Lucero, circular desde Puente Cambril (Sierra Almijara)
near La Resinera, Andalucía (España)
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Las sierras de Almijara y Tejeda se encuentran al sur de Andalucía y encuadradas en la cordillera Penibética, elevandose a lo largo de la divisoria de las provincias de Málaga y Granada. En la vertiente malageña ocupan parte de la comarca de la Axarquía y en la granadina por las del Temple y Río Verde. La sierra Almijara se caracterizan por agrestes perfiles alpinos y profundos barrancos con fuertes desniveles como tónica general, mientras que su hermana la Tejeda es de perfiles más suaves y alomados, pero donde se dan las máximas altitudes.
El Lucero o Raspón de los Moriscos (1.780 m) es una montaña bellísima, carismática y emblema de las Sierras de Tejeda y Almijara, haciendo que el perfil de éstas sea perfectamente reconocible a muchísimos kilómetros de distancia debido a su forma cónica. Si a ésto le unimos las vastas vistas que se obtienen desde su cima y la maravilla de sendero que nos lleva a la misma , lo configuran como un pico cuyo ascenso es imprescindible en Andalucía.
Y éste a sido una vez más el objetivo de nuestra ruta, a pesar de que hace muy poquito estuvimos en él. Pero a pesar de que el “trofeo” de la jornada a sido el mismo, la ruta no ha podido ser más diferente. Para empezar ,aunque ambos días fueron muy fríos, el de la otra vez fue radiantemente soleado , despejado y sin nieve y ahora lo tuvo todo para impregnarlo de un ambiente puramente invernal, mucho frío; nieve, espesa en algunos lugares orientados al Norte y caminar durante algunas horas bajo una deliciosa nevada.
También gran parte del recorrido y sobretodo el como atacamos al Lucero fue diferente .En ésta ocasión el formidable sendero lo utilizamos para descender, por que para subir lo hicimos por su solana, campo a través , por pedreras y canutos, de forma muy vertical, ascendiendo 500 metros de desnivel en a penas 1 kilómetro.
Anteriormente comenzamos desde Játar y en ésta ocasión lo hicimos desde la Resinera de Fornes.
El punto de inicio de ésta ruta lo situamos entre la Venta del Vicario y Puente Cambril, a unos 4 kilómetros de la Resinera de Fornes, en la pista que desde ésta se interna en la sierra junto al río Cacín. El vehículo lo estacionamos en un amplio ensanche de la pista.
La antigua resinera es un lugar emblemático donde actualmente se ubica un punto de información del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Texto de la Ventana del Visitante de los Espacios Naturales de Andalucía sobre la Resinera:
“La Resinera es un lugar emblemático de la sierra Almijara, situada en una intrincada ruta histórica entre Granada y Málaga, llena de misterios y leyendas. Aquí se estableció una industria que durante la mayor parte del siglo XX marcó el devenir de la comarca.
Tras conocer lo que queda de la Fábrica Unión Resinera Española y lo que fue en su tiempo, con ayuda del punto de información allí instalado que le permitirá conocer cómo se industrializa el aprovechamiento natural del pino, el sendero nos conducirá por caudalosos ríos y caminos forestales hasta un espléndido mirador natural, que domina un amplio espacio de la provincia de Granada, desde donde se divida el pueblo de Fornes y el embalse de Los Bermejales.
La industria de la resina tuvo su gran apogeo a principios del siglo XX, para derrumbarse seis décadas después. En 1960 había 85 fábricas resineras en toda España. En 1972 estaban activas sólo tres, para quedar al poco solo una, en Segovia. La de Fornes empezó en 1902 y a principios de los setenta daba sus últimas boqueadas. El gran incendio forestal de 1975 fue su puntilla.
En sus mejores momentos la fábrica, perteneciente a la Unión Resinera Española, podía dar empleo, directo o indirecto, a varios cientos de personas, formándose un poblado junto a ella, con escuela e iglesia. Decenas de resineros pasaban largas temporadas en el monte resinando los pinos, extrayendo la materia prima de la que se obtenía trementina o miera, y de ella colofonia y aguarrás, y de éstas otros muchos productos derivados con numerosas aplicaciones industriales (disolventes, jabones, pinturas, farmacia¿).de los setenta daba sus últimas boqueadas. El gran incendio forestal de 1975 fue su puntilla.”
Comenzamos a caminar hacia el Sur por la pista donde estacionamos el vehículo y que acompaña el cauce del Cacín. En pocos metros cambiamos de orilla por un puente y un poco más adelante la pista está cortada por una barrera, estamos en Puente Cambril. Justo en éste punto es cuando el río Cacín se denomina así, al juntarse dos arroyos, el de la Venta y el Cambril.
