Irun-Arburu-Peñas de Aia (Irumugarrieta-Txurrumurru-Erroilbide)-Albergue de Arritxulo (⬇ por el Paso de Anillas)

Señoras y señores, bienvenidos al macizo y Parque Natural de las Peñas de Aia. Pasen y vean, ésto es un auténtico espectáculo, una maravilla, una preciosidad, un show que no os debéis perder.
Eso sí, para superarlo al completo, especialmente en el sentido en que yo lo he hecho, requiere pagar un alto precio.


Vuelta al País Vasco desde Ermua. Etapa 42:

Comienzo en la estación del cercanías del municipio guipuzcoano de Irun. Camino por la vía principal, hasta llegar al ayuntamiento. Aquí, camino hasta la conclusión de la ruta rumbo al Sur, hacia el macizo y parque natural de las Peñas de Aia, los cuales se observan desde la misma ciudad, aún lejanas pero imponentes.

Avanzo a la par de una carretera, hasta llegar a caminar sobre él. Enseguida, giro a la izquierda e inicio el ascenso. Al principio voy por pista de cemento pero luego, al hacer un giro a la izquierda, el firme pasa a ser de piedras. Como dato extra, decir que en este cruce da igual si vais a un lado o a otro, ya que ambos caminos conducen a las inmediaciones de la primera cima del día, el Arburu. La única diferencia es la distancia y pendiente a superar. Por donde he ido yo, acorto algo más de 1km, pero también la pendiente es mayor. Ambos senderos son muy cómodos y fáciles de andar.

Tras un rato de ascenso, llego a una campa herbosa. A la derecha se encuentra la mencionada cima de Arburu. A la izquierda, está el sendero que conduce al parking y puerto de Elurretxe. Ya que la cumbre está muy cerca, decido subir a lo alto.

En apenas 2min, llego al Arburu (476m). Magníficas vistas de 360°, pudiendo ver las Peñas de Aia, Aralar, Aizkorri, Hernio, Izarraitz, Jaizkibel, Larhún y algún que otro monte más. Por abajo, en la distancia, se ven varias localidades costeras de Francia, así como las cercanas Hendaya, Irun, Hondarribia, Errenteria, Oiartzun, y por supuesto, la ciudad de San Sebastián.

Tras las fotos de rigor, retrocedo unos metros para ir hacia el parking de Elurretxe, punto de partida de mucha gente que hacen una circular por las Peñas.
En mi caso, será un recorrido lineal, ya que mi destino está al otro lado del macizo, en el albergue de Arritxulo.

Para llegar allí, lo primero es adentrarme en un bonito hayedo. Más adelante, el bosque pasa a ser de pinos. Hay varias marcas pintadas en los árboles, pero llego a un punto donde dejo de seguirlos, y giro a la derecha.

El ascenso es exigente, lento, avanzando por senda de tierra, piedras y rocas, pero sin tener ninguna dificultad.
Más adelante, salgo a cielo abierto, y en un pequeño cruce, giro a la derecha, aunque a decir verdad, siguiendo un orden lógico, lo ideal hubiera sido seguir recto por la izquierda. Motivo? Por la izquierda se encuentra la cercana cueva de Putzueta, y a la derecha la cima secundaria de Muganix.
Mejor ir primero a la cueva, y luego ya empezar la sucesión de cimas hasta terminar en el Erroilbide. Ambos sitios están cerca entre sí, así que el orden lo decidís vosotros.

En mi caso, hago primero cumbre al bonito Muganix (758m). La panorámica va a ser la misma todo el rato, lo único que cambia por ahora es lo que tengo al frente, es decir, los descomunales e imponentes peñascos rocosos de las Peñas de Aia. A priori, las 3 peñas o cimas principales por las que son conocidas este macizo son: Irumugarrieta, Txurrumurru y Erroilbide. El resto de picos son secundarios, y no tienen la misma relevancia.
4km me restan de camino entre el Muganix y el albergue de Arritxulo, 2km entre el propio Muganix, primera cima de las Peñas, y el ultimo, el Erroilbide. Que lentos y duros iban a ser estos míseros km...

Decir también que este macizo tiene una cosa que le hace diferente del resto de montes de nuestro territorio, y es que están compuestas por granito, un material de origen volcánico y muy antiguo, único en Euskal Herria.

