Corona de Gavarnie desde la Pradera de Ordesa. Marboré, Picos de la Cascada, Espalda y Torre (Góriz/Cotatuero)

19/10/2021
Dura ruta circular que sale de la Pradera de Ordesa, recorre todo el valle pasando por el refugio de Góriz, asciende a las cimas del circo de Gavarnie empezando en el Marboré y acabando en la Torre y vuelve a la pradera por el circo de Cotatuero.

El compromiso en general es bajo, tan sólo hay que hacer alguna trepada corta y un destrepe que se puede evitar, así como atravesar las clavijas de Cotatuero, un pasaje que, sin ser difícil, sí que puede impresionar a las personas con vértigo.

La dificultad está en la distancia, el desnivel acumulado, las horas de actividad, y a que hay tramos en los que el camino no es evidente por lo que conviene ir muy al loro a los hitos que vayamos encontrando. Cobertura muy escasa durante el día.

Madrugamos mucho (4 am) y a las 5 y poco ya estamos en marcha. Justo en las clavijas de Soaso empieza a clarear y poco antes de llegar a Góriz apagamos los frontales. Hacemos una breve parada para coger fuerzas y seguimos por la ruta normal del Monte Perdido. Nada más pasar la Ciudad de Piedra, nos salimos del camino y recorremos por encima una faja rojiza muy evidente que se veía según subíamos. Bordeamos sin dificultades la base del Cilindro y nos metemos en una zona que es un desierto de bloques muy inhóspito, pero por el que casi siempre se avanza cómodo. Nos queda superar los últimos 400 m de desnivel hasta el Marboré, tramo sin camino evidente y que se hace largo y duro, ya que la cima no se ve hasta que estamos cerca. Hacemos otra parada ya que hemos tardado 6 horas hasta aquí.

Perdemos altura y sin dificultades llegamos al primer Pico de la Cascada, el Oriental. Seguir por el filo supone embarcarse en destrepes aéreos y delicados, así que desandamos unos metros y, por una travesía horizontal algo rota, atravesamos la base del pico dirección al segundo. La roca, de repente, cambia de color y se vuelve gris, dejando atrás el ocre de los dos picos anteriores. Un primer gendarme que encontramos es la antecima, así que lo bordeamos para llegar al segundo Pico de la Cascada, el Central. Desde hace un rato el panorama hacia el Circo de Gavarnie es sobrecogedor, sin duda de los sitios más espectaculares del Pirineo.

Perdemos altura por una pedrera ancha y rota y desde el collado al que llegamos tenemos dos opciones: atacar con una fácil y corta trepada el murete que hay o bordearlo por la izquierda. A gustos.
Ya por una zona cómoda alcanzamos el tercer Pico de la Cascada, el Occidental. Desde aquí y por terreno muy fácil alcanzamos en poco más de 5 minutos la Espalda de Marboré, el 5º tresmil del día.

Perdemos altura en dirección este y enseguida vemos un hito que marca una zona para destrepar. Sacamos la cabeza con cuidado, ya que hay un cortado importante, y vemos otro hito unos metros más abajo. Nos sorprende que por aquí se pueda bajar ya que hay unos 100 m de caída, bastante roca suelta, no hay posibilidad de asegurar nada y como tengamos medio fallo, adiós. Así que seguimos en paralelo por la parte superior de esta gran faja hasta que vemos una zona por la que es posible destrepar con cuidado. Nos hemos quedado a tan sólo unos metros de por dónde hemos subido esta mañana hacia el Marboré, y es que las opciones para bajar a “tierra firme” son escasas. Hacer esta maniobra nos ha costado casi 1 hora extra, justo la hora que nos faltará a la bajada para llegar al coche con luz.

Avanzamos otra vez en paralelo a la faja, pero ahora por su base y en dirección contraria, pasando al pie de la Espalda y muy cerca del Col de la Cascade y aunque la Torre aún se ve lejos, llegamos sin dificultades en un rato. Desde que hemos salido de la Espalda hasta que hemos llegado a la Torre han pasado casi 2 horas, pero en el último tramo hemos disfrutado de unas vistas impresionantes del circo de Gavarnie. Si desde el Marboré hemos alucinado con el corte que hay hacia el lado francés, ahora se le suma que vemos la Gran Cascada, 800 m por debajo de nosotros.

Son las 4 de la tarde y aún estamos en la Torre, así que hacemos un breve tentempié para hacer la bajada con fuerzas y nos ponemos en marcha.
Primero hay un par de destrepes fáciles y luego hay que bajar por una canal bastante tiesa con mucha piedra suelta, así que extremamos las precauciones. Ya estamos en octubre avanzado y se ha formado algo de hielo en algún tramo, así que vamos con mil ojos. De hecho, hay una zona de este pedrero en el que cuesta que entre el sol por lo que la nieve aguanta hasta bien entrado el verano.

Llegamos al Cuello de los Sarrios y aquí empieza un descenso que se hace muy muy pesado entre caos de bloques, un impresionante lapiaz y varias simas con las que tendremos que tener cuidado.

Una vez en los Llanos de Millaris podemos avanzar mucho más rápido, cosa que hacemos ya que queremos llegar a las clavijas con luz. Al asomarnos al circo de Cotatuero aún se ve lejos donde el río se precipita cascada abajo, así que seguimos avanzando, a veces sin camino evidente, lo más ligero que podemos aunque llevemos muchas horas de tute y el cansancio hace rato que se nota.

Por fin llegamos a las clavijas de Cotatuero… con luz! Para el que no lo sepa, se trata de un paso horizontal equipado con barrotes y línea de vida y una corta chimenea diagonal muy encajonada también con barrotes. El paso puede impresionar ya que es muy aéreo, pero en poco más de 5 minutos se pasa.

Llegamos al camino y nos ponemos los frontales, ya que en breve tendremos que enchufarlos. Sólo queda seguirlo hasta la pradera, a la que en algo más de hora y media llegamos. Lo conocemos y no es un tramo muy largo pero después de la de horas que llevamos encima, se acaba haciendo eterno.

Recorrido que tardamos en hacer casi 15 horas. A ritmo más ligero se puede hacer en menos tiempo, pero a tener en cuenta que es una actividad muy exigente en cuanto a esfuerzo.