ESPIGÜETE (CARDAÑO DE ABAJO-ESPIGÜETE-CASCADA MAZOBRE-AP PINO LLANO) 01/09/12

Los días 1 y 2 de septiembre del 2012 los componentes del Club Huellas de Cabrera de Puente de Domingo Flórez (León) nos fuimos a la montaña palentina para hacer una travesía desde Cardaño de Abajo, subida al Espigüete, cascada de Mazobre y finalizar en el aparcamiento de Pino Llano. Y al día siguiente realizamos una ruta lineal de ida y vuelta al “Curavacas” (aunque según la denominación de Wikiloc.com es circular). Para más información ver: CURAVACAS (VIDRIEROS-CURAVACAS-VIDRIEROS) 02/09/12.
Quiero aprovechar esta ocasión, en nombre de la Asociación Cultural y de Senderismo Huellas de Cabrera y en el mío propio, para hacer un modestísimo y especial homenaje póstumo a nuestro presidente D. Manuel Murillo Tena (Manolo), recientemente fallecido (23-08-12) en un desgraciado accidente de carretera cuando entrenaba con su inseparable bicicleta de carrera, al ser ésta nuestra primera salida a la montaña sin él. Era un gran deportista aficionado a la montaña y a la bici, además de un gran amante de su familia y de su trabajo, el cuál también estaba ligado a la montaña a la que tanto respetaba. Más que un presidente era un amigo y compañero al que nunca he oído una mala palabra o visto un mal gesto a pesar de que en varias marchas tuvimos algunas dificultades con el terreno y la orientación. Pero él, con su saber y conocimientos en la montaña, sabía sacarnos del atolladero felizmente. Su actitud afable (complaciente y afectuosa) lo hace digno de nuestro cariño, reconocimiento y gratitud a Manolo para siempre. Él fue el primer presidente de este modesto Club pero formado por grandes personas, quienes lo llevaremos en nuestros corazones cuando alcancemos las cumbres de las montañas, sean éstas altas o bajas, grandes o pequeñas. En la cima de las montañas nos sentimos más unidos y cercanos a él. Descanse en Paz nuestro querido amigo y compañero.
Esta dura travesía fue realizada el 01/09/12 después de bajar del autobús que conduce nuestro compañero el genial Paco, hombre de respuesta rápida, irónica y certera. Emprendimos la marcha a las 10:37 horas (algo tarde por que luego haría mucho calor) desde la carretera, ya que el autobús tenía dificultades para acceder al pueblo debido a la estrechez de la calle. Ascendimos por dicha calle cementada para llegar a la entrada del pequeño pueblo de Cardaño. Lo cruzamos y nos dirigimos dirección NO. Nos adentramos en la Dehesa de robles de Cardaño (camino de la Binesa) pasando por una pista ancha de tierra y piedra, que más adelante abandonaríamos, dejando a nuestra derecha Peña Valdopila (1.678 m) y la zona de Valdelaseñor y a la izquierda Fuente del Caño. En unos cientos de metros más ya comenzamos un ataque muy directo al Espigüete (2.451 m según los mapas aunque mi GPS siempre marca unos metros menos a pesar de calibrar el altímetro y el compás), una mole independiente de caliza grisácea sin una triste mata herbosa excepto en su base. La senda, en un principio, es visible pero luego hay que ir muy atentos tanto a los hitos de piedra a lo largo de todo este tortuoso trayecto como al caos de piedra menuda que pisamos constantemente. Además, existe un fuerte desnivel y en algunos tramos muy agrestes en donde hay que agarrarse con las manos a las rocas. Finalmente, llegamos a la cima de esta emblemática montaña bordeándola por su flanco derecho. Hicimos las correspondientes fotos en su vértice geodésico y al lado de una cruz de hierro oxidado. Hay una cuerda, con banderitas de colores escritas en varios idiomas, cuyos extremos están atados, respectivamene, a dicha cruz y a un buzón. Llama la atención una roca que tiene grabadas, cito textualmente, las siguientes palabras: “Aya paz 1940 J. M. Serrano”. El compañero Manuel, exultante de alegría, sacó de la mochila la bandera del Real Madrid (reciente ganador de la Supercopa) y la desplegó, junto a los también madridistas Toño y Ángel, para expresar su felicidad y fotografiarse con ella. Oteamos el horizonte girando lentamente 360 grados sobre nosotros mismos para contemplar las fantásticas vistas hacia los valles, bosques, embalses (Compuerto, Camporredondo y Requejada), ríos y pueblos. Avistamos, entre otras, las cercanas cumbres de Pico Murcia, el verdoso Curavacas (al cual ascendimos al día siguiente y que tiene igual renombre que el Espigüete) y, a lo lejos, el macizo de Picos de Europa. En un día de sol radiante con 20 grados, poco viento y sin niebla; comimos sin prisas y descansamos (1:40 horas). Merecía la pena detenerse para seguir disfrutando del encantador paisaje como pocas veces suele suceder.
