DÍA 1. Pico Veleta-Puntal de la Caldera

Hace tiempo que planeaba salir de la Cordillera Pirenaica y de los Picos de Europa. El sistema Penibético llevaba varios meses rondándome por la cabeza. Mi plan consistió en repartir esta aventura en dos etapas, dos días frenéticos de intensa actividad que me llevaría a recorrer los tres miles más conocidos y disfrutar al máximo de esta auténtica aventura por Sierra Nevada. Dadas las fechas en que la realicé, me fue imposible encontrar acompañante. Si se está dispuesto a realizarla en solitario, como fue mi caso, recomiendo mucha precaución, el tipo de roca que allí se encuentra es muy volátil. Hay que tener conocimientos de montaña y estar preparado tanto física como psicológicamente para este desgaste.
El primer día, sobre el mapa planeé recorrer algunos tres miles, comenzando desde las posiciones del Veleta hacia el Refugio de la Caldera, donde haría noche.
Desde el Albergue Universitario me trasladé desde una lanzadera que hasta las posiciones del Veleta. Desde aquí, inicio el ascenso a mi primer pico del día, Pico Veleta. Es tramo corto, fácil y bastante cómodo. Se puede disfrutar de unas increíbles vistas, desde este punto divisé a lo lejos, los restos de nieve en los Vasares del Mulhacén, por lo que mi plan de disfrutar de este recorrido camino del Alcazaba tenía que cambiarlo para el día siguiente. Con nieve, en mi humilde opinión, es muy peligroso, teniendo en cuenta su estrechez, exposición y falta de punto de apoyos.
Tomo rumbo hacia el Nor-Este pasando por el Refugio de la Carihuela donde comienzo a enlazar varios tres miles, Puntal de Loma Púa, Puntal de Loma Púa Oeste, hasta llegar a Tajos de la Virgen. Desde aquí deshago mis pasos pasando nuevamente por el Refugio de la Carihuela, donde a los pocos metros abandono la pista y tomo dirección Norte hacia el famoso Paso de los Guías. Es un paso un poco técnico, expuesto y equipado con cadenas que me lleva por un terreno muy empinado e inestable de pequeñas piedras que dificulta la progresión a los picos Zacatín, Campanario y Salón. Al pico Campanario accedí por su lado derecho y una vez en la cima, tomé la opción de retroceder y rodearlo por su parte derecha, me resultó más seguro que continuar cresteando.
Desde el pico el Salón, el itinerario hacia el próximo pico, Cerro de los Machos, es evidente y no presenta ninguna complicación. De camino hacia el Este, ascendí alguno de los Crestones de Río Seco. Me acerco hasta La Puerta, un tramo de pista excavado en la montaña y tomo dirección a los Raspones de Río Seco (Pico Norte y Pico Sur) aparentemente difíciles, pero que una vez estás en ellos resultan bastante entretenidos y sencillos.
Regreso de nuevo a La Puerta y continúo por la pista en dirección Este hasta dar con el Pico de Loma Pelada y Cerro Boto, regreso de nuevo, tomando dirección Nor-Este para ascender el siguiente tres mil del día, Puntal de Laguna Larga.
Desde aquí desciendo con mucha precaución entre bloques y terreno muy inestable hacia el sendero que me llevará al Refugio la Caldera, lugar donde pasaré la noche, pero antes, decido intentar alcanzar el último pico del día, Puntal de la Caldera, lo cual consigo cresteando por su antecima, Puntal de la Caldera Este. Desde aquí me quedo maravillado contemplando todo el recorrido realizado durante el día y disfrutando de estas extraordinarias vistas. Bajo con la tranquilidad y felicidad que me embarga tras haber finalizado mi primer día, con suficiente tiempo de antelación para llegar al Refugio de la Caldera a preparar la noche y recuperarme del esfuerzo de esta jornada.