Nosotros seguimos por la pista, acompañando ahora al arroyo de la Venta. Pasamos junto a una bonita pantaneta, la de Haza del Moral. Pocos metros después en el borde de la pista hay unos nacederos, la Fuente del Agujerillo Caliente, muy cerca de donde el barranco de Cuesta Parda tributa al arroyo de la Venta.
Seguimos en la misma dirección y llegamos a un panel informativo del sendero “Los Resineros” situado junto a una casa, la caseta de Cuesta Parda. Hacia el Sur seguimos las indicaciones del sendero para llegar al Puerto de Frigiliana, todo ello aún por pista y en suave ascenso, obviando otra pista que sale hacia el Este.
Casi sin darnos cuenta llegamos a dicho puerto, privilegiado lugar con grandes panorámicas y donde han situado un mirador. Ya vemos la costa de Nerja y Torrox a nuestros pies.
Abandonamos la pista y tomamos el sendero que sale hacia el Oeste y que en fortísimo ascenso nos deja en la cima del Cerro Caracolillo. El sendero desciende a un collado entre el Lucero y el Caracolillo y nosotros lo abandonamos (de seguirlo, el sendero nos llevaría al Collado Cacines).
A partir nos espera una verdadera odisea de tan solo un kilómetro, pero que disfrutamos intensamente. Hacia el NO comenzamos a ascender campo a través por donde nuestras entendederas, intuición montañera o como queramos llamarlo nos decía que parecía más cómodo. Evitando la maleza más densa y las zonas de pedrera fina donde nos escurríamos íbamos progresando poco a poco, con mucho cuidado de no desprender piedras a los compañeros que venían detrás y teniendo que utilizar las manos para ayudarnos casi de forma continua. Al final buscábamos las rocas más grandes y firmes, pues aunque aquí había que utilizar las manos sí o sí , al menos no nos escurríamos y progresábamos de forma más rápida y segura. Antes de decidirnos a realizar éste ascenso nos aseguramos de que ésta cara del Lucero no tenía nieve o hielo, pues al iniciar la ruta pensábamos que la gesta sería imposible viendo como pintaban de blanco las cumbres.
Por fin llegamos a las ruinas del destacamento de la Guardia Civil en la cumbre del Lucero, emplazado aquí para controlar a maquis y contrabandistas, mientras un cielo gris y amenazante lo iba cubriendo todo. Por pocos minutos pudimos disfrutar de casi todas las formidables vistas que nos ofrece ésta magnífica atalaya. Aún nos hallábamos en la cumbre cuando nos envolvieron las nubes y comenzó a nevar tímidamente; apremiaba descender ,pues no sabíamos lo que nos deparaban los cambiantes acontecimientos meteorológicos.
Descendemos hacia el Oeste hasta el collado de la Perdiz por el bellísimo y zigzagueante sendero tallado en la roca pura y que pasa por el Colaero de los Mosquitos. El el Collado de la Perdiz la nevada va arreciando y tomamos el sendero que sale al NE , que recorre la base de la ladera Norte del Lucero y llega al Collado Cacines. Aquí la nieve acumulada alcanza cierto grosor, pero caminar por ella mientras nos nieva es una gozada y nos relajamos un poco tras descender de forma un poco precipitada.
Desde el collado Cacines, al otro lado del carril tomamos un empinado carril, más bien un jorro forestal, hacia el Norte y que nos lleva a la cima de un cerro donde tomamos un cortafuegos. Seguimos el cortafuegos hacia el NO, para en breves metros salirnos por el carril que atraviesa el mismo a la derecha, dirección NE.
Seguimos por el carril y en una próxima bifurcación tomamos a la derecha, al Este ,descendiendo por el barranco de la Azuzadilla. Durante un buen trecho el carril coincide con un cortafuegos a lo largo de las Lomas de Ningunico y la Azuzadilla.
El carril llega un momento que se separa por unos metros del cortafuegos, por la izquierda del mismo, perdiendo bastante entidad y estando practicamente invadido de matorral Poco después termina en unos afloramientos rocosos. Ahora toca seguir por el cortafuegos , de forma un tanto incómoda por lo rocoso del mismo. Descendemos hacia el NE hasta llegar a otro carril, el cual tomamos a la izquierda, hacia el Norte. Éste carril desciende hasta el arroyo de la Azuzadilla, muy cerca de una bonita pantaneta y de las naves ganaderas de la Venta del Vicario. Tras cruzar éste arroyo salimos a un carril de más categoría que nos llevara en breves metros hacia el Este al lugar donde tenemos estacionado el vehículo, pasando antes por la misma puerta de una de las naves de la Venta del Vicario.
