La Cumbre (Sierra Nevada) - Corredor de las Lastras
near Los Canos, Andalucía (España)
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Trail photos
Itinerary description
¿Una cumbre que se llama La Cumbre? Sí, así de simple, demasiado simple, pero no, al final siempre acabas teniendo que dar explicaciones. Eso le sucede a esta cota de 2089 m, o 2088 m, o hasta 2092 m, según dónde se mire. Incluso el propio IGN da alturas distintas en función del nivel de zoom que se utilice al visualizar el mapa en su web (http://www.ign.es/iberpix2/visor/). Se trata de una prominencia de poco más de 80 metros desde el collado que la separa del Cerro del Almirez, al oeste, y otro tanto del collado que la separa del Cerro del Buitre, al este, en la divisoria de la parte oriental de Sierra Nevada.
Su cumbre es el punto final de la Loma del Collado. Un cortafuegos recorre íntegramente esta loma, que también sigue la que se denomina "Vereda de la Loma del Collado", una vía pecuaria que solo se aparta de la loma en su tramo final, cuando esta gana pendiente, para dirigirse hacia el este, a un amplio collado de fácil tránsito.
A una altitud de 2100 metros se encuentra el refugio-vivac de Piedra Negra, un bonito y cuidado refugio libre situado prácticamente en el límite del bosque, casi al final del cortafuegos.
El acceso es por la pista forestal que recorre la vertiente norte de la sierra y puede tomarse partiendo desde Fiñana, en dirección al refugio de Ubeire, o desde Abrucena, en dirección al área recreativa de La Roza.
Un invierno seco, sin nieve apenas, nos tenía este año en dique seco por estas latitudes sureñas y ya sin esperanzas de ascensiones invernales, hasta que a principios de abril un frente ártico deja todo el sureste con unas temperaturas y unas nevadas propias del mes de enero. Justo lo que necesitábamos. El domingo 3 de abril salimos de Murcia a las 6 de la mañana en dirección a Sierra Nevada. Voy con Antonio Sarabia (Nino) y José Antonio Pastor, amigos y compañeros habituales de este tipo de enredos por la zona. Algo pasadas las 9 aparcamos el coche a una altitud de 1900 m, casi en el punto más alto de la pista forestal, justo donde empieza la cota de nieve que ya decora los márgenes de la pista. Cogemos los trastos y nos ponemos en marcha.
Desde hace un tiempo le tenía echado el ojo a una gran franja rocosa que hay bajando por la vertiente noroeste de la cumbre, me refiero a la cumbre de La Cumbre (¿ves cómo siempre hay que estar dando explicaciones?). Las Lastras es la denominación de esta franja rocosa según reza el mapa del IGN. La idea es subir “enredando” un poco más que si subiéramos directamente por la loma de la ruta normal.
Estamos con el ansia de actividades invernales, o al menos en condiciones invernales. Vamos a buscar la parte más baja de un contrafuerte rocoso que arranca a unos 1950 metros, cerca de la fuente de Lubeire Baja, en un arroyo tributario del Barranco de Lubeire.
Hemos visto una línea vertical de fractura en mitad del contrafuerte que forma un corredor. Se adivina asequible, aunque tieso, y con algún escalón rocoso. Después, desde el hombro que forma el vértice final del contrafuerte, hay que subir una pendiente nevada de unos 100 metros de desnivel hasta llegar a la segunda franja rocosa, lo que se llama propiamente Las Lastras. Una profunda canal parte en dos la muralla de roca formando un marcado corredor, visible desde bien lejos.
El primer zócalo rocoso es una gozada y solo sacamos la cuerda al final, donde, sin ser demasiado difícil, la exposición (lease "la torta") es alta. Cruzamos la pendiente intermedia y al llegar a la base del segundo zócalo nos sorprende su inclinación. Esperábamos que esto fuera ya un paseo, pero el asunto parece que se pone divertido. Después de subir los primeros 30-40 metros, decidimos dejarnos de historias y sacar otra vez las cuerdas. Menos mal que siempre llevamos cuerda y ferralla por si acaso. La pendiente gana inclinación y el ambiente es sensacional, hasta tenemos una pequeña cascada de hielo, de unos 70°-75° y luego alguna plancha más de hielo, pero con menos verticalidad.