Ahora si, me dirijo a la parte que me quedó olvidada, la pequeña cueva de Putzueta. Aquí hay una virgen y en teoría, una fuente, aunque no llegué a verla.

A continuación, pongo rumbo a la tercera cima del día, el secundario Putzuetako Gaina. Antes, decido subir rápidamente un repecho, donde se ubica una especie de esquela. Aquí la vista de las mencionadas Peñas es sublime, este es un escándalo de lugar, muy agreste y salvaje.
Eso también lo saben muy bien nuestros amigos alados, los buitres, que están atentos a que algún humano la lie parda para llevarse un buen botín.

Continuo cuesta arriba, y enseguida, llego a lo alto del Putzuetako Gaina (789m). Nada interesante y nuevo por aquí, aunque no deja de ser un punto elevado, fácil de acceder.

Próximo objetivo, Irumugarrieta. Hay 2 caminos que acceden a la cumbre, aunque yo hoy de ido ir de principio a fin por la directa. El sendero es estrecho, alternando la tierra y la roca. En líneas generales se avanza bien, aunque a ratos, por seguridad, uso las manos como apoyo.

En pocos minutos, alcanzo el buzón cimero del Irumugarrieta (809m).
Aquí la panorámica aumenta, pudiendo ver un montón de montes pertenecientes a Francia y a Navarra, aunque no tengo ni idea de cuales son. Por abajo también se ve el embalse de Andara.
En frente, está el Txurrumurru. Hacia allí voy.

La bajada la hago por la cara Este, que era la otra alternativa a usar para llegar hasta aquí. Es mucho más incómoda por la alta presencia de rocas, pero echando mano y culo al suelo, se supera sin problemas.
Luego, conecto con un cómodo sendero que llanea entre ambas cumbres. Pero las comodidades se acabaron muy pronto, y por desgracia, durante mucho tiempo.

El próximo tramo es algo delicado, aquí ya empiezan las verdaderas dificultades técnicas. La zona se divide en 3 partes:
1-Ladear una pared rocosa donde el sendero es minúsculo, y donde hay caída al lado izquierdo. Buenos agarres para manos a la derecha, pero hay que estirar bastante las piernas para llegar a suelo seguro. Aquí aparecen las primeras marcas de círculos rojos, una especie de guía para saber por dónde ir. A mi no me han servido de nada la verdad. De todos modos, creo que esas marcas están pensadas para hacer el trayecto en sentido contrario.
2-Trepar una pared rocosa bastante lisa, pero que va bien equipado de puntos de apoyo para pies y manos, sobre todo por el lado derecho.
3-Unos metros de cómodo sendero previo a otra trepada, mucho más empinado y complejo. Subiendo no hay mucho problema. Los apoyos aunque pequeños, son suficientes para avanzar bien. Dándole la pausa y atención suficiente a lo que se tiene delante, no supone un gran problema, ni para subir, ni para bajar, aunque esto sea más delicado.

Finalmente, alcanzo la cumbre de Txurrumurru (821m), y su bonito buzón. Mismas vistas, pero la perspectiva varía, siendo cada vez más espectacular e imponente lo que se observa tanto delante como detrás. En frente, el último escollo a superar, el monte Erroilbide. Ya iba advertido de lo complicado que sería llegar hasta allí, de lo que me encontraría entre medias de estas 2 cumbres. Pero la realidad supera cualquier expectativa. Nunca vas a saber a ciencia cierta cuan complejo es algo hasta que lo tienes in situ. Eso me ha pasado hoy con el famoso Paso de las Anillas.

Lo primero, es seguir el sendero que tengo delante, y descender unos pocos metros. Joder con los metritos, lo que me iban a costar. Primer destrepe serio del día, al loro con cada paso que déis, porque un paso en falso, dependiendo del lugar, puede causar o una torcedura, o una caída al vacío.

Superado este tramo, la cosa empeora todavía más. Ya vienen, las anillas! Pero ostias, pensaba que todo el paso iba a estar equipado de ellas, pero en realidad las anillas brillan por su ausencia. Sólo he visto 2 al inicio (en una zona que no llego ni a apoyarme) y 1 o 2 al final (que tampoco utilizo).
Después de informarme un poco, la, sensación que da es que esas anillas están puestas para enganchar cuerdas y bajar rapelando, no para agarrarse con las manos. Aquello es una vía independiente, otra forma de llegar abajo si no se quiere destrepar por la vía normal.

