Cresta del Gall (Bestrecà)

La Cresta del Gall es un itinerario singular que nos permite subir a la cumbre del Bestrecà (1.058 m) siguiendo una larga cresta, algo escarpada pero fácil, ya que no requiere el uso de cuerda, al menos para montañeros con cierta experiencia. Hay pasos aislados de trepada pero ninguno supera el segundo grado y la exposición es en general baja aunque hay algún paso que puede impresionar a personas poco acostumbradas a trepar. La roca es magnífica y nos ofrece una infinidad de presas francas y seguras que nos facilitan la marcha. La mayor dificultad es luchar con los arbustos que en algunos puntos del trayecto nos dificultan la marcha. Hay que ir buscando los pasos más fáciles, usando la intuición montañera. Hay que seguir siempre la cresta pero buscando siempre el punto débil de la montaña y evitando los tramos de vegetación. Se aconseja pantalón largo y manga larga, a menos que queramos acabar llenos de rasguños. En verano hay que llevar agua abundante, ya que estaremos a pleno sol y no hay agua en la larga cresta.
La cresta es, desde el punto de vista geológico, la continuación de la clásica Cresta del Ferran, al otro lado de la Riera de Beget, aunque más fácil porque no requiere el uso de cuerda ni material de escalada (para personas inexpertas podemos llevar un cordino). Desde Oix tomamos la carretera de Beget pero muy poco después de salir del pueblo tomamos una pista a la derecha señalizada hacia Sant Miquel d'Hormoier y la casa de turismo rural de Can Pei. La pista empieza en buen estado y se puede recorrer sin problemas hasta la casa rural pero a partir de ahí no es aconsejable seguir si no es un vehículo todoterreno. Poco después de Can Pei podemos aparcar en un pequeño ensanchamiento (nuestro track empieza y acaba ahí) pero no vale la pena exponerse a averiar el coche. Aconsejamos dejar el coche antes de entrar en la pista.
Salimos andando por la pista, que en poco tiempo nos llevará a las proximidades del Grau d'Escales, un estrechamiento del valle por donde discurre la Riera de Beget, con la Cresta del Ferran a un lado y la del Gall al otro. Poco antes de llegar al Grau, cuando ya vemos muy próxima la Cresta del Ferran, tomamos un sendero casi imperceptible a la izquierda, marcado por un hito.
El sendero, estrecho pero bien marcado, sube por el bosque ganando altura rápidamente. Algunos hitos nos guían en los puntos dudosos pero el camino es bastante evidente. Más arriba encontramos varios hitos bastante próximos que nos llevan hacia la derecha aunque el sendero sigue de frente. Dejamos el sendero para seguir los hitos hacia el filo de la cresta. No hay caminos y la vegetación es bastante incómoda si nos separamos de los hitos. Puede decirse que éste es el tramo más difícil de nuestro recorrido, aunque no hemos empezado propiamente la cresta. Afortunadamente, el tramo es corto y si seguimos los hitos pronto llegamos a la cresta.
Todo el itinerario discurre por la cresta, con tramos rocosos y tramos boscosos. No hay camino aunque en algunos puntos se encuentra algún hito. Hay que seguir nuestra intuición para evitar especialmente los tramos de vegetación impenetrable. Casi siempre podemos evitar esos tramos siguiendo preferentemente los tramos rocosos. La trepada es franca y segura y mucho mejor que luchar con la vegetación.
Después de un largo trayecto por la cresta (algo más de un km), el terreno cambia y se convierte en una sucesión de tramos boscosos con algún corto tramo rocoso intercalado. Más adelante empezamos a encontrar marcas de pintura roja. A partir de aquí nos serán muy útiles para guiarnos por los mejores pasos ni perder tiempo en buscarlos.
Pasamos por varias cotas (hay por lo menos tres cotas de 1000, 1001 y 987 m) pero hay pocos desniveles porque la cresta es bastante plana.
Cuando ya vemos muy cerca el final de nuestro recorrido y el Puig de Bestrecà, llegamos a un sendero. Es la via normal que se nos une por la izquierda. Por aquí bajaremos tras visitar la cumbre.
Ya por sendero, guiados por las marcas de pintura roja y bastantes hitos, llegamos en pocos minutos a la cumbre del Puig de Bestrecà (1.058 m). En la misma cumbre están los restos de un antiguo castillo y de la ermita de Sant Julià de Bestrecà. El panorama, que podría ser muy extenso, es prácticamente nulo porque la cumbre está en pleno bosque. Si nos asomamos hacia el norte veremos bastante próxima la cumbre del Comanegra.
Desde la cumbre bajamos por el sendero de la vía normal. El sendero baja con fuerte pendiente, bien trazado y con muchos hitos que nos guían por el bosque. En pocos minutos llegamos a la ermita de Sant Andreu de Bestrecà, una pequeña iglesia de puro estilo románico y muy bien conservada. Junto a la ermita empieza una pequeña pista por donde bajamos hasta pasar junto a una gran masía. Seguimos esta pista en suave bajada hasta pasar junto a la masía del Peirer. La pista gira y baja con un par de zig-zags hasta desembocar en la carretera de Beget por donde bajamos hasta la bifurcación de can Pei, donde tomamos la pista y en pocos minutos llegamos al punto de partida.
Y aquí tenéis un vídeo con escenas de esta actividad:


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