Cotiella 2912 m. desde Collubert, invernal

Ruta invernal al Cotiella desde el collado de Collubert, barranco y pico de Las Neis.

La ascensión fue realizada en un día gris con previsiones de cambio de tiempo a ultima hora de la tarde. Sin embargo el frente se adelantó mucho más de lo previsto, algo por otra parte normal en la montaña y que siempre hay que tener presente.
Bastante antes de alcanzar la cima, en la cresta del pico de las Neis la nube nos envolvió convirtiendo la ascensión en una actividad dura y arriesgada. La niebla impidió la visibilidad hasta extremos inverosímiles, en ocasiones no superaba los 10 m. y sólo pudimos guiarnos por medio del GPS.

La ruta en sí es relativamente poco conocida y supone la vía más directa a esta enorme montaña. El gran desnivel que tiene se compensa por la cortísima distancia con respecto a la vía normal por Armeña.


ACCESO: Desde Campo (Huesca) seguimos la carretera N-260 sentido Benasque y a pocos kilómetros tomar un desvío señalizado a la izquierda, dirección Senz - Viu por una estrecha carretera.
Desde la pequeña localidad de Viu en su parte alta tomar la pista forestal del valle solo apta a vehículos todo-terreno hasta el Collado de Cullibert ó Collubert (1.470 m., más de 5 km)
NO INTENTAR ESTE TRAMO DE PISTA CON TURISMOS, ES IMPOSIBLE. PENDIENTES MUY FUERTES, BADENES MUY GRANDES Y PROFUNDOS, ETC.


DESCRIPCION DE LA RUTA:

Una de las grandes jornadas de montaña que he pasado en mi vida ha sido ésta, cuando los días malos se convierten en buenos. Hace tiempo que le teníamos ganas al Cotiella en invernal, ¡Pues aquí estamos! ¡Es la montaña de silueta perfecta! Un madrugón de los buenos, a las 5'00 h. salimos de casa y a las 7'10 h. ya teníamos las mochilas colgadas a hombros.

7,10 h. - Dejamos el coche cerca del refugio de Collubert, en buen estado y con una fuente a pocos metros que siempre he visto manar.

Seguimos la pista hacia el Barranco de las Neis, adentrándonos en un enorme circo que posibilita el ascenso por la arista del Cotielleta (derecha) ó atravesando el barranco hacia la izquierda evitando las zonas mas avalanchosas. Esta segunda opción fue la elegida que describo.

Por la margen derecha orográfica del barranco atravesaremos el pinar, hay que estar muy atentos a los escasos mojones ya que las sendas se cruzan y se pierden por momentos.
Cuando salimos del arbolado nos encontramos el "paso clave" de la ruta, una barrera rocosa a modo de barranco por el que ascendemos, detrás va quedando el bosque a medida que trepamos un poco.

Situados en la parte superior el valle se ensancha, dejando atrás la preciosa Sierra Ferrera iluminada por tenues rayos de sol.

Atravesamos una segunda barranquera por terreno vasto que permite seguir cualquiera de las lomas que tenemos enfrente, tomamos la de más a la izquierda.

Las barranqueras aumentan su inclinación a cada paso que damos, la loma elegida no es menos dura y mientras tanto, el tiempo previsto resultaba todo un fiasco: en vez de dejarnos una mañana tranquila, comienza a encapotarse.....La Sierra Ferrera se puso fea y comenzaron a caer copos de nieve.

Sergio pregunta hasta dónde pensamos subir, en sus palabras se percibe cierto temor que compartía. En la parte alta de la loma ha llegado el momento de calzarnos los crampones por la nieve dura y continua.

A partir de aquí comienza la hora de la verdad subiendo por los neveros más y más inclinados que quizá ronden los 40º. La pala impresiona por lo extraordinariamente larga, Irene tiene un problema con los pinchos y hay que tomar medidas urgentes, Loren y Sergio consiguen arreglárselos y con estas paradas surgen muchas dudas sobre las posibilidades de hacer cima, seguimos a lo nuestro sin parar, el viento se hace helador aunque suave, y la niebla aparece.

10,50 h. - Llegamos a la cresta del Vacarizal ó de las Neiss, donde las vistas son.... nulas. A medida que avanzamos nos encontramos una cerradísima niebla, de no llevar GPS hubiera sido imposible continuar. En algún momento la suave nevada me cegaba completamente y no distinguía entre cielo y suelo. Daba un yuyu.... Decidimos ir bastante juntos, el temporal impresiona cuando superamos el Pico de las Neis (2.753 m.), sin saber que estábamos en la misma cima. Son las 11,00 h. Pasaremos un collado en medio de la "nada" y encaramos la pala cimera donde, al menos, se ven resaltes rocosos.

Desde aquí hasta el pico, la enorme ladera final fue todo un sufrimiento ya que la nevada ganó intensidad, sintiendo tan cerca el pico como el miedo. Había que llegar puesto que lo teníamos en la mano, y por fin....
11,35 h. - PICO COTIELLA, 2.912 m. ¡¡Victoria!!

Los efectos del frío quedaron reflejados en el pelo, las cejas y la ropa, escarchados. No podíamos estar arriba por mucho tiempo, sólo bebimos, comimos un poco, y en 10 minutos, a bajar disparados.

12.10 h. - Pasamos de nuevo por la Punta de las Neis, en algún momento podemos ver algo del blanco panorama que nos rodea. Comenzamos a descender al poco rato por la pala abajo, al fin con algo de visión. Menudo descanso cuando vimos parar de nevar.

14,20 h. - Entramos al fin en el bosque, nos hemos quitado los crampones y vamos guardando la ropa de abrigo. La euforia producto de esta pequeña hazaña que a pulso nos hemos currado empieza a invadirnos, nos abrazamos a un enorme pino que Irene dijo al subir que nos daría energías, por lo menos habíamos cargado nuestro ánimo y ahora le devolvemos las pocas calorías que nos han sobrado.

Una vez recuperamos el barranco de las Neis disfrutamos del bosque, de un salto de agua muy bonito y de todo el entorno que gana belleza cuanto más abajo nos vamos.
Sin apenas enterarnos, alcanzamos el refugio de Collubert rodeado de gigantescos árboles entre los que hay pinos, abetos, hayas y magníficos prados, ¡por supuesto!

Ha sido una excepcional jornada montañera, bestia como pocas. Gran desnivel, gran ambiente invernal y sobre todo gran compañía.