Aunque el día es bueno, sin apenas viento, la niebla nos envuelve de vez en cuando dando un toque mágico a la ascensión. Se suceden los largos y las reuniones, punto de encuentro con los compañeros de cordada. Nino sube como una tralla (y eso que decía que había pasado unos días con fiebre y estaba flojo. ¡Menos mal!) y Jose, que llevaba varios meses sin escalar, sale corriendo en cuanto te descuidas (otro que decía que estaba desentrenado. ¡Ya!, el viejo truco). Vamos todo el rato comentando lo que nos está sorprendiendo la escalada, que nada tiene que envidiar a otras con mucho renombre de esta sierra.
El corredor se va abriendo y, poco a poco, va perdiendo inclinación. Plegamos las cuerdas y subimos las rampas finales a la cumbre sin apenas visibilidad. Son solo las cuatro de la tarde, pero la nieve y la niebla se confunden en un horizonte difuso y del todo indefinido. Solo sabemos que mientras sigamos subiendo vamos bien, ya que hasta la cima no quedan obstáculos.
Aunque la bajada no es compleja, el track de bajada que llevo grabado en el GPS nos da cierta seguridad ante la falta de visibilidad y una pendiente toda blanca y uniforme, donde sabemos que hay varios resaltes grandes de roca y no apetece nada estar dando vueltas para acertar con la bajada correcta. En poco más de media hora llegamos al refugio de Piedra Negra donde ya nos quitamos los crampones. Media hora más tarde estamos de vuelta en el coche y a las 10 cenando, con las zapatillas puestas y el pijama, ya de vuelta en casa.
Ha resultado uno de esos días magníficos de montaña invernal, pero también de amistad con los compañeros de cuerda, disfrutando de una escalada fantástica, inesperada pero sin sobresaltos, con el “picante” justo para quedarte satisfecho, muy bien. Todo un lujo.
DESCENSO: Desde la cima bajar al principio al nornoreste (NNE) hasta la cota 2300 m. Después directamente al norte hasta llegar al cortafuegos. Después, siguiendo el cortafuegos, tomaremos el rumbo adecuado para llegar a la pista forestal en el punto donde hayamos dejado el vehículo.
DESNIVEL: Aproximadamente 530 m desde el inicio de la ruta (primer zócalo rocoso) hasta la cumbre.
MATERIAL: Cuerda de 60 m, empotradores, 5 clavos, 2 tornillos de hielo.
Su cumbre es el punto final de la Loma del Collado. Un cortafuegos recorre íntegramente esta loma, que también sigue la que se denomina "Vereda de la Loma del Collado", una vía pecuaria que solo se aparta de la loma en su tramo final, cuando esta gana pendiente, para dirigirse hacia el este, a un amplio collado de fácil tránsito.
A una altitud de 2100 metros se encuentra el refugio-vivac de Piedra Negra, un bonito y cuidado refugio libre situado prácticamente en el límite del bosque, casi al final del cortafuegos.
El acceso es por la pista forestal que recorre la vertiente norte de la sierra y puede tomarse partiendo desde Fiñana, en dirección al refugio de Ubeire, o desde Abrucena, en dirección al área recreativa de La Roza.
Un invierno seco, sin nieve apenas, nos tenía este año en dique seco por estas latitudes sureñas y ya sin esperanzas de ascensiones invernales, hasta que a principios de abril un frente ártico deja todo el sureste con unas temperaturas y unas nevadas propias del mes de enero. Justo lo que necesitábamos. El domingo 3 de abril salimos de Murcia a las 6 de la mañana en dirección a Sierra Nevada. Voy con Antonio Sarabia (Nino) y José Antonio Pastor, amigos y compañeros habituales de este tipo de enredos por la zona. Algo pasadas las 9 aparcamos el coche a una altitud de 1900 m, casi en el punto más alto de la pista forestal, justo donde empieza la cota de nieve que ya decora los márgenes de la pista. Cogemos los trastos y nos ponemos en marcha.
Desde hace un tiempo le tenía echado el ojo a una gran franja rocosa que hay bajando por la vertiente noroeste de la cumbre, me refiero a la cumbre de La Cumbre (¿ves cómo siempre hay que estar dando explicaciones?). Las Lastras es la denominación de esta franja rocosa según reza el mapa del IGN. La idea es subir “enredando” un poco más que si subiéramos directamente por la loma de la ruta normal.
