El Sombrero desde Rioseta

Iniciamos la subida en el pequeño aparcamiento que hay en el otro lado de la crretera que sube a Candanchú justo en el destartalado cuartel militar de Rioseta.
El camino, marcado en todo momento, se dirige con decisión hasta el llano alto de Tortiellas justo cuando da con las instalaciones de la estación de esquí.
Guiados por los remontes, subimos con decisión hasta dar con un amplio llano que habrá que atravesar para situarnos debajo del paso de la Garganta de Aisa,
La canchalera, bastante estable, nos sitúa en este paso, teniendo a nuestra derecha el majestuoso Aspe con su vía de ascenso de la Arista de los Murciélagos.
Giramos a nuestra izquierda y en vez de remontar toda la arista, hacemos una travesía a la izquierda de la montaña hasta dar con dos chimeneas que están bastante juntas.
Nosotros optamos por la segunda, siempre en el sentido de nuestra marcha, y tras unas pequeñas trepadas (fáciles) y agarrandonos a veces a la escasa hierba dado lo inestable del terreno, ganamos la arista cimera donde en apenas un par de minutos, coronamos el Pico de La Garganta de Aisa.
Solo resta descender al pequeño collado (clave en el momento de la bajada) y siguiendo la arista, con paso muy fáciles y buenos agarres, coronamos el pico de El Sombrero.
Vistas en todos los sentidos.
Desde el cercano Aspe y Pico de Lecherin, hasta el omnipresente Midi d´Ossau y los más lejanos Balaitus e Infiernos.
La bajada la hacemos por el collado que separa nuestras dos cimas de hoy y bajando con decisión por terreno poco firme pero marcado con hitos, llegamos a un punto en el que hacemos una peque remontada que nos coloca en el camino que habíamos llevado de subida y que habíamos abandonado hasta llegar a la chimenea de ascenso.
Siguiendo el camino, nos situamos de nuevo en el paso de la Garganta de Aisa y por el mismo camino, bajo música de tambores de guerra, (truenos y rayos por doquier), seguimos el mismo camino de ascenso hasta dar con nuestro punto de partida.