CIRCULAR AL IBON DE ESTANES

Ruta muy completa alrededor del ibon de Estanes. Para el inicio, subo al puerto de Somport desde Jaca, y comienzo el descenso por la vertiente francesa. Tras unos 4 kms, y después de una cerrada curva de herradura, se marca el acceso al parking de Sansanet.
Salgo del parking por sendero; la de 5 minutos cruzo un puente sobre el río, con poca agua. Un poco más adelante cruzo otra pasarela sobre un torrente ahora seco.
0:15 hrs, salgo a una pista, a la derecha marca al ibon de Estanes; izquierda Peyrenere, sigo la dirección del lago de Estanes (perfectamente señalizado en todo momento).
0:25 hrs, la pista continúa hacia la cabaña de Escouret (por ahí volveré dentro de unas cuantas horas) a la vista, y el parking de Espelenguere. Yo continúo a la izquierda, dirección al ibón. Abandono ahora el bosque atlantico, aunque no definitivamente, y entro en una zona mixta de prados y bosque.
El sendero me lleva en dirección oeste, hacia la frontera, que alcanzo después de 55 minutos desde la salida. Ahora ya por una zona de pastos de altura, continúo en dirección oeste atravesando en medio de la niebla un vallecito surcado por un arroyo, que me deja finalmente sobre el ibón de Estanés delante de mi (1:10 hrs), aunque solo lo intuyo por la espesa niebla. A mi derecha las estribaciones de una colina, a la que decido subir, para ver si la niebla se abre. Resulta ser las colinas que conforman el alto de la Mujer Muerta, que recorro siguiendo trazas de sendero (1:25 hrs).
La niebla se disipa y tengo la suerte de contemplar un maravilloso paisaje, con mar de nubes hacia el norte, y también hacia el ibón, que no se deja ver. Me tomo mi tiempo e incluso como algo. Después de llegar a la colina que parece la más alta, me dirijo hacia otras que están sobre el ibon, y desde allí desciendo por donde mejor lo veo hacia la orilla este del ibon, hacia unas características rocas que se meten en el agua en forma de península. Allí me tomo también un buen rato, ya que el lugar lo merece.
Después bordeo el ibon en dirección al sur, y retomo uno de los sendero, girando hacia el oeste, y bordeando el mismo por el sur, hasta llegar a un desvío que me lleva claramente en dirección sur (2.20 hrs).
Voy subiendo por una canal en dura pendiente, hasta salir a un vallecito; el camino sigue a la izquierda, aunque veo a lo lejos otro sendero hacia la derecha (oeste) (2:25 hrs). Aquí dudo un poco, pero después de consultar el gps, claramente tengo que ir a la izquierda (este) remontando un vallecito, con la pared de la sierra de Bernera a mi derecha, y otra formación rocosa menor a mi izquierda.
El vallecito termina en un collado (2:45 hrs), y ahora el sendero gira a la izquierda, subiendo mucho más decididamente que antes en dirección sur, en el paraje conocido como La Trinchera, quizás porque el camino en ocasiones va encajonado en el terreno como si de una trinchera se tratara.
El sendero desemboca sin pérdida posible en el Valle de los Sarrios (3:00 hrs). Un terreno totalmente plano y sorprendente, totalmente rodeado por verticales paredes. A la izquierda tengo la pared que cae del pico Olibón; a mi derecha la que cae del pico Liouviella. El paraje es sobrecogedor, porque parece un auténtico valle escondido a los ojos de los hombres, sólo a la vista de los pájaros.
Atravieso este espectacular terreno en dirección SW, hacia la pared infranqueable. Pero al llegar al fondo, el camino gira a la derecha, y deja ver un paso entre las vertiginosas paredes. Alcanzo el puerto de Bernera (3:25 hrs). Enfrente de mi aparece el impresionante Bisaurin, el Rey de estos pagos, escoltado por el piramidal Puntal de Secus. Estudio el terreno. De frente (Oeste) el camino más claro sigue hacia la Plana Mistresa. Hacia la derecha, NW, sale otro sendero menos claro, hacia los Puertos. Cojo este otro sendero.
Hasta aquí, todo es fácil, al alcance de cualquier caminante medio. A partir de aquí comienzan las dificultades. En principio voy dirigiendome hacia un claro collado entre Liouviella (a mi derecha), y Cúpula de Secús (izda), pero poco a poco abandono esta linea, y me desvío hacia el este, por trazas de sendero, y una diagonal que parece más cómoda. Sin ganar la cresta voy por debajo de la misma, en dirección a la cima. El terreno, sin ser difícil no es cómodo de caminar. A escasos metros de la cima, gano la amplia cresta, que aquí es más bien una altiplanicie, y alcanzo la cima de Liouviella (3:55 hrs). Vistas espectaculares, pero sobre todo, tener el valle de los Sarrios, que acabo de recorrer, a vista de pájaro, hacen de esta visita, casi lo mejor del día. Hacia el norte el diente de Liouviella me invita a intentarlo, pero no parece fácil, y el tiempo empieza a apremiar, porque queda mucho.
Bajo por la amplia cresta, que más adelante se va estrechando, hasta que el terreno me echa hacia el sur, por donde voy descendiendo hacia el collado. Desde el collado comienzo la subida a la Cúpula de Secús. Me coloco bajo una larga canal mixta, de unos 30 ó 40 mts, que tengo que trepar. No excede el primer grado, pero el terreno es muy descompuesto, y hay que andarse con ojo. Si hay alguien por arriba (dos montañeros me antecedían), mejor esperar a que pasen. La canal finaliza en una corta arista, que me deja en la base del casquete somital, que alcanzo en una nueva trepada por terreno similar al anterior, aunque más corta, conquistando la Cúpula de Secús (4:30 hrs).
