Hontanares - Martin Muñoz de Ayllón - Cuevas del prado - Pico Merino - Cruz - Hontanares

La ruta comienza en el parking de la Ermita de Hontanares y sigue la senda que va a Martin Muñoz de Ayllón, y que está indicada por postes en las bifurcaciones. Subimos por la carretera hasta el mirador, y en la curva que gira a la derecha al parking de tierra atravesamos la cancela para seguir por sendero que baja por el bosque. Nos lleva a un cortafuegos, giramos a la derecha y a 50 metros nos desviamos por el que sale a la izquierda. En este punto, si no queremos ir hacia Martin Muñoz, también podríamos seguir por el camino y enlazar con el track más adelante, en la pradera de Sanchipuza.
Al final del cortafuegos el camino tuerce primero a la derecha y luego a la izquierda, para acabar en Martin Muñoz. Lo atravesamos, saliendo a la iglesia, y allí seguimos por la pista hasta el inicio del bosque, al lado del depósito de agua. En este punto, rodeamos dicho depósito y el campo de labranza por el bosque y en 100 metros encontramos otro camino, que seguimos a la izquierda. En el descampado con jaras veremos una bifurcación a la derecha que se interna en el bosque y la seguimos. Nos llevará a la pradera de Sanchipuza. En ella, al lado de un chozo derruído, hay unas losas de piedra en el suelo en las que los pastores antaño hacían grabados mientras cuidaban a las ovejas, algunas de 1945. Al llegar a la pradera hay que tener cuidado porque dependiendo del mes puede haber colmenas, siendo más prudente atajar por la parte inferior o por dentro del bosque.
Seguimos por el camino que hay al final de la pradera y que nos va bajando hasta el fondo del valle, hasta un pequeño claro al lado del río. Aquí el sendero que antiguamente se usaba para ir hasta las cuevas se pierde por desuso, pero el bosque permite deambular sin problemas. Nos internamos en él y que seguimos paralelos al curso del río. Al final el bosque se aclara en una pradera en cuesta con hierba alta, y si nos fijamos a la derecha, la ladera está compuesta por afloramientos de estratos paralelos de pizarra. En estos afloramientos hay oquedades que se usaron como refugio de rebaños y pastores. Si subimos por la pradera, encontramos la cueva del prado, con un murete de piedra que delimita el cercado y la oquedad donde los pastores tenían refugio. A lo largo de los estratos hay otros sitios parecidos, la más evidente es la cueva de la muela, que destaca en la ladera.
Hay que entrar en el bosque de pinos y subir por encima de los estratos. Dada el crecimiento de la vegetación, lo hacemos subiendo por las rocas a la derecha de la cueva del prado. Una vez en el bosque, hay una trocha que se puede seguir para ganar altura y, aunque sin sendero totalmente evidente, llegar a la cresta de la montaña sin incidencias. Una vez en ella, nos dirigimos al pico Merino, el punto más alto de la ruta.
Para seguir ruta y bajar del pico, hay que salvar dos estratos de pizarra en dos destrepes, no muy difíciles, pero en los que hace falta las dos manos, y crampones y piolet en invierno (es un motivo por el que la ruta se puede hacer a la inversa); en este último caso, se puede evitar el paso por un sendero que desde el collado cimero (según vamos al pico, a la izquierda) baja por la ladera y llega a Hontanares (he incluido esa parte del track al final de la ruta, como subida). Pero nuestro objetivo es pasar por el pico de la cruz.
Tras superar los dos destrepes, y pasar la explanada, enfilamos el pico de la cruz. En este punto, si queremos ir a la cruz que se ve desde la ermita de Hontanares, tenemos que hacer un pequeño desvío a la izquierda y llegar hasta ella por un sendero canal de rocas desprendidas. Volvemos al sendero original y continuamos entre bloques de roca para bajar finalmente a un collado, en el que el sendero gira a la izquierda para bajar por el robledal hasta una cancela que nos introduce en un pequeño pinar que desemboca finalmente en la ermita de Hontanares.