vertical sendero, hasta alcanzar el Ibón Chelau (Helado). Allí la meteo castiga ya con más fuerza. Empiezan a cambiar muchas cosas, incluido el color del agua, que pasa del turquesa a un verde más turbio de este Ibón.
La dureza del terreno empieza a causar mella en mi compañero y empiezo a intuir que no va a poder coronar. Por ello le pongo a prueba y empiezo a tirar con algo más de fuerza, para ver si es capaz de seguirme. Hay unos tiempos en los que tenemos que ir cumpliendo los objetivos y empezamos a salirnos del target: hacer cumbre a las 12 horas es lo ideal. me intereso por su estado y le digo que tire los tres kilos de agua que lleva en la mochila; yo llevo suficiente agua para los dos en caso de que sea necesario y el recorrido está sembrado de fuentes naturales.
Al llegar al Abrigo Michaud me encuentro con tres montañeros que me dicen que han llegado a la entrada más difícil de la Gran Diagonal, que hay hielo, nieve y un viento muy fuerte y que no se atreven a pasar. Es ahí donde me doy cuenta de la metedura de pata de la info que el Refugio ha publicado, aunque asumo toda la responsabilidad de habérmelo tragado como un principiante. Ahora no es el momento de pensar en eso, sino de ver si es posible enmendarlo: al menos voy a llegar hasta allí y valorarlo.
Para ese momento ya he descartado totalmente que mi compañero corone. Cada vez está más flojo y nos vamos separando más. Le pido que encienda la radio para comunicarnos porque la distancia entre nosotros cada vez va siendo mayor y le espero hasta que llegue al punto donde la Gran Diagonal se convierte en una verdadera amenaza para tomar decisiones allí. Y efectivamente me dice que no puede más. A partir de allí es donde más y mejor hay que rendir porque viene la dificultad técnica, el hielo, la nieve, el viento, las trepadas, los pasos aéreos, el frío, la disminución de la presión de oxígeno que respiramos.... Le pregunto si se ve capaz de regresar a la zona de Michaud y esperarme allí y me dice que si. Así que decido al menos intentarlo y, si no lo veo claro, me daré la vuelta.
Solo hay una forma de abordar esta situación, sin crampones ni piolet, y es estando muy fuerte física y psicológicamente y, sobre todo, entrenado para estas situaciones. Y hoy es mi día: reúno, por suerte todas esas condiciones así que no lo pienso más y me concentro únicamente en que cada uno de los pasos que me separan de la cumbre sea absolutamente seguro. No me entretendré en detallar cómo fue el recorrido por esas canales, pasos aéreos, etc. El caso es que la absoluta soledad de la situación me llevó a un estado en el que no fui consciente en ningún momento del paso del tiempo. No había lugar para pensar en nada más que en dónde poner el siguiente pie, dónde agarrar la siguiente mano. Hasta la llegada al solitario geodésico, helado. Nadie ha subido hoy, nadie ha bajado hoy. Nadie lo hará en todo el día. He llegado a las 12 en punto, lo ideal en mi previsión, a pesar de los retrasos.
Mi intención era hacer la activación SOTA F/PO-009 y para ello llevo en la mochila el equipo de radio de HF pero es tal el frío que no debo quitarme los guantes porque noto ya síntomas de congelación en la mano derecha. Lo pienso, lo "despienso...." No, no es razonable y no voy a poder ni montar la entena con este viento. Me queda un cartucho en la recámara: intentar la activación con el walkie en la banda de 2 metros. Y lo hago, sin ni siquiera sacar la antena telescópica, mucho más afectiva. Al poco consigo establecer contacto con una cumbre vasca donde hay compañeros y con otras tres estaciones de radio francesas: conseguida la activación !!! Me veo por primera vez, en unas horas, teniendo sentimientos, hasta ahora solo había podido tener concentración. Pero el frío es mucho y queda la parte más difícil de la ruta: el vertiginosos descenso. Si difícil es la subida, la bajada en esas condiciones es aterradora pero es lo que toca.
Hago contacto radio con mi compañero, para decirle que inicio el descenso y me dice que está bien, que ha pasado un rato de mucho frío pero ahora está bien.
A partir de aquí no queda nada en qué pensar salvo en la seguridad. Y poco a poco desciendo hasta el punto en el que me separé de él. Allí, incluso, me permito sacar el móvil para hacer alguna foto. En algunos instantes el cielo abre y el sol caldea alguno de los valles que tengo a la vista. Es absolutamente sobrecogedor y en la absoluta soledad sientes que no tienes ni siquiera el tamaño de la más pequeña roca que te rodea.
Luego llega el encuentro: abrazos y felicidad por ambas partes. Yo he coronado la cumbre y él está feliz de volver a verme y de la parte del recorrido que ha disfrutado.
Aprovechamos para comer en la Roca de la Merienda e iniciamos el largo regreso al Refugio, por supuesto jalonado de multitud de paradas para fotos, ahora que tenemos la misión cumplida.