Estamos con el ansia de actividades invernales, o al menos en condiciones invernales. Vamos a buscar la parte más baja de un contrafuerte rocoso que arranca a unos 1950 metros, cerca de la fuente de Lubeire Baja, en un arroyo tributario del Barranco de Lubeire.
Hemos visto una línea vertical de fractura en mitad del contrafuerte que forma un corredor. Se adivina asequible, aunque tieso, y con algún escalón rocoso. Después, desde el hombro que forma el vértice final del contrafuerte, hay que subir una pendiente nevada de unos 100 metros de desnivel hasta llegar a la segunda franja rocosa, lo que se llama propiamente Las Lastras. Una profunda canal parte en dos la muralla de roca formando un marcado corredor, visible desde bien lejos.
El primer zócalo rocoso es una gozada y solo sacamos la cuerda al final, donde, sin ser demasiado difícil, la exposición (lease "la torta") es alta. Cruzamos la pendiente intermedia y al llegar a la base del segundo zócalo nos sorprende su inclinación. Esperábamos que esto fuera ya un paseo, pero el asunto parece que se pone divertido. Después de subir los primeros 30-40 metros, decidimos dejarnos de historias y sacar otra vez las cuerdas. Menos mal que siempre llevamos cuerda y ferralla por si acaso. La pendiente gana inclinación y el ambiente es sensacional, hasta tenemos una pequeña cascada de hielo, de unos 70°-75° y luego alguna plancha más de hielo, pero con menos verticalidad.
Aunque el día es bueno, sin apenas viento, la niebla nos envuelve de vez en cuando dando un toque mágico a la ascensión. Se suceden los largos y las reuniones, punto de encuentro con los compañeros de cordada. Nino sube como una tralla (y eso que decía que había pasado unos días con fiebre y estaba flojo. ¡Menos mal!) y Jose, que llevaba varios meses sin escalar, sale corriendo en cuanto te descuidas (otro que decía que estaba desentrenado. ¡Ya!, el viejo truco). Vamos todo el rato comentando lo que nos está sorprendiendo la escalada, que nada tiene que envidiar a otras con mucho renombre de esta sierra.
El corredor se va abriendo y, poco a poco, va perdiendo inclinación. Plegamos las cuerdas y subimos las rampas finales a la cumbre sin apenas visibilidad. Son solo las cuatro de la tarde, pero la nieve y la niebla se confunden en un horizonte difuso y del todo indefinido. Solo sabemos que mientras sigamos subiendo vamos bien, ya que hasta la cima no quedan obstáculos.
Aunque la bajada no es compleja, el track de bajada que llevo grabado en el GPS nos da cierta seguridad ante la falta de visibilidad y una pendiente toda blanca y uniforme, donde sabemos que hay varios resaltes grandes de roca y no apetece nada estar dando vueltas para acertar con la bajada correcta. En poco más de media hora llegamos al refugio de Piedra Negra donde ya nos quitamos los crampones. Media hora más tarde estamos de vuelta en el coche y a las 10 cenando, con las zapatillas puestas y el pijama, ya de vuelta en casa.
Ha resultado uno de esos días magníficos de montaña invernal, pero también de amistad con los compañeros de cuerda, disfrutando de una escalada fantástica, inesperada pero sin sobresaltos, con el “picante” justo para quedarte satisfecho, muy bien. Todo un lujo.
DESCENSO: Desde la cima bajar al principio al nornoreste (NNE) hasta la cota 2300 m. Después directamente al norte hasta llegar al cortafuegos. Después, siguiendo el cortafuegos, tomaremos el rumbo adecuado para llegar a la pista forestal en el punto donde hayamos dejado el vehículo.
DESNIVEL: Aproximadamente 530 m desde el inicio de la ruta (primer zócalo rocoso) hasta la cumbre.
MATERIAL: Cuerda de 60 m, empotradores, 5 clavos, 2 tornillos de hielo.
Waypoints
Waypoint
6,242 ft
Cruce camino- cortafuegos Loma del Collado
Waypoint
6,568 ft
Cruce Sulayr-Loma del Collado
Waypoint
7,850 ft
La Cumbre - Bajada1
Car park
6,243 ft
La Cumbre - Parking
Waypoint
7,356 ft
La Cumbre bajada2
Waypoint
7,033 ft
La cumbre bajada3
Waypoint
6,360 ft
Paso acceso Bco. de La Cumbre
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