Después de disfrutar de tal maravilla comenzamos el descenso, esta vez en dirección NE, por el cordal para llegar al collado de Arra y por donde descendimos con más rapidez de lo esperado debido a la fuerte pendiente y al gran caos de piedras (tipo zahorra), que rodaban montaña abajo deslizándose bajo nuestros pies. Por este motivo hay que hacer esfuerzos para no caer apoyándonos firmemente en los bastones o bajar lateralmente para no descender a la carrera por el peligro existente al pasar cerca de profundas simas, dolinas (depresiones morfológicas abiertas al exterior por hundimiento) y palas (cuevas). Esta zona es conocida como “Sima del Anillo”, un verdadero circo glaciar donde existen formaciones lapiaces (surcos y crestas kársticas) así como morrenas, cubetas y lenguas glaciares. Después de descender por un sendero con hitos y matorral bajo llegamos a una pista que desciende hasta Cardaño señalizada con postes de madera que anuncian el Refugio de la Montaña y las cascadas del arroyo Mazobres (debajo de la Majada Cimera) con un mirador y un puentecillo de madera a una centena de metros antes de llegar a la primera cascada de Mazobre. Dicha cascada tiene entre 15 y 20 m de caída y estaba algo mermada de agua (por la estación del año) pero lo suficiente para formar una charca en su base donde nos refrescamos en un agua limpia y fría como no podía ser de otra manera. Sus más finas gotas de agua mezcladas con los rayos de sol formaban a unos 2 m de su base un pequeño y bonito Arco Iris. Aquí se unieron al grupo de 19 que subimos al Espigüete, tres compañeros más (Raquel, Socorro y Paco) que habían decidido hacer esta ruta fácil y relajante a las cascadas. Una vez refrescados, regresamos por una senda para seguidamente pasar a una buena pista hasta el aparcamiento de Pino Llano, en donde encontramos un panel informativo de la senda del Mazobre, una fuente y un cobijo con contenedores para la basura. En este lugar, el compañero Paco nos invitó a subir al autobús para llevarnos al hospedaje del pueblo de Triollo donde pernoctamos para hacer a la mañana siguiente el Curavacas.
Comentar que esta ruta se puede hacer circular completando el tramo desde el aparcamiento de Pino Llano hasta Cardaño por carretera, siendo la distancia a recorrer de unos 3,5 km.
De nuevo y para finalizar estas modestas y sencillas líneas en memoria y recuerdo póstumo a ti, Manolo, nuestro guía y bien querido amigo. Solamente decirte: Manolo, que en cada cumbre o pico que ascendamos, pequeño o grande, bajo o alto, serás recordado por todos nosotros sintiéndonos más cercanos y unidos a ti. Descansa en Paz.
Una vez más desearos un buen día en esta dura ascensión.
¡¡Ánimo para el ataque directo al Espigüete!! Y buen camino. Hasta la próxima.