El Lucero o Raspón de los Moriscos (1.780 m) es una montaña bellísima, carismática y emblema de las Sierras de Tejeda y Almijara, haciendo que el perfil de éstas sea perfectamente reconocible a muchísimos kilómetros de distancia debido a su forma cónica. Si a ésto le unimos las vastas vistas que se obtienen desde su cima y la maravilla de sendero que nos lleva a la misma , lo configuran como un pico cuyo ascenso es imprescindible en Andalucía.
Y éste a sido una vez más el objetivo de nuestra ruta, a pesar de que hace muy poquito estuvimos en él. Pero a pesar de que el “trofeo” de la jornada a sido el mismo, la ruta no ha podido ser más diferente. Para empezar ,aunque ambos días fueron muy fríos, el de la otra vez fue radiantemente soleado , despejado y sin nieve y ahora lo tuvo todo para impregnarlo de un ambiente puramente invernal, mucho frío; nieve, espesa en algunos lugares orientados al Norte y caminar durante algunas horas bajo una deliciosa nevada.
También gran parte del recorrido y sobretodo el como atacamos al Lucero fue diferente .En ésta ocasión el formidable sendero lo utilizamos para descender, por que para subir lo hicimos por su solana, campo a través , por pedreras y canutos, de forma muy vertical, ascendiendo 500 metros de desnivel en a penas 1 kilómetro.
Anteriormente comenzamos desde Játar y en ésta ocasión lo hicimos desde la Resinera de Fornes.
El punto de inicio de ésta ruta lo situamos entre la Venta del Vicario y Puente Cambril, a unos 4 kilómetros de la Resinera de Fornes, en la pista que desde ésta se interna en la sierra junto al río Cacín. El vehículo lo estacionamos en un amplio ensanche de la pista.
La antigua resinera es un lugar emblemático donde actualmente se ubica un punto de información del Parque Natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. Texto de la Ventana del Visitante de los Espacios Naturales de Andalucía sobre la Resinera:
“La Resinera es un lugar emblemático de la sierra Almijara, situada en una intrincada ruta histórica entre Granada y Málaga, llena de misterios y leyendas. Aquí se estableció una industria que durante la mayor parte del siglo XX marcó el devenir de la comarca.
Tras conocer lo que queda de la Fábrica Unión Resinera Española y lo que fue en su tiempo, con ayuda del punto de información allí instalado que le permitirá conocer cómo se industrializa el aprovechamiento natural del pino, el sendero nos conducirá por caudalosos ríos y caminos forestales hasta un espléndido mirador natural, que domina un amplio espacio de la provincia de Granada, desde donde se divida el pueblo de Fornes y el embalse de Los Bermejales.
La industria de la resina tuvo su gran apogeo a principios del siglo XX, para derrumbarse seis décadas después. En 1960 había 85 fábricas resineras en toda España. En 1972 estaban activas sólo tres, para quedar al poco solo una, en Segovia. La de Fornes empezó en 1902 y a principios de los setenta daba sus últimas boqueadas. El gran incendio forestal de 1975 fue su puntilla.
En sus mejores momentos la fábrica, perteneciente a la Unión Resinera Española, podía dar empleo, directo o indirecto, a varios cientos de personas, formándose un poblado junto a ella, con escuela e iglesia. Decenas de resineros pasaban largas temporadas en el monte resinando los pinos, extrayendo la materia prima de la que se obtenía trementina o miera, y de ella colofonia y aguarrás, y de éstas otros muchos productos derivados con numerosas aplicaciones industriales (disolventes, jabones, pinturas, farmacia¿).de los setenta daba sus últimas boqueadas. El gran incendio forestal de 1975 fue su puntilla.”
Comenzamos a caminar hacia el Sur por la pista donde estacionamos el vehículo y que acompaña el cauce del Cacín. En pocos metros cambiamos de orilla por un puente y un poco más adelante la pista está cortada por una barrera, estamos en Puente Cambril. Justo en éste punto es cuando el río Cacín se denomina así, al juntarse dos arroyos, el de la Venta y el Cambril.
Nosotros seguimos por la pista, acompañando ahora al arroyo de la Venta. Pasamos junto a una bonita pantaneta, la de Haza del Moral. Pocos metros después en el borde de la pista hay unos nacederos, la Fuente del Agujerillo Caliente, muy cerca de donde el barranco de Cuesta Parda tributa al arroyo de la Venta.