Vistas aun mayores que antes, la cresta continúa en dirección oeste hacia el pico Alto de la Portaza. Pero hay un destrepe de III grado que no quiero ni intentar. Así que desciendo a la arista este. Aquí lo más prudente (lo que hicieron los dos montañeros que me antecedían) es bajar la primera canal, y desde su base hacer una travesía por terreno algo descompuesto, que tan poco es tan fácil por lo que luego me dijeron. O intentar, como hice yo, una vira, bastante poco clara, desde la misma base del casquete somital. Esta vira discurre por terreno muy descompuesto, y con un patio considerable. No es difícil, y si se hace con calma, se hace, pero es muy peligrosa.
Finalmente la travesía me deja un poco por debajo del collado entre la Cupula el Pico Alto de la Portaza, desde donde compruebo que efectivamente el destrepe de la arista excedía mi nivel. Rápidamente alcanzo la cima principal del pico Alto de la Portaza (05:00 hrs), con unas vistas impresionantes de la Cúpula de Secús, y también del ibon de Estanes, prácticamente a mi pies.
Desciendo a una brecha hacia el oeste, y alli veo una dramática y estrecha canal que desemboca en la misma; me pregunto si será factible, y si alguien se habrá aventurado en la escueta grieta; referencias no he encontrado. Desde la brecha alcanzo rápidamente la cima occidental del pico alto de la Portaza.
Con cuidado, por terreno muy empinado desciendo hacia un nuevo collado, y remonto una última punta que aparentemente carece de nombre (cota 2.297 mts), aunque tiene 20 mts de prominencia, y una afilada arista. Mi intención es descender al oeste a la brecha de Secús, pero el terreno se desploma sobre la misma, y no sé que hacer. No lo veo claro desde mi posición, y el terreno me parece muy peligroso, así que decido volver, paso de nuevo por la cota, y deshago la arista hasta el collado, y desde allí desciendo hacia el este, buscando algún paso cómodo en el vertical y descompuesto terreno. Por una serie de gradas y terrazas muy descompuestas y peligrosas, acabo consiguiendo situarme en una nueva vira, que de nuevo hacia el oeste me deja en la vertical de la brecha, ya en terreno fácil (05:40 hrs).
En este punto estoy desfallecido y paro a reponerme y descansar. Los dos montañero con los que he coindicido en la Cúpula me alcanzan, y me dicen que la vira que ellos han cogido tampoco es un terreno de rosas (en la parte final coincide con la que yo he terminado realizando). Alcanzamos juntos la brecha de Secús (06:00 hrs). Bajamos juntos los primeros metros, pero luego me adelanto, porque a diferencia de ellos, yo tengo una larguísima vuelta a casa.
El descenso en su primera parte es muy empinado, pero el sendero está bien marcado y se baja bien, siembre en dirección E-NE. Sin pérdida llego a una característica cimita, ya casi sobre el ibon de Estanés. Puedo irme a la izquierda, y enlazar con un sendero que por allí me dejaría en la orilla del lago. Decido seguir por el otro sendero de frente, para acabar en el GR11, que sigo durante muy poco tiempo, para coger un nuevo sendero que me deja a la orilla del Ibon de Estanés (07:00 hrs).
Un claro sendero sale desde la orilla y bordea la rivera norte, aunque no a la altura del agua, sino unos 10 mts por encima. El recorrido tiene un pasito, interesante de unos 5 mts, aproximadametne 40 ó 50 cms de ancho. Se pasa andando, pero está sobre el agua. Lo comento por si alguien se anima a bordear tan solo el ibon. Desde luego si viene de arriba, esto es como andar por el pasillo de casa. El sendero me deja en el collado del paso de la Escalera (7:15 hrs), que se llama así porque tiene un resalte donde han instalado una escalera metálica para superarlo. De todas formas, lo más impresionante está al comienzo del descenso. Quizás esta parte fuera mejor afrontarla de subida.
Una vez pasada la escalera, no queda más que bajar por el sendero, que me lleva cerca de Espelunguere (07:50 hrs). En este punto ya voy con el tiempo bastante ajustado, y no puedo disfrutar plenamente de una bajada preciosa.
A partir de Espelunguere, me encuentro con que toca subir, y la primera cuesta es de importancia. Sigo el GR, atravesando algunas zonas abiertas de pasto, pero en general por un bonito bosque atlántico, similar al que he atravesado a la subida, hasta llegar a la cabane d'Escouret, donde descubro una bonita cascada. Desde aquí ya el camino confluye con el de subida, y llego al aparcamiento después de 8:30 hrs de travesía.
Recorrido precioso, completísimo, y además con la enorme suerte de encontrar un día casi perfecto, con esa niebla, y nubes que dan un ambiente mucho más alpino a cualquier ruta.
La ruta alrededor del ibon es sencilla, tan solo mención al paso de la escalera y al pasito del sendero sobre la orilla norte del ibón. La subida al valle de los Sarrios tampoco tiene nada, y si se sigue el sendero hasta la brecha de Secús, y de allí bajada al Ibon, tampoco veo dificultades reseñables más allá de la distancia. Las dificultades y el peligro se concentran en el tramo entre el Liouviella y los picos que componen el pico alto de la Portaza, en especial en esta última zona, donde el terreno es vertical, poco definido y peligroso.