Llanos de Arance, Collado de las Tablas, Casa de las Tablas, El mulón Arroyo de la campana

Ruta realizada con el objetivo de atacar la emblemática Piedra del Mulón que siempre se nos queda a "trasmano". A este objetivo le añadimos varios pasos que intuimos que pueden ser válidos para otras rutas. Por tanto tenemos varios tramos en esta ruta campo a través.

Iniciamos caminata desde unos 300 metros más adelante del camping Llanos de Arance por un camino señalizado en mapa, que si bien está "copado" por la maleza, llegando al Collado de las Tablas se nos aparece nítido. Y desde el collado en bajada, nos sorprende el hermoso trazado que nos debe llevar a las tablas. Nos encontramos aquí unas ruinas de al menos dos viviendas espectaculares rodeadas de grandes bancales, robles, olivos, parras. Debió de ser un lugar con vida en tiempos.

Llegamos a Las Tablas y buscamos la antigua escuela que era punto de encuentro para las diversas cortijadas de esta zona (El Mulón, Las Tablas, La Campana, las cortijadas que hemos descubierto cuyo nombre desconocemos). Para llegar a la escuela la zona está enmatojada, al igual que al salir de ella en dirección al cortafuegos del Mulón que nos servirá de ascenso a la Piedra. Llamar cortafuegos a esta "brecha" en los árboles es cuando menos generoso. EL último tramo es una pura trepada que se hace hasta larga. Finalmente llegamos al Mulón, lugar dificultoso pero con unas vistas que hacen que el esfuerzo merezca la pena en las cuatro direcciones.

Tras el disfrute visual toca descenso, más dificultoso que el ascenso, por lo que tenemos que extremar precauciones. En un momento determinado salimos por la cara oeste en busca de un canchal que nos va a servir para descender hasta el Arroyo de la Campana. Este tramo no es en absoluto recomendable. El canchal está absolutamente copado por vegetación arbustiva con la que nos vamos rozando y pinchando continuamente, además las culetadas son orden del día sino se está muy, muy atento. Para un kilómetro de descenso gastamos casi una hora y media de bajada penosa.

Luego, viendo la dureza de la jornada alteramos el trazado original y descendemos el Arroyo de la Campana hasta la zona de las Tablas para tomar ahora el sendero que transcurre junto al Aguamulas para acabar en la piscifactoría.

Trazado duro por el ascenso al Mulón y sobre todo por ese descenso nada recomendable y que es preferible evitar, pero ruta que nos servirá sin duda para el futuro para otros trazados.