Al llegar al Refugio de Respomuso me pregunta el guarda qué hemos hecho y le digo que Balaïtous. Me pide disculpas porque pensaban que no habría nieve en el recorrido y por eso pusieron que no era necesario material invernal y que ese mismo día él subió al Coll de Tebarray, desde allí vio la situación del Balaïtous e inmediatamente, en cuanto regreso, cambió la web: "Balaïtous por la Gran Diagonal absolutamente desaconsejado. Imprescindibles crampones y piolet". Esto sucedió la tarde anterior, cuando subíamos al Refugio desde La Sarra y habíamos dejado el equipo en el coche. La suerte estaba echada.
EPÍLOGO:
le he prometido, una vez más, al Balaïtous, que regresaré pronto. Él me ha prometido a mi que en la próxima ocasión será más amable conmigo.
Y de ahí la importancia de cumplir siempre las promesas y nunca defraudarlas.
Intento no defraudar mis promesas y hará ya unos buenos siete años que le aseguré en esos términos al Balaïtous que regresaría para disfrutar de su inmensidad, de su sobrecogedora grandeza de la paz de espíritu que te proporciona coronarlo. Y el momento no podía demorarse más así que, tras llegar al Refugio de Respomuso en el día de ayer, mi compañero de viaje y yo nos disponemos a emprender la aventura. Mi idea primera era subir por la Brecha Latour y bajar por la Gran Diagonal, como había hecho en las dos ocasiones anteriores en las que había estado arriba pero me pide hacerlo mejor mediante una ida y vuelta por la Gran Diagonal.
Aquí llega la esperada explicación arriba citada. El caso es que ha nevado los tres días anteriores y llevamos nuestros crampones y piolet como está mandado pero desde Sallent de Gállego leo en la web del Refugio de Respomuso, actualizada en ese mismo momento, que el recorrido está limpio y no es necesario material invernal. Me sorprende bastante pero confío en la palabra escrita y dejamos el equipo en el coche. Tremendo error, en el que he caído en otras ocasiones similares, como más tarde se comprobará.
El caso es que salimos camino de la cumbre antes del amanecer. Está orbayando y el cielo totalmente cubierto, con una niebla persistente sobre nuestras cabezas, que luego llegará incluso a envolvernos. El caso es que la previsión meteorológica para la cima era de 0,1 mm de lluvia, vientos de 6 m/s, visibilidad nula/buena, cosa que se irá viendo luego como no muy acertada porque, quitando algún escaso momento en que lució el sol y paró de caer agua, el resto del día fue húmedo y frío. Iniciamos recorrido normal de salida hacia la Presa del Ibón, desviándonos, antes de llagar a esta, a la senda alta y aérea que nos llevará a dejar a nuestra derecha la Arista Robach, poco antes de entrar hacia el Barranco de Arriel, donde comienzan a salpicarse los ibones. En la Majada de Arrieles encontraremos un par de tiendas de campaña con una familia francesa que ha pasado la noche allí. Luego seguimos en ascenso continuo hacia el Ibón Bajo, el enorme Ibón Alto de Arriel y desde allí, por el vertical sendero, hasta alcanzar el Ibón Chelau (Helado). Allí la meteo castiga ya con más fuerza. Empiezan a cambiar muchas cosas, incluido el color del agua, que pasa del turquesa a un verde más turbio de este Ibón.
La dureza del terreno empieza a causar mella en mi compañero y empiezo a intuir que no va a poder coronar. Por ello le pongo a prueba y empiezo a tirar con algo más de fuerza, para ver si es capaz de seguirme. Hay unos tiempos en los que tenemos que ir cumpliendo los objetivos y empezamos a salirnos del target: hacer cumbre a las 12 horas es lo ideal. me intereso por su estado y le digo que tire los tres kilos de agua que lleva en la mochila; yo llevo suficiente agua para los dos en caso de que sea necesario y el recorrido está sembrado de fuentes naturales.
Al llegar al Abrigo Michaud me encuentro con tres montañeros que me dicen que han llegado a la entrada más difícil de la Gran Diagonal, que hay hielo, nieve y un viento muy fuerte y que no se atreven a pasar. Es ahí donde me doy cuenta de la metedura de pata de la info que el Refugio ha publicado, aunque asumo toda la responsabilidad de habérmelo tragado como un principiante. Ahora no es el momento de pensar en eso, sino de ver si es posible enmendarlo: al menos voy a llegar hasta allí y valorarlo.
Para ese momento ya he descartado totalmente que mi compañero corone. Cada vez está más flojo y nos vamos separando más. Le pido que encienda la radio para comunicarnos porque la distancia entre nosotros cada vez va siendo mayor y le espero hasta que llegue al punto donde la Gran Diagonal se convierte en una verdadera amenaza para tomar decisiones allí. Y efectivamente me dice que no puede más. A partir de allí es donde más y mejor hay que rendir porque viene la dificultad técnica, el hielo, la nieve, el viento, las trepadas, los pasos aéreos, el frío, la disminución de la presión de oxígeno que respiramos.... Le pregunto si se ve capaz de regresar a la zona de Michaud y esperarme allí y me dice que si. Así que decido al menos intentarlo y, si no lo veo claro, me daré la vuelta.
