Cresta de los Picos del Vizuerco, Peña de la Cabra y Cuerda de La Tiesa al Albirigaño

ACTIVIDAD CALIFICADA COMO DIFÏCIL SI SE HACE, COMO EN ESTA OCASIÓN, CON CONSTANTES TREPADAS Y DESTREPADAS, BUSCANDO EN OCASIONES LOS PASOS MÁS EXPUESTOS Y COMPLEJOS. EN SU MAYOR PARTE PUEDE HACERSE EVITÁNDOLOS, POR SENDEROS PRÓXIMOS A LAS CRESTAS, QUE DISCURREN ALGO MÁS BAJOS. EN ESE CASO SU DIFICULTAD SERÍA MODERADA.

Hace ya varios años que no hacía esta preciosa, solitaria y muy divertida ruta y aprovechando la previsión meteorológica decido subir a la Peña de la Cabra para hacer su activación SOTA pero no por el camino habitual, sino por la preciosa cresta de los Picos del Vizuerco, un verdadero "parque de atracciones" para los que nos gustan las inacabables trepadas por la pizarra que invade toda esta zona de la Sierra del Rincón.
En la M130, en una curva muy pronunciada en la vertiente que forma el Río del Riato y al lado de una fuente, se encuentra una pequeña zona de aparcamiento para no más de cuatro coches. Desde ella, caminando unos metros por la carretera, se accede a una pista que nos acercará hacia el hombro de subida hacia el impresionante cresterío, inaccesible aparentemente desde abajo. Comenzaremos "calentando motores" con una subida por bosque y poco a poco irán apareciendo las primeras formaciones rocosas, fáciles de trepar, que se transformarán, conforme subimos, en intrincadas crestas, muy afiladas, en las que más vale no perder el equilibrio. Unos buenos guantes serán imprescindibles para evitar cortes en las manos.
Conforme se asciende, en este caso siempre por la arista, el paisaje se vuelve más y más agreste, más y más hostíl y amenazador, a la par que bello y sereno. Y las trepadas van ascendiendo de nivel de dificultad y grado de exposición aérea. Cabe recordar que, en las zonas más difíciles podrían abandonarse para continuar más abajo y a la derecha, por terreno más fácil. Nosotros, sin embargo, no reuimos la dificultad, más al contrario: vamos a su encuentro.
La larguísima cresta va enlazando diversos puntos altos, los Picos del Vizuerco y va llegando el cambio al alcanzar el Pie Bajero, donde el desnivel se suaviza y pasamos a entrar a la cuerda que lleva a la Peña de la Cabra, que ya se vislumbra en la lejanía.
Unos cuantos resaltes más a los que alzarse y la cuesta final hasta alcanzar el geodésico. Activo la SOTA EA4/MD-028 y me llevo la grata sorpresa de coincidir con Alejandro EA4DON y Elena EA4DOS, esa entrañable pareja compañera de aventuras hertzcianas, con las que compartimos un agradable rato de charla.
Nos hemos quedados solos en la cumbre. Comida y rato de relax en soledad y, cuando empiezan a oirse voces de gente que sube, nos ponemos en camino hacia el Collado de la Tiesa pero, como no podía ser de otro modo, obviando el camino habitual y bajando por las canales, para acabar rotando hacia la senda que enlaza con las formaciones rocosas altas que conducen hasta el collado. Allí, otra serie de interesantes trepes y destrepes y enlazamos con la pista que lleva al collado, dejando a lo lejos el refugio del retén de bomberos, poniendo rumbo directo al pico que da nombre al collado: La Tiesa.
Nos encontramos ahora "a las doce horas" del reloj que marca nuestra posición en el recorrido que estamos realizando en sentido antihorario. Si miramos a nuestra izquierda, a nuestros pies el inmenso valle repoblado, al final del cual está el coche. A nuestra izquierda ha quedado la Peña de la Cabra, que luce majestuosa en la distancia, junto a los Picos del Vizuerco. A nuestra derecha, el siguiente destino: el cordal que, comenzando en el Alto de las Rozas y terminando en el Albirigaño, nos conducirá, no sin antes pasar por otra serie de interesantes trepadas opcionales, al Collado de Matalinares, desde donde se inicia el fuerte descenso hacia el punto de inicio de la ruta, cerrando así una fantástica ruta, en un perfecto día. Si no se quiere recorrer este segundo cresterío para volver, puede tomarse la pista del Camino de los Lonchares, bien bajando por las canales de la Peña de la Cabra hacia el bosque repoblado hasta interceptarla o, más fácil, tomando este camino poco antes de llegar al pico de La Tiesa.

Me he prometido no dejar pasar tanto tiempo hasta volver a disfrutar de esta esforzada ruta. A ver si es verdad !!