La sorpresa que me llevé también fue lo acojonantemente vertical que es el paso, me lo imaginaba más horizontal. Por cierto, la dificultad de este tramo a nivel de escalada, es de un grado de tipo II.
Momento de pausa para decidir si abandono o le echo huevos y me la juego. Miro con atención el firme, hasta donde me alcanza la vista, y aunque sabía que lo pasaría mal, decidí tirar para adelante.

Tengo suerte de ser larguirucho (1,88m), y de haber podido apoyar los pies en puntos algo lejanos. Dichos apoyos a ratos son buenos, pero en otros puntos son escasos y minúsculos. El firme es tan vertical que asusta mucho, un error y te vas a la mierda.
Muchos momentos de pausa, de análisis para encontrar y asegurar el próximo paso.

Hasta la mitad de los 20m de bajada por las "anillas" bien. Pero en la segunda mitad me iba a quedar bloqueado. Suerte tuve de encontrarme a una pareja, el cual el chico se ofreció a ayudarme, retrocediendo él unos metros mientras me iba indicando paso a paso donde colocar los pies y manos. En esta última parte si o si hay que avanzar mirando hacia la pared, cosa que a mi no me hace ni p gracia, porque no veo lo que tengo alrededor. Aquí la pendiente es casi totalmente vertical, estaba acojonado a no poder más. Por suerte, mi ángel de la guarda era un p máquina, y me guio con total acierto hasta la base del Paso. Muchísimas gracias tío. Sin ti, el desenlace hubiera sido muy diferente.

Abajo, había un grupo de 3 franceses esperando su turno, pero para ir hacia arriba. En cuanto se me pasó la cagalera, me puse a pensar, como me hubiera ido en ese caso, ascendiendo el Paso. Claramente mi debilidad son los destrepes, en cambio, trepando tengo mucha más confianza y seguridad, siempre y cuando haya los suficientes puntos de apoyo, da igual cuan vertical o jodido sea. Después de haberlo hecho en bajada, creo que habría podido hacerlo solo, sin ayuda, pero también sufriendo lo insufrible.

La peor parte de toda la ruta ya lo había superado. Pero, por desgracia, aún no iba a dejar atrás las incomodidades, las trepadas y los destrepes. Sin ir más lejos, a pocos metros tocaba hacer otra trepada, aunque sencilla.

Luego, tengo a la vista un sendero. Fue de los pocos momentos de relax en esta zona. Sigo en él hasta llegar a la secundaria cumbre del Lizarretako Gaina. Aquí al menos hay una piedra indicando el nombre y altitud del monte. Como si estuviera en los Pirineos!, aunque viendo el percal por el que estoy y por el que he pasado, perfectamente podría pasar inadvertido. Hace unas semanas que hice un 3000 en Piris, el Garmo Negro, y ni siquiera allí lo pasé tan mal como hoy aquí, en Peñas de Aia, donde la altitud ronda los 800m. En otras cosas no se, pero en la montaña, el tamaño no siempre importa.

Venga va, un último paso para llegar al Erroilbide. Pero como era de esperar, el macizo no me lo iba a poner fácil. Nuevo destrepe, que aparentaba ser llevadero, pero me tocó estirar las piernas a tope, casi rozando el salto, para alcanzar uno de los apoyos. Aquí la mochila me molestaba mucho. Cuanto más ligeros de equipaje vayáis, mejor avanzaréis.

Al fin, después de un breve y cómodo ascenso, consigo llegar a la máxima elevación de las Peñas de Aia, el Erroilbide (832m). Aquí aprecio hacia el Sur una sierra que si conozco, el de Bianditz, que casualmente ascenderé en el día de mañana. Me hubiera quedado largo rato con las fotos y disfrutando de las vistas, pero de repente, un ejército de hormigas voladoras hizo aparición, convirtiendo el buzón en una especie de panal negro y asqueroso. Eso, y los que se quedaron volando, me obligaron a mi y a otras 2 chicas que hicieron cima, a marcharnos cagando leches.

Y yo pensando que con esto ya se habían acabado las dificultades... Que iluso.
Durante la primera mitad de bajada, rumbo al albergue de Arritxulo, iría a base de destrepes, y cuando no, yendo con cuidado y atento al firme, porque o bien había hierba alta y no se veía bien, o sino el terreno es rocoso e irregular, con riesgo a tropezar.

