Circundación del Cerro del Fuerte de Guájar Alto

El objetivo de esta excursión ha sido explorar un trayecto razonable para rodear el Fuerte, partiendo en esta intención de las experiencias de dos excursiones anteriores, y posiblemente encontrar un acceso al altiplano de su cima.

Este monte, legendario por acontecimientos de la rebelión de los moriscos en el siglo 16, domina el valle del Río de la Toba al Noroeste de Guajar Alto. Por su forma de mole rocosa y la posición aislada impresiona más que el cercano Cerro de la Jesa que lo supera en unos cuarenta metros de altura.

El recorrido sale de la plaza de Guájar Alto y se dirige en dirección NO por la carretera/pista que lleva al Collado de la Cruz Chiquitita. Después de una marcha de unos dos km se cruza el barranco del Fuerte en una curva pronunciada hacia la derecha. Poco después, a la izquierda sale un sendero casi en dirección opuesta que lleva a una cueva y después se pierde en el terreno.

La idea era subir campo a través desde este punto a la cresta / el cortafuegos en lo alto de la ladera. Por sorpresa después de pocos metros se encontró una trocha casi irreconocible, estrecha, muy empinada y resbaladiza que lleva justamente al cortafuego. En algunos puntos la trocha está borrada por pequeños desprendimientos por lo cual hay que extremar la precaución. Aunque aquí no se puede caer al vacío, una caida o un resbalón puede resultar fatal.

Después de llegar al cortafuegos, que en su estado actual pocos fuegos cortaría, empieza la parte más agradable de a excursión, la subida por el cortafuegos hasta la base de la mole rocosa del Fuerte, unos 1200 m de distancia.

Llegado al fin del cortafuegos hay que intuir la entrada en la ladera. Un hito de piedras del cual me acordé del año pasado, no lo encontré. Después de unos metros hay que superar trepando unas rocas, de nuevo con cierta intuición, porque la continuación no se puede ver. Evitar este sitio pasando más abajo, si fuera posible tampoco sería nada fácil en este terreno empinado y cerrado por la maleza.

Después de pasar por un espolón con dirección Sur se avanza por algunos claros entre la maleza, siempre intentando quedarse debajo y cerca de los tajos rocosos. Al final encontré el sendero estrecho que lleva a la continuación del cortafuegos que sale al Oeste del Fuerte en dirección al Alto del Rayo, quiere decir hacia Suroeste.

Pasando el lado Suroeste del Fuerte, en tres sitios me parecía posible - pero tampoco seguro - llegar al altiplano de la cima. Estos sitios coinciden con puntos donde, según una foto de la UNED, se encontraron pedazos de cerámica con supuesto origen de los moriscos. Yo también encontré un pedazo de cerámica. Instintivamente lo relacioné con los resineros. Pero no sé, si aquí se explotaba la resina. Tal vez de verdad era un pedazo histórico.

Por una serie de razones renuncié a seguir buscando una subida a la cima y me acontenté con el rodeo. Una vez en el cortafuegos, después de unos 700 m se llega al punto más alto de la ruta con 1.170 de altura, y pocos metros después a una pista, el antiguo camino de Ítrabo a Granada. El resto es la marcha de unos 10 km por pista y carretera hasta llegar al punto de partida.

La definición de la actividad como alpinismo no parece muy acertada, pero senderismo lo sería menos. Las pequeñas trepadas no parecen tan difíciles tecnicamente. Su problema es más bien que no se ve la continuación, por lo cual puede pasar que se elija un trayecto equivocado. Difícil, y no del gusto de toda la gente, es el avance por el terreno muy empinado, resbaladizo y cerrado por la maleza.

La subida por la trocha al principio y el rodeo de la mole por terreno cerrado no son exentos de peligros. Resbalones y caídas pueden resultar en consecuencias graves. Pasar por la maleza puede resultar en heridas, sobre todo en las manos.

Incluido estos obstáculos, en su total es una ruta "FUERTE".