Llambrión por las marcas amarillas, desde Cabén de Remoña

El Llambrión es la segunda montaña más alta de los Picos de Europa después del Torrecerredo y hay varias posibilidades para alcanzar su cima.

Posiblemente, la más sencilla sea por la chimenea desde el hoyo del Trasllambrión (cara
nordeste). Para ello, el acercamiento puede ser desde Fuente Dé o el Cable, pasando por
Cabaña Verónica; o desde Collado Jermoso, subiendo por Tiro Callejo. Hay más opciones, pero ya el desnivel sube mucho.

Otra posibilidad también habitual es por la cresta desde el Tiro Callejo.
Me cuesta (cada vez más) valorar la dificultad de las rutas, ya que cada montañero es un
mundo, pero me atrevo a decir que estas dos opciones no son difíciles para los habituados a Picos.

Para los que nos gusta no sólo subir montañas, sino también conocer diferentes accesos, hay al menos dos alternativas más; ambas accesibles para los montañeros trepadores, sin necesidad de ser escaladores, pero con algo más de dificultad: La primera de ellas es comenzando por la zona de las Colladinas (yendo hacia Collado Jermoso, justo al final de las Colladinas) y alcanzando primero la Torre de las Minas de Carbón y la Torre de Casiano de Prado y cresteando hasta el Llambrión. Y la otra es la que hicimos nosotros esta vez: subida por las marcas amarillas.

De todos los accesos mencionados anteriormente, este era el que teníamos pendiente y había que “tacharlo”.

Salimos del parking de la horcada de Valcabao. Para llegar hasta allí hay que subir por una pista de tierra que parte del mismo puerto de Pandetrave. Son varios kilómetros de recorrido y sin ser ninguna maravilla, yendo despacio se puede acceder con cualquier coche (nosotros subimos con la furgoneta).
Hasta Cabén de Remoña continuamos por la pista, pero ya a pie, y a partir de allí por sendero.
El sendero, a los pocos metros, tiene una bifurcación: por la derecha iríamos a la canal de
Pedabejo y por la izquierda al sedo de Remoña. La canal es más “cómoda” pero más larga; el sedo, con alguna zona algo expuesta, es más corto y para mi gusto mucho más bonito.
Nosotros cogimos el sedo para la subida y la canal para la vuelta. Arriba se juntan los dos
caminos algo antes de alcanzar el collado superior (Alto de la Canal), desde donde las vistas son espectaculares; estamos justo encima de la vega de Liordes.

Tras un breve descenso nos encontramos con otro cruce de senderos; el objetivo es alcanzar el sedo de la Padierna. Para ello cogimos el sendero de la izquierda, bordeando por arriba la vega de Liordes. El sendero de la derecha pasa por la misma vega; el recorrido es algo más corto, pero se pierde algo de altura y luego hay que volver a subir. A la vuelta optamos por esta segunda opción y nos pareció más cómoda e incluso más rápida, ya que el sendero de arriba va por terreno más abrupto.
Al alcanzar el sedo de la Padierna (sedo sencillo) ganamos altura rápidamente a través del camino en la roca, alcanzando así el sendero superior que nos acercaría hacia el collado Jermoso. Para ello hay que recorrer un tramo más o menos llano y luego subir a las Colladinas (varios pequeños collados con cortados hacia la izquierda), desde donde ya se ve el refugio.

Nosotros no bajamos hasta el refugio, si no que nos desviamos hacia la derecha al poco de comenzar el descenso, en un punto donde hay una señal de madera.
Desde ese punto podemos subir hacia la Palanca o hacia el Tiro Callejo (las dos opciones más habituales) pasando por el Jou del Llambrión. En nuestro caso, en el mismo Jou giramos a la derecha para ir a buscar la subida de las marcas amarillas; de hecho, llevamos siguiendo dichas marcas desde que nos hemos desviado en el cartel de madera.

En poco tiempo nos metimos de lleno en la faena… Teníamos niebla y viento y la roca estaba húmeda en algunas zonas, lo que hizo que dudáramos sobre si seguir adelante con nuestro plan o buscar alguna otra alternativa más sencilla (la previsión era de buen tiempo). Finalmente, decidimos continuar. En todo caso, tengo que decir que es recomendable hacer esta subida en seco. Por supuesto, el casco es imprescindible.
La ascensión no es técnicamente difícil: tiene algunas trepadas, posiblemente de II. grado, y alguna rampa/chimenea con llambrías no muy vertical. Prácticamente en todo el recorrido los pasos no son expuestos, lo que da más seguridad y sensación de menos dificultad. La excepción está en el famoso paso horizontal, con mucho patio y pocos agarres que se encuentra ya en la zona alta. Nosotros evitamos este paso, por lo que no puedo valorarlo, pero la opinión de otros es que es sencillo pero muy expuesto, sin posibilidad de fallo.
Cuando llegamos a este punto, en lugar de continuar por la vía, trepamos el muro a nuestra izquierda. Pueden ser unos tres metros, con algo de dificultad (¿tercer grado?).
Pero realmente, estando la roca húmeda, nos pareció mucho más segura esta opción. Subí yo y desde arriba aseguré a los dos chavales, ya que llevábamos una cuerda de 30 metros en la mochila.

A partir de aquí ya no hay marcas amarillas, pero con los hitos y el track no hay problemas para continuar hasta la cima, y además los peores tramos ya estaban superados.
Desde la cima las vistas son espectaculares. Además, tuvimos la suerte de que la niebla se quedara en la zona baja antes de llegar nosotros.

El descenso lo hicimos por Tiro Callejo, llegando hasta allí recorriendo la cresta norte del
Llambrión. Esta cresta tiene la mayor dificultad al principio, donde hay que superar un corte, con un destrepe y una trepada; puede ser un tercer grado de dificultad. Unos metros más abajo hay otro muro que hay que destrepar; se hace bien, pero nosotros echamos la cuerda por seguridad, ya que esta zona es más expuesta que la anterior.

El propio descenso del Tiro Callejo es muy vertical, sobre todo en la zona de abajo, y además es donde más dificultad y exposición encontraremos. Hay cuerdas fijas que sirven de ayuda, pero cuidado, porque están muy deterioradas.
Una vez superado este tramo teníamos lo más complicado hecho y solo nos quedaba volver; nos unimos al camino de ida en el Jou del Llambrión, tras una bajada muy pindia por pedreras y canchales.

A partir de aquí el camino era conocido, aunque hicimos un par de variantes:
-Pasamos por la vega de Liordes, perdiendo unos metros de altura, pero por camino mucho más cómodo.
-Bajamos por la canal de Pedabejo en lugar del sedo de Remoña.

Nos pareció una ruta preciosa; el Llambrión es un montañón y la subida por las marcas amarillas muy atractiva.
En este tipo de recorridos, me parece muy recomendable (casi obligatorio) llevar casco y una cuerda de 20-30 metros, ya que nos puede sacar de más de un apuro.