JUEGO DE BOLOS-VASAR DEL MULHACÉN-PUNTAL DE SIETE LAGUNAS

Ruta realizada con los Montañeros Furtivos, Toni y Salva, y Antonio completando el equipo.

A las ocho de la mañana, nos montamos en el autobús que sale desde el Albergue Universitario y sube hasta las Posiciones del Veleta, es interesante reservar plaza por teléfono, ya que es un microbús y pronto se cubren las plazas.
Nuestra ruta empieza en las Posiciones del Veleta, tomamos el sendero que sale a la izquierda de la carretera para meternos por el Veredón Superior. Esta senda nos baja hasta los Corrales del Veleta, donde podemos ver el canuto del Veleta con bastante nieve todavía.
Cruzamos las trancadas del río Guarnón y siguiendo una de las varias líneas de hitos que hay, empezamos a remontar la ladera para llegar al Collado de Veta Grande.

Ya en Veta Grande, empezamos a bajar por el sendero hacia el corral de Valdeinfiernos, con los tajos de los Machos a nuestra derecha, el rio Valdeinfiernos a nuestra izquierda y enfrente los Crestones de Rio Seco.

Una vez cruzamos el corral de Valdeinfiernos, nos dirigimos a Laguna Calbata y Laguna Larga, donde hacemos una parada para comer algo y disfrutar de las vistas que ofrece Laguna Larga.

El siguiente objetivo, el pico Juego de Bolos, el primer tresmil del día. Foto de cumbre de rigor y unas vistas inmejorables de la impresionante cara norte del Mulhacén, con sus verticales paredes, cruzadas por una línea que se ve claramente y que no es otra cosa que el Vasar del Mulhacén.
Con la perspectiva que hay desde el Juego de Bolos, parece imposible que pueda haber paso por dicho Vasar.
Dejamos el Juego de Bolos y bordeando unos crestones de roca por la derecha, llegamos al Collado del Ciervo, donde vemos la Caldera y la larga fila de personas que bajan por el Collado de loma Pelada hacia la Caldera.

Subimos un poco hasta llegar a la entrada del Vasar del Mulhacén, aquí paramos para ponernos el casco (recomendable) y ver lo agreste e imponente que es esta cara y el estrecho paso en el que nos vamos a adentrar.

El vasar es una estrecha terraza que cruza la cara norte, a un lado las paredes del Mulhacén y al otro un patio más que importante con la laguna de la Mosca al fondo.

No resulta complicado cruzarlo, siempre y cuando no padezcas vértigo y no haya nieve.
PERO!!!! hay que ir con mucha atención y extremando las precauciones, no se puede cometer ningún fallo, ya que un resbalón en muchas zonas del vasar sería fatal. Por lo tanto hay que ser consciente de donde vamos y por supuesto, con nieve ni pensarlo.

El vasar desemboca en el final del Canuto de Siete Lagunas, y a través de él llegamos al Collado del mismo nombre, una vez aquí subimos al Puntal de Siete Lagunas, el segundo tresmil del día.
Habíamos pensado hacer la Este del Mulhacén, pero nos gustó tanto el Vasar, que dijimos: ¡¡¡pues lo pasamos otra vez, que una nos ha sabido a poco!!!.

Así que volvimos sobre nuestros pasos y disfrutamos de nuevo del Vasar del Mulhacén y de la rica agua de la fuente del Viejo Lobo, un nacimiento en medio del vasar del que emana agua de las mismas entrañas del Mulhacén. Sin duda una experiencia única, andar por el vasar.

Una vez fuera del vasar, bajamos hasta la Caldera, y tomamos la senda sube bordeando la laguna de la Caldera y nos lleva hasta loma Pelada, para bajar hasta el camino que tomaremos que va hacia la Carihuela.
Al llegar por la pista a la curva conde el hito marca la subida al Cerro de los Macho y la senda hacia los vasares del Veleta, nos desviamos a la derecha, dejando el camino y tomando la senda que nos lleva hacia estos vasares.

Aquí nos encontramos el Paso de los Guías, una estrecha cornisa en una pared vertical de unos cinco metros que está asegurada por una cadena de acero para poder agarrarte. No es difícil, pero para quien tenga vértigo, puede no ser muy agradable ya que es un paso bastante aéreo.

Una vez de nuevo en el camino, nos encontramos con que el nevero nos imposibilita el paso y lo bordeamos para llegar a la Carihuela, donde comemos algo, descansamos y retomamos fuerzas para hacer la última bajada por la loma hasta llegar a La Hoya de la Mora donde nos esperan unas reconfortantes cervezas para celebrar esta espectacular ruta.