Solo hay una forma de abordar esta situación, sin crampones ni piolet, y es estando muy fuerte física y psicológicamente y, sobre todo, entrenado para estas situaciones. Y hoy es mi día: reúno, por suerte todas esas condiciones así que no lo pienso más y me concentro únicamente en que cada uno de los pasos que me separan de la cumbre sea absolutamente seguro. No me entretendré en detallar cómo fue el recorrido por esas canales, pasos aéreos, etc. El caso es que la absoluta soledad de la situación me llevó a un estado en el que no fui consciente en ningún momento del paso del tiempo. No había lugar para pensar en nada más que en dónde poner el siguiente pie, dónde agarrar la siguiente mano. Hasta la llegada al solitario geodésico, helado. Nadie ha subido hoy, nadie ha bajado hoy. Nadie lo hará en todo el día. He llegado a las 12 en punto, lo ideal en mi previsión, a pesar de los retrasos.
Mi intención era hacer la activación SOTA F/PO-009 y para ello llevo en la mochila el equipo de radio de HF pero es tal el frío que no debo quitarme los guantes porque noto ya síntomas de congelación en la mano derecha. Lo pienso, lo "despienso...." No, no es razonable y no voy a poder ni montar la entena con este viento. Me queda un cartucho en la recámara: intentar la activación con el walkie en la banda de 2 metros. Y lo hago, sin ni siquiera sacar la antena telescópica, mucho más afectiva. Al poco consigo establecer contacto con una cumbre vasca donde hay compañeros y con otras tres estaciones de radio francesas: conseguida la activación !!! Me veo por primera vez, en unas horas, teniendo sentimientos, hasta ahora solo había podido tener concentración. Pero el frío es mucho y queda la parte más difícil de la ruta: el vertiginosos descenso. Si difícil es la subida, la bajada en esas condiciones es aterradora pero es lo que toca.
Hago contacto radio con mi compañero, para decirle que inicio el descenso y me dice que está bien, que ha pasado un rato de mucho frío pero ahora está bien.
A partir de aquí no queda nada en qué pensar salvo en la seguridad. Y poco a poco desciendo hasta el punto en el que me separé de él. Allí, incluso, me permito sacar el móvil para hacer alguna foto. En algunos instantes el cielo abre y el sol caldea alguno de los valles que tengo a la vista. Es absolutamente sobrecogedor y en la absoluta soledad sientes que no tienes ni siquiera el tamaño de la más pequeña roca que te rodea.
Luego llega el encuentro: abrazos y felicidad por ambas partes. Yo he coronado la cumbre y él está feliz de volver a verme y de la parte del recorrido que ha disfrutado.
Aprovechamos para comer en la Roca de la Merienda e iniciamos el largo regreso al Refugio, por supuesto jalonado de multitud de paradas para fotos, ahora que tenemos la misión cumplida.
Al llegar al Refugio de Respomuso me pregunta el guarda qué hemos hecho y le digo que Balaïtous. Me pide disculpas porque pensaban que no habría nieve en el recorrido y por eso pusieron que no era necesario material invernal y que ese mismo día él subió al Coll de Tebarray, desde allí vio la situación del Balaïtous e inmediatamente, en cuanto regreso, cambió la web: "Balaïtous por la Gran Diagonal absolutamente desaconsejado. Imprescindibles crampones y piolet". Esto sucedió la tarde anterior, cuando subíamos al Refugio desde La Sarra y habíamos dejado el equipo en el coche. La suerte estaba echada.
EPÍLOGO:
le he prometido, una vez más, al Balaïtous, que regresaré pronto. Él me ha prometido a mi que en la próxima ocasión será más amable conmigo.
Y de ahí la importancia de cumplir siempre las promesas y nunca defraudarlas.
Waypoints
Intersection
7,040 ft
A Brecha Latour
Summit
9,140 ft
Arriel 2.791m
Mountain pass
9,495 ft
Brecha de Latour
Risk
9,667 ft
Clavijas
Mountain pass
8,096 ft
Col D'Arrémoulit
Mountain pass
8,341 ft
Collado Negro
Mountain pass
8,237 ft
Collado Wallon
Waterfall
5,644 ft
Desague Ibon
Religious site
6,936 ft
Ermita V. de las Nieves
Summit
9,964 ft
Frondella Central 3.040m
Summit
9,925 ft
Frondella Norte 3.036m
Summit
9,781 ft
Frondella Occidental 3.004m
Summit
8,862 ft
Garmo de la Frondella 2.709m
Risk
9,828 ft
Gran Diagonal (salida)
Summit
9,705 ft
Palas 2.974m
River
5,848 ft
Placas agua
River
6,662 ft
Río Aguas Limpias
Intersection
5,774 ft
Sendero Ibones de Arriel
Panorama
7,809 ft
Vistas a Barranco Arriel
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