La Tuca (Peña Montañesa) desde San Victorián

Ascensión a La Tuca (2.267 m.) desde la Ermita de la Virgen del Pilar, poco antes del Monasterio de San Victorián, por la ruta normal a la Peña Montañesa.

ACCESO: de Monzón hacia Ainsa por la A-138 (70 k. aprox) donde tomamos dirección Campo por la N-260 hasta el pueblo de Arro. En una rotonda justo pasar el pueblo nos iremos por carreteras casi sin nombre hacia el Monasterio de San Victorián. Para ello cruzaremos el nucleo de Los Molinos, luego Oncins y sin llegar al monasterio aparcamos junto a la Ermita del Pilar ó proximidades, unos 90 k.

DESCRIPCION DE LA RUTA:
Partimos por la senda señalizada entre pinos y arbustos bastante espesos, justo enfrente del gran estacionamiento recientemente acondicionado.

El marcado sendero no tiene pérdida, ascendiendo entre pinos primero y monte bajo después, ganando mucho desnivel desde el primer paso. Mucho más arriba encontraremos la indicación hacia la Faja Toro con pintura roja sobre una piedra, no se ve mucho esta indicación que nosotros pasaremos de largo.

Superamos una barrera rocosa por un "paso" relativamente cómodo y ya estaremos en los prados de Estibiella, poblados de erizón y algunos bojes dispersos.

Nada mas divisar el pluviómetro (1.900 m.) nos salimos de la marcada ruta por la derecha, hasta pasar junto a él. Trazaremos una diagonal hacia la izquierda de donde se ve un bidón naranja, de ese modo subimos por la ladera rocosa con relativa comodidad. Primeros pasos, tranquilamente y sin correr hacia los árboles muertos, buscando una canal ancha que nos permita superar las paredes... Alegría nos dice que sigamos, pues ella está un poco floja y no sabe si llegará. Hace calorcillo, y le digo que vamos a subir los tres mas o menos juntos, con tranquilidad.

El paisaje es inolvidable en estas laderas, salpicadas de pinos retorcidos por el viento, la nieve y las rocas caídas. Poco a poco no tenemos problemas porque la cima está ya muy cerca....

Un vistazo atrás al valle no deja a nadie indiferente, bajo el acantilado se encuentra la Faja Toro, oculta a nuestros ojos. Alegría señala la cresta de la larguísima Sierra Ferrera, nos estamos planteando hacerla entera y mientras conversamos sobre ello Miguel ya está en el alto de La Tuca triunfando. ¡Lo hemos conseguido!

Pico La Tuca, 2.267 m. y casi 1.200 de desnivel, en solo tres horitas cómodamente.

Fotografíé unas cuantas veces a La Peña Montañesa con el Monte Perdido al fondo, Tremenda la cortada a su derecha, también muy bonita la Punta Llerga, el Bachimala nevado, el Posets, con la cresta del Espadas casi tapándolo, la Punta Fulsa y Punta Suelza. Divisamos el Castillo Mayor, que parece pequeño desde aquí. También destacan en el horizonte el Macizo de La Munia y en primer plano la pirámide del Cotiella, como siempre majestuoso. El Turbón (al fondo) no quiere ser menos y enseña la nieve que hace dos semanas no tenía.

Que buen día nos ha hecho, una hora en la cima disfrutando del sol, de las vistas, del bocata y de la buena compañía.
Es hora de ir regresando, así que deshacemos el camino y buscamos la ladera por la que subimos. Esta vez tomamos una vía más directa, pero por contra incómoda y dificultosa.

Recomiendo bajar por el pluviómetro ya que es mucho más cómodo.

Los retorcidos pinos parecen estar echando una siesta mientras los murallones son iluminados por el sol que también enrojece a algún rojizo boj. Puedo decir que esta montaña enamora como pocas, no sé si me cansaré nunca de subirla.

El magnífico robledal de la parte baja está a punto de brotar, habrá que venir a verlo en unos días.
Llegamos al coche sin mas incidencias completando una ascensión diferente a la clásica de la Peña Montañesa.