Fragineto 1749 m. y Corcurezo 1667 m. por Petreñales, desde La Tejería

Ascensión al pico Fragineto y también a la Punta Corcurezo.

El sendero parte del lugar llamado "La Tejería", cruce de caminos donde existe un aparcamiento autorizado. Para llegar a este lugar, tenemos que ir a la carretera que une las localidades de Coscullano y Aguas. En el km. 15,500 aproximadamente de ésta carretera A-1227 parte un camino asfaltado que conduce a las Casas del Pantano (del embalse de Calcón) lugar donde hay una rotonda, se sigue por el camino en dirección norte pasando primero junto a la Casa de Estebañón y luego encontraremos el cruce de La Tejería, donde la pista esta restringida al paso.

Comenzamos por la derecha (Este), donde una bella senda entre pinos muy cómoda nos conduce a la ermita de La Fabana, en ruinas. Siempre hago una pequeña parada en este lugar (3 minutos).

Continua una pista hasta el barranco del río Calcón, nos sorprenden muchísimas flores color violeta pero también una inusitada cantidad de prímulas amarillas, esto parece un jardín botánico.
A la altura del río el camino sigue pegado al cauce, a partir de aquí comenzamos a remontar hasta que el camino se convierte en senda, entrando literalmente por dentro del agua sobre piedras que en ocasiones pueden estar sumergidas, es habitual acabar con algún pie mojado. Hoy el caudal era mas bien alto así que fue lo que ocurrió con nuestras botas. De todas formas es un lugar precioso que nos tendrá entretenidos durante casi una hora aunque también pasamos unos minutos haciendo fotos.

Saldremos del cañón encontrando un cruce, a la izquierda nos llevaría al Cuello Lizana y pico Fragineto (señalizado), pero nuestra intención era subir al Tozal de Guara, por lo que continuamos por la senda indicada a Petreñales.

A partir de este punto nos sorprendió una importante cantidad de ramas partidas y caídas sobre la senda, algunas enormes e incluso algún árbol entero, parecía que era un hecho puntual pero cada vez había más, esta circunstancia y otras como algún húmedo nevero convirtieron la cómoda senda en un camino de obstáculos que se prolongó hasta el Collado Petreñales.

Toda estas incidencias hicieron que nos retrasásemos mucho, nuestra marcha sorteando dichos árboles se convirtió en extremadamente lenta y en casi una pesadilla. Lo mas desagradable era ver enormes arboles caídos que cortaban por completo el paso y había que rodear por donde podíamos. La última y tardía nevada acompañada de viento pudo producir esta caída de ramas partidas y árboles enteros, provocando un auténtico destrozo en el bosque, no solo en Guara sino en el pre pirineo en general.

Llegamos al Collado Petreñales y visto que era muy tarde, afrontamos un plan B, continuar hacia la cresta del Fragineto. Aquí los árboles han resistido un poco más.

Descansamos relajadamente sobre la hierba al sol ya que éste es un lugar que invita a ello, mientras vemos cómo el Tozal de Guara se cubre de negras nubes, creo que no estaba previsto según la meteo.

Ascendemos entre un viejo pinar hasta la Punta Corcurezo, donde nunca habíamos estado, y disfrutamos de las amplísimas panorámicas, impagable la vista hacia la cara norte de Guara bien nevadita.

Continuamos a toda cresta hasta el Fragineto pasando incómodos y mojados neveros; pero la circunstancia que más nos sorprendió fue descubrir sobre las rocas miles de mariquitas, muchas de ellas copulando, otras en grupos al calor de las piedras de roca caliza. Es asombroso lo que la Natrualeza nos depara.

Al final hacemos cumbre y descendemos por la cresta Sur, es decir al contrario de lo que es la subida normal ó recomendable. Ha salido de nuevo el sol y debido a que la cresta en éste sentido exige algún pequeño destrepe, nos lo tomamos con muchísima tranquilidad sorprendiendo incluso a un sarrio.

Llegamos al Cuello Lizana donde la senda es mas agradable, de aquí descendemos al sureste hacia el barranco del Calcón, donde recuperamos la senda que discurre dentro del cauce saliendo del mismo por donde vinimos, hacia la Ermita de La Fabana y La Tejería.

Larga actividad que vio aumentada su dureza por la nieve, el caudal del Calcón y las ramas caídas en la senda, de no ser así se podría haber hecho en mucho menos tiempo aunque a cambio pasamos un día maravilloso disfrutando de la Sierra de Guara, su flora, su fauna, el aire puro, la paz y las inmejorables vistas que siempre nos regala.