Lanjaron-Casa de Tello-Refugio Ventura-Lanjaron

Ruta muy amena y de disfrutar.

Saliendo desde la famosa fuente del grillo de Lanjaron, junto al puente pasado el pueblo en dirección a Orgiva, la ruta transcurre por todo el valle del río Lanjaron.

Conforme ascendemos y ganamos altura, la perspectiva del valle, se va abriendo mientras en el fondo el río cada vez está más lejos. A medida que avanzamos vamos encontrando restos de antiguos cortijos en ruinas, en lo que antiguamente eran labores que permitían la subsistencia a generaciones de sus moradores.

Hoy, algunos los están recuperando como vivienda veraniega y solaz de descanso.

Según avanzamos nos encontramos con el Castañar conocido del "patatun" y la fuente de Matomarque. Toda esta zona se perdió hace muchos años por un gran incendio (no me estoy refiriendo al que provocaron unos guiris más recientemente y asoló por completo la zona de casa Tello).

En esta excursión, he podido comprobar que muchísimos castaños que estaban prácticamente perdidos, gracias (será) al excepcional año de lluvias, están generando nuevos brotes.

Mencionar que las acequias: Nueva, Mezquerina, y las Encinillas, llevan un caudal de agua importante.

Al llegar a casa Tello, con gran sorpresa la fuente tiene un caño de agua bien generoso y muy fresca. Últimamente, en los veranos no manaba. Esto es una alegría, y la pena: difícil de describir. los que hemos conocido este lugar en todo su apogeo, antes del tremendo incendio que provocaron los mencionados anteriormente, cuando existía el refugio de los antiguos guardas forestales, el inmenso bosque de pinar, coníferas y los ejemplares de secuoyas, y ahora verlo todo como si fuese un solar......

Después de reponer algo de fuerzas en las ruinas de lo que era el Refugio Ventura, desando el camino hasta Casa Tello, y una vez en el curso de la acequia Nueva, seguir su curso para bajar a Lanjaron por la vertiente opuesta del valle por la que subí.

Esta acequia es espectacular. Su curso va por zonas que algunas están "voladas" por tajos que son precipicios. En estas zonas el curso del agua ha sido tallado en paredes y farallones de roca. Más vale no tener ningún tropiezo, ni perder la concentración, pues un error nos cuesta la vida. No es broma, por eso esta acequia solo la siguen gente experta y los acequieros que la cuidan.

Siguiendo el curso de la acequia, y antes de llegar al partidor y cortijo de Bordaila, a nuestra izquierda sale una antigua vereda que está muy perdida.

Descenderemos con cuidado, pues conforme avanzamos el camino se va perdiendo. iremos zigzagueando buscando la cara sur este, de la loma para bajar al carril donde están los depósitos de agua del pueblo. Estos serán nuestra referencia par ir buscando camino, pues hay trozos que se ve medio claro, y zonas que no se ve nada, tenemos que ir buscando con lógica y con sentido ir trocheando y bajando.

Con la perspectiva de la altura veremos que al final del carril que lleva a los depósitos, este acaba en un cortijo llamado: el cortijuelo y tienen ganado. El tejado es de chapa pintada en color rojo. Es fácil de identificar por esta característica. Una vez estemos en él es solo seguir el carril y en quince minutos estamos en el pueblo.