Cabeza del Covacho (1.628m) desde Nogal del Barranco

Desde Guisando (cerca de Arenas de San Pedro) en la cara sudeste de La Mira en Gredos se ve esta formación rocosa justo encima del pueblo.
Realmente, no se llega a ver la cima, pero llama la atención, ya que se encuentra 900 metros por encima y este desnivel es solo en unos dos kilómetros de distancia.

Aunque la montaña se encuentra al noroeste de Guisando, dimos un rodeo para alcanzar la cima por su cara oeste, noroeste.

Salimos del área recreativa de Nogal del Barranco, donde se llega en coche, por carretera en aceptables condiciones.

Comenzamos la marcha por el camino de piedra que va en sentido norte (PR-AV-43), para dejar el sendero principal tras algo más de un kilómetro de recorrido y continuar por la derecha hacia el collado del Yelmo (PR-AV-20).

Cuando alcanzamos la amplia cresta (la que une los Galayos con la Cabeza del Covacho), giramos a la derecha y llegamos al collado del Yelmo tras un corto y ligero descenso.
La cima se encuentra a apenas medio kilómetro y se corona tras una subida siguiendo los hitos entre bloques de roca; es necesaria alguna sencilla trepada.

Disfrutamos de las vistas y el buen tiempo un buen rato, pero enseguida nos dimos cuenta de que no se veía el pueblo de Guisando desde la misma cima.

El descenso lo teníamos previsto hacerlo por la cara sudeste, pero antes bajamos unos metros hacia el sur para poder contemplar Guisando desde un resalte. Necesitábamos ver el pueblo desde donde habíamos observado la montaña... Y mereció la pena, porque la vista es espectacular.

El primer tramo de descenso es por terreno despejado; hay hitos y trazas de sendero, aunque hay momentos en los que éste no es muy evidente.
Más abajo entramos en el pinar; posiblemente, la zona alta del bosque es lo más incómodo, ya que todavía asoman muchas rocas y el piso está cubierto de hojas, por lo que no se sabe dónde vamos pisando. Según fuimos perdiendo altura el sendero se hizo más evidente y más cómodo.

Los últimos 2,3 kilómetros son casi llanos; por pista forestal y al final unos metros por carretera.

La ruta es bonita y sin grandes complicaciones, pero hay que dejar claro que no se trata de un paseo ni puro senderismo, a pesar de tener pocos kilómetros y escaso desnivel: Se atraviesan tramos abruptos y sin sendero claro y es necesario saber moverse por este tipo de terreno.