Cinco Lagunas + Cabeza Nevada o Mogota del Cervunal. SIERRA DE GREDOS

TRAVESÍA INVERNAL POR LA GARGANTA DEL PINAR, PERNOCTANDO EN CINCO LAGUNAS. DESPUÉS ASCENSIÓN A CABEZA NEVADA, PARA VOLVER POR EL CERVUNAL:

Iniciamos nuestra ruta en el aparcamiento habilitado junto al río Tormes, partiendo del Puente de las Cadenas, tras el cual existe una buena fuente y los primeros indicadores del sendero PR-AV 35 que seguiremos. Ascendemos hasta alcanzar algunas cercas de ganado. Siguiendo por el camino tomaremos el primer desvío a la derecha para atravesar la Garganta de Gredos por el Puente de las Ranas.
Seguimos ascendiendo por la pista hasta que en una curva cerrada, encontramos una señal indicativa que nos hace abandonar el camino a por la izquierda, enviándonos por un sendero que baja hasta el cauce de la Garganta del Pinar que es la que vamos a seguir. Cruzaremos ésta por el Puente de las Tenadas, encontrándonos al poco con una nueva bifurcación: Tomaremos la de la derecha tal como indica el cartel, el desvío de la izquierda nos llevaría hasta la Laguna Grande.

El sendero va remontando la Garganta del Pinar, al principio por ladera y después junto al arroyo, haciéndose cada vez más tendido el recorrido, hasta llegar al Chozo de la Barranca. Hasta poco antes no empezamos a encontrar continuidad de nieve, eso sí, con buena y abundante huella además de ausencia de hielo.

A partir del Chozo comienza la ascensión por los umbrales del glaciar, zonas de cambio de pendiente que nos indica que cerca está el circo. En uno de éstos veremos la preciosa Laguna de Majalescoba, que ahora está también congelada. A continuación iremos remontando los grandes lanchares que labró el glaciar que aquí habitaba, aquí comienza a aparecer el hielo y buscamos los mejores pasos para progresar, entre la pulida roca y las finas capas de nieve sobre el hielo, evitando aún calzarnos los crampones.

Llegamos al último tramo y más pino, vamos a abandonar este valle, que nos llevaría a la Hoya de las Berzas. Un poste nos indica que debemos girar a la izquierda para ascender en busca del circo colgado de Cinco Lagunas. Hasta bien arriba no escuchamos el torrente del desagüe de las lagunas a nuestra derecha. Vemos por fin entre la niebla unas huellas sobre hielo que nos muestran la primera de las lagunas, la Bajera, donde pernoctaremos.

Tras una fría noche invernal pero sin excesivo viento, amanece un día absolutamente despejado, y tras recoger todo, nos preparamos para ascender la canal de la Portilla del Pluviómetro. No ha subido nadie todavía y tendremos que hacer huella.
Sabíamos que aún no había transformado la nieve y lo peor serían las nortes, así que comenzamos temprano el ascenso para cramponear a gusto, y así fue, pero pronto nos empezamos a hundir y nos cuesta cada vez más hacer huella... con mucho esfuerzo aunque plena satisfacción alcanzamos la portilla y se muestra ante nosotros el Gargantón y las cumbres más orientales del Circo.

A partir de aquí tomamos la cresta a la izquierda, con precaución y buena técnica para pasar algún pasaje muy expuesto y delicado por lado Norte, que con esta nieve nos resulta mucho más seguro. Así llegamos a otra collada bastante amplia y muy venteada, donde ya encontramos antiguas huellas que provienen del Gargantón y nos guían con mucha seguridad (además este lado Sur ha transformado algo) hasta la cumbre.

Mogota del Cervunal o Cabeza Nevada, 2.426m (2.427 según Adrados)

Desde aquí tenemos una soberbia panorámica de toda la sierra, los dos circos y gargantas circundantes... además de divisar en lontananza muchísimas más sierras, gracias al día tan despejado.

A partir de aquí nos dirigimos a la otra cima más septentrional, algo más baja y con vistas a lo que será todo el recorrido de vuelta (ver foto con croquis). Bajaremos por Hoya Nevada, donde divisamos una antigua huella de raquetas que encontramos algo más consistente y seguiremos para intentar progresar sin hundirnos tanto como lo hemos hecho bajando el palón norte de la montaña. Ya sin crampones ni piolet, cruzamos el arroyo antes de la gran pradera del Cervunal, entre piornos y grandes acúmulos de nieve, para toparnos con el Chozo del Cervunal o del Novillero, (se conoce así también por estar al final de la cuerda del mismo nombre).

No nos entretenemos en subir a la laguna del Cervunal, está a unos metros frente al chozo, en un pequeño alto. Cruzamos el prao y lo bordeamos para bajar junto al arroyo, de donde vemos partir una acequia que iremos siguiendo hasta que asomamos a la Garganta de Gredos y nos damos cuenta de que nos hemos pasado un desvío que remonta la loma a nuestra izquierda, entre los piornos.

Seguimos la acequia unos metros más y vemos que la loma se despeja completamente de piorno, con lo que subimos raudos a encontrarnos de nuevo con el sendero. Éste nos llevará en un sube y baja por la Cuerda del Cervunal hasta el conocido como Cerro de las Peñas, último punto alto. Ya desde aquí el sendero comienza a bajar, siempre por la cuerda y cruzando majadas, algunas ya en desuso, hasta salir en medio del cruce o "junta" de las gargantas donde vimos los postes indicativos el día anterior.

Volvemos ya por camino conocido al inicio de esta ruta después una buena machacada, no por los números, que bien se podrían hacer en un día aunque largo, sino por la calidad de la nieve. En este caso preveíamos tal condicionante pero es cierto que sirvió como excusa para planear la pernocta en ese rincón tan mágico que es Cinco Lagunas, ahora en el crudo invierno.

Una aventura de gran compromiso físico y en ambiente absolutamente alpino, si bien no tuvo dificultad técnica como tal... cuestión que podría cambiar con la nieve en otro estado.
Realizada los días 17-18 febrero 2018.