Del Portd'Aulà al Port de Salau por el cordal fronterizo

La Vall d’Aneu cada vez nos gusta y sorprende mas. Esta vez nos fijamos en un itinerario muy lógico pero que no lo hemos encontrado descrito en ningún sitio. Consiste en ir del Port d’Aulà al de Salau (dos collados con historia) por el cordal fronterizo. La ruta encadena varias cimas (Pic de Vinyals, Pic de Bargeguer,Cap d’Hoque Pregona,Pic de Muntanyol y Pic de Montalt) siguiendo una larga cresta, en buena parte herbosa, que queda colgada sobre vertientes escarpadas por el norte (Francia), y laderas empinadas y vertiginosas por el sur (Vall d’Aneu)

El recorrido es técnicamente sencillo pero nada trivial. El cordal, estrecho, aéreo y en muchos sitios obligado, tiene un trazado espectacular, lleno de subidas y bajadas, a menudo empinadas. Un sendero estrecho, a veces imperceptible, permite recorrerlo caminando, sin apenas apoyar las manos, pero cuidando donde se ponen los pies. Prohibido tropezar… Pero la principal dificultad que encontramos no estuvo en la superación de los distintos tramos que nos iba presentando la cresta, sino en el absoluto desconocimiento de la misma. La incertidumbre sobre lo que podríamos encontrar mas adelante, acentuada por la longitud, la soledad, y el trazado cada vez mas espectacular del filo herboso en que se desarrolla, nos hizo dudar. En mas de una ocasión, nos tentó la posibilidad de esquivar alguna cima siguiendo las trazas de paso de animales que hay en la vertiente de la Vall d’Aneu. Por fortuna no lo hicimos. Allí donde parece que no se puede seguir, siempre hay un lugar por donde pasar sin grandes problemas. Un maravilloso acertijo que, poco a poco fuimos resolviendo.

Cuando, ya al final de la cresta, bajábamos del Pic de Montalt al Port de Salau por un camino bastante marcado, agradecimos no haber sabido nada de la ruta, e ir descubriendo sus intríngulis. Un ejercicio apasionante que, por desgracia, aquellos que repitan la excursión tras leer estas líneas no tendrán el privilegio de disfrutar. Pero estamos seguros de que quedarán igualmente satisfechos y encantados con esta excursión.

Pero la ruta no solo es el cordal fronterizo. No hemos de olvidar el ascenso desde el Pont de Perosa al lago y el Port d’Aulà, en el que el GR (a veces poco marcado) nos lleva por laderas de un verde intenso en el que pastan las vacas y los caballos. Ni el panorámico retorno al punto de origen desde el Port de Salau, que en buena parte transcurre por una pista que, si la hacemos sin prisas, nos permitirá relajarnos y hacer planes para futuras excursiones por la zona.

Cuando después de 9 horas de larga caminata llegamos al coche estábamos cansados pero muy contentos. Como en una nube… La ruta había sido dura pero muy reconfortante. Posiblemente la mejor que hemos hecho últimamente. Una excursión de cinco estrellas…