No es una bajada difícil, pero si sumamente lenta e incómoda. Y esto yendo en seco, no digo nada yendo en mojado, o con niebla, o con nieve...
Al menos las vistas y el entorno, si que merecen la pena. Nueva vista de las espectaculares Peñas, es un escándalo este lugar, impresionante.

Más abajo, hay un cruce de caminos, que si no llega a ser porque más abajo vi a una pareja de franceses, me lo hubiera comido. Aquí sí es cierto que el itinerario estaba marcado por un círculo rojo, aunque de primeras no lo llegué a ver.

El sendero vuelve a ser nítido y algo cómodo, al menos en comparación con todo por lo que he pasado.
Veo los primeros árboles en mucho tiempo. En la entrada de la arboleda, hay un cruce. Giro a la izquierda, ascendiendo unos pocos metros, los suficientes para abandonar la arboleda.

Luego, llego a un falso llano, donde hay una campa herbosa y una larga alambrada. Esto indica la muga entre tierras vascas y navarras. A decir verdad, buena parte del macizo de Peñas de Aia hace de muga, aunque todos los picos están íntegramente en territorio vasco.
Accedo a otra arboleda y enseguida salgo de ella. Aquí veo los primeros caballos, cosa que agradecí y mucho.

Más adelante, llego a un teórico cruce de 3 caminos, aunque visualmente y por lógica, solo observo uno, el que tengo justo en frente. Decido no salirme del sendero.
Demasiado rato estaba andando muy cómodamente, esto no podía ser verdad, algo fallaba.
A los pocos metros, nueva zona de destrepe. Lo sabía!!!

Está vez si, iba a ser el último. Tampoco es demasiado complejo, pero si lo suficiente como para obligarme a echar el culo al suelo.
Luego, giro a la izquierda, conectando con otro sendero, el posible plan B de más atrás, a saber como era el camino.

Los siguientes cientos de metros son igualmente incómodos, no tanto por la roca, sino por la abundante vegetación que hay a los lados, con algo de maleza.
En un nuevo cruce, giro a la izquierda. Aquí hay marcas tricolor blanco, rojo y amarillo, que creo pertenecen a la "Senda de los Contrabandistas", aunque no estoy seguro.

Últimos metros de bajada, que para variar siguen siendo lentos e incómodos, nuevamente por la presencia de rocas y vegetación.
Ya casi veo la luz al final del túnel. En otro cruce, donde hay una torre de alta tensión, puedo ir de frente o a la derecha. Lo más fácil y cómodo hubiera sido ir de frente, pero el camino era más largo. Hoy voy con la idea de atajar todo lo que pueda, así que tiro por la derecha.

Más vegetación y maleza, por momentos pensaba que me cerraría el camino, pero el sendero esta lo suficientemente abierto como para pasar bien, aunque con alguna rozadura.
Al fin, se acabó el "túnel", que largo se me ha hecho. Conecto con una pista, y a su vez con un sendero, que accede directamente al albergue de Arritxulo, lugar donde concluyo esta durísima, complicada pero preciosa ruta.


Después de la larga chapa, lo único que me queda por comentar son recomendaciones de rutas a realizar por la zona, en caso de querer hacerlo de otra forma, sea por no tener el nivel o destreza técnica suficiente, o por el motivo que sea.

De partida, hacer esta misma ruta, pero a la inversa. De este modo, la dificultad pasaría a ser solamente de "DIFÍCIL".
Los peores pasos de destrepes los evitáis. Siempre es mejor trepar que destrepar.

Otra opción es simplemente hacer otra ruta lineal, hasta la cumbre del Irumugarrieta, o como mucho hasta el Txurrumurru, bien desde Irun o desde el parking de Elurretxe. Os evitáis el Paso de Anillas, que es lo más complicado de la ruta.
La dificultad sería de "FÁCIL-MODERADO".

Existe una tercera alternativa, que he visto a mucha gente hacer, aunque desconozco el itinerario, que es una circular desde el Albergue de Arritxulo. Ascender primero por las Peñas, incluyendo el paso de Anillas, y al llegar al parking de Elurretxe, girar a la izquierda, e ir por otra serie de senderos, ya en zona boscosa, que os permite regresar al albergue.
La dificultad, al igual que la opción 1, seguramente seguiría siendo de "DIFÍCIL".