CERRO DEL CABALLO DESDE PRADO ABARCA

DESCRIPCIÓN DE LA RUTA:

1. EN VEHÍCULO:

Salimos de la localidad Órgiva y tomamos la carretera A-4132 en dirección hacia La Alpujarra. A unos 3kms tomamos un desvío a la izquierda, es la carretera A-4201 que nos lleva a la localidad de Cañar. Es una carretera de montaña de con muchas curvas, pero con unas vistas fabulosas del valle del río Guadalfeo y de la Sierra de Lujar. Tras 5 kms llegamos a Cañar, continuamos por el pueblo y al llegar a una placeta en la que hay un bar, tenemos que girar bruscamente a la izquierda para continuar subiendo y así dejamos atrás el pueblo.
Continuamos por lo que ya es un carril de tierra y a tramos de hormigón, con muy buen estado para turismos. Seguimos por él hasta cortar en perpendicular otro carril que marca el límite del Parque Nacional y que viene del área recreativa de Puente Palo, al que también se puede acceder por la A-4132 en el cruce hacia la izquierda donde se encuentra la Ermita del Padre Eterno.
Al cortar dicho carril continuamos hacia la izquierda buscando la vertiente de Lanjarón, pasamos junto al mirador de Cañar, poco después por encima del Tajo del Pósito y ya vemos nuestro destino que es el pinar de Prado Abarca. Continuamos por el carril y es en este último tramo cuando se pone algo peor, pero que se puede llegar hasta el mismo pinar con un turismo.

2. A PIE:

Bueno, tras dejar el coche en Prado Abarca, retrocedemos un poco por el carril hasta salir del pinar y empezamos a subir en oblicuo hacia el río pero tomando altura poco a poco. En la ladera de enfrente vemos como va quedando atrás el Cortijo de Ballesteros, el más alto que aún se cultiva.
Seguimos con la ruta, sin camino pero sin dejar de ascender y avanzar, así cruzamos una acequia y más adelante llegamos a interceptar el sendero que buscabamos. Este sendero nos lleva directamente al río, que lo cruzaremos algo más abajo de la toma de la acequia de Prados Colorados. Es por este punto del camino donde ya tomamos contacto con la nieve, pero de forma intermitente. Durante todo el recorrido hemos visto la acequia mencionada en la ladera de enfrente, pero ahora estamos justo debajo de ella y conforme nos acercamos vemos como está construida como acequia de careo, toda de lajas. El sendero atraviesa la acequia y nos situamos por encima de ella y ya vamos siguiendo el curso del río, pasamos junto a un dique de contención y se observa como la ladera de la derecha (la opuesta a nosotros) tiene más nieve(es zona de umbría y le da menos el sol).
Continuamos intuyendo el sendero, pues ya hay bastante más nieve hasta situarnos en la vertical de la Laguna de Najera, debajo del Caballo. Podíamos haber avanzado hasta alcanzar un sendero que desde el río nos llevaría hasta el Refugio del Caballo, pero queda algo más lejos y ya hay mucha nieve, por lo que decidimos tomar la tanjente y así subimos la vertical hacia la laguna de Najera. Y ya desde aquí tomamos contacto visual con el Refugio del Caballo y con esta visual trazamos el camino siguiendo alguna huella existente.
En el refugio descansamos y comemos un poco. Tras ello iniciamos el ascenso a cumbre y alli, las fotos de rigor y la contemplación del valle del río de Lanjarón y todos los demás paisajes (que son bastantes) que desde allí se pueden ver.
Descendemos por la misma huella, pero bordeamos la laguna del Caballo por la izquierda evitando el refugio y así hasta interceptar nuestra huella justo encima de la la laguna de Nájera. Descendemos al río por otra huella distinta de la nuestra algo más a la derecha, porque queremos evitar un pequeño barranco, pues los puentes de nieve son frágiles y la nieve está bastante blanda y no queremos colarnos y tener un susto evitable. Llegamos al río justo en el punto que habíamos pensado, a la derecha del barranco citado.
Continuamos por el sendero que habíamos seguido en la subida, pero con la salvedad de que ya no lo dejamos hasta llegar a unos pinos sueltos que hay más arriba de Prado Abarca. Si miramos desde el coche, estos pinos están bastante más arriba y hacia el río. Bueno el sendero parece perderse en ellos, pero de todas formas decidimos descender en dirección al pinar de Prado Abarca. Llegamos a él por su extremo izquierdo visto desde arriba, lo atravesamos y cruzamos lo que parece una acequia y vamos a parar justo donde está el coche (vaya puntería).
Y de vuelta a casita, con ganas de volver a las andadas.


Saludos a todos los amantes de las montañas.