Cascayón y Lago Ubales desde el Refugio de Brañagallones

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Reseña de la ruta en Adventoorer: Pico Cascayón y Lago Ubales desde Brañagallones.

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Amanece en Brañagallones un día espléndido. Sopla mucho aire, eso sí, pero sabiendo el calor que tienen que estar aguantando en Madrid, se agradece mucho.

Hoy he dormido muy a gusto, después del vivac de ayer, en el que no acabé de descansar del todo. Y el desayuno está muy bien. Pues todo perfecto para salir a dar una vuelta por el parque de Redes.

Hoy vamos al Cascayón, un pico al que nos acercamos ayer. Vamos a subirlo, y si el frío lo permite, a darnos un baño en el Lago Ubales.

Salimos del refugio por la parte de atrás, por donde llegamos ayer. Tras un corto paseo bajo los árboles, llegamos a la majada de Valdevezón. Allí nos desviamos a la derecha, e iniciamos una subida durilla por los prados, entre la Cuchilla y la Peña del Sellar. Está todo verdísimo.

A media subida encontramos una puerta, que cruzamos y volvemos a cerrar. Desde aquí estamos en territorio de dos mastines enormes que está cuidando las vacas. Estos son de esos perros pachorrones que parece que son incapaces de hacer nada, pero por si acaso, vamos con cuidado. Es cierto que son muy amigables, pero también que están cuidando del ganado, y si creen ver alguna amenaza, puede pasar cualquier cosa. Así que vamos tranquilos, pero con tiento, y no hay ningún problema. El único peligro que vemos es que se te echen encima jugando y te claven el descomunal collar de púas que llevan para protegerse de los ataques de los lobos.

Por aburrimiento o por vigilarnos, nos acompañan camino arriba, hasta que empezamos la subida final al collado entre la Peña del Viento y la Peña los Fornos, donde nos despedimos. Por aquí vemos algunas cabras que se dedican a chulearse por la velocidad con la que suben y bajan de los riscos. Espectacular.

Hacemos un desvío hasta la cima de los Fornos. A la Peña del Viento iremos otro día. El paisaje es una pasada desde cualquier cima que se haga, y hay que aprovechar los días de buen tiempo. Aquí pueden acabarse rápido.

Bajamos por el otro lado, de nuevo al Collado Acebal y el refugio ICONA, donde estuvimos ayer. Vamos a rodear el Cascayón para entrar a la altura del lago, y luego iremos a la cima.

El entorno del lago es una pasada. Está encajado en la hoya de la montaña. No se ve hasta que estás encima. Y como el día está soleado, es obligado darse un baño. El agua está fría, pero soportable. Es una gozada pasar aquí un rato.

Después del chapuzón, vamos a la cumbre, y recorremos la arista de la montaña de un lado al otro. Aparte de la ventolera, no hay nada reseñable. No hay ninguna dificultad. Se podría bajar siguiendo la arista, pero vamos a volver por el norte.

El descenso es tranquilo. Bajamos hasta la majada de Mericueria y entramos en el bosque de Redes para circunvalar la Quemaona hasta el refugio. Es un rodeo largo, pero el paseo bajo los árboles es muy agradable, y cansa lo justo para hacer hambre para la cena.

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