Seguimos en la misma dirección y llegamos a un panel informativo del sendero “Los Resineros” situado junto a una casa, la caseta de Cuesta Parda. Hacia el Sur seguimos las indicaciones del sendero para llegar al Puerto de Frigiliana, todo ello aún por pista y en suave ascenso, obviando otra pista que sale hacia el Este.
Casi sin darnos cuenta llegamos a dicho puerto, privilegiado lugar con grandes panorámicas y donde han situado un mirador. Ya vemos la costa de Nerja y Torrox a nuestros pies.
Abandonamos la pista y tomamos el sendero que sale hacia el Oeste y que en fortísimo ascenso nos deja en la cima del Cerro Caracolillo. El sendero desciende a un collado entre el Lucero y el Caracolillo y nosotros lo abandonamos (de seguirlo, el sendero nos llevaría al Collado Cacines).
A partir nos espera una verdadera odisea de tan solo un kilómetro, pero que disfrutamos intensamente. Hacia el NO comenzamos a ascender campo a través por donde nuestras entendederas, intuición montañera o como queramos llamarlo nos decía que parecía más cómodo. Evitando la maleza más densa y las zonas de pedrera fina donde nos escurríamos íbamos progresando poco a poco, con mucho cuidado de no desprender piedras a los compañeros que venían detrás y teniendo que utilizar las manos para ayudarnos casi de forma continua. Al final buscábamos las rocas más grandes y firmes, pues aunque aquí había que utilizar las manos sí o sí , al menos no nos escurríamos y progresábamos de forma más rápida y segura. Antes de decidirnos a realizar éste ascenso nos aseguramos de que ésta cara del Lucero no tenía nieve o hielo, pues al iniciar la ruta pensábamos que la gesta sería imposible viendo como pintaban de blanco las cumbres.
Por fin llegamos a las ruinas del destacamento de la Guardia Civil en la cumbre del Lucero, emplazado aquí para controlar a maquis y contrabandistas, mientras un cielo gris y amenazante lo iba cubriendo todo. Por pocos minutos pudimos disfrutar de casi todas las formidables vistas que nos ofrece ésta magnífica atalaya. Aún nos hallábamos en la cumbre cuando nos envolvieron las nubes y comenzó a nevar tímidamente; apremiaba descender ,pues no sabíamos lo que nos deparaban los cambiantes acontecimientos meteorológicos.
Descendemos hacia el Oeste hasta el collado de la Perdiz por el bellísimo y zigzagueante sendero tallado en la roca pura y que pasa por el Colaero de los Mosquitos. El el Collado de la Perdiz la nevada va arreciando y tomamos el sendero que sale al NE , que recorre la base de la ladera Norte del Lucero y llega al Collado Cacines. Aquí la nieve acumulada alcanza cierto grosor, pero caminar por ella mientras nos nieva es una gozada y nos relajamos un poco tras descender de forma un poco precipitada.
Desde el collado Cacines, al otro lado del carril tomamos un empinado carril, más bien un jorro forestal, hacia el Norte y que nos lleva a la cima de un cerro donde tomamos un cortafuegos. Seguimos el cortafuegos hacia el NO, para en breves metros salirnos por el carril que atraviesa el mismo a la derecha, dirección NE.
Seguimos por el carril y en una próxima bifurcación tomamos a la derecha, al Este ,descendiendo por el barranco de la Azuzadilla. Durante un buen trecho el carril coincide con un cortafuegos a lo largo de las Lomas de Ningunico y la Azuzadilla.
El carril llega un momento que se separa por unos metros del cortafuegos, por la izquierda del mismo, perdiendo bastante entidad y estando practicamente invadido de matorral Poco después termina en unos afloramientos rocosos. Ahora toca seguir por el cortafuegos , de forma un tanto incómoda por lo rocoso del mismo. Descendemos hacia el NE hasta llegar a otro carril, el cual tomamos a la izquierda, hacia el Norte. Éste carril desciende hasta el arroyo de la Azuzadilla, muy cerca de una bonita pantaneta y de las naves ganaderas de la Venta del Vicario. Tras cruzar éste arroyo salimos a un carril de más categoría que nos llevara en breves metros hacia el Este al lugar donde tenemos estacionado el vehículo, pasando antes por la misma puerta de una de las naves de la Venta del Vicario.
Waypoints
Waypoint
3,048 ft
Venta Vicario
Comments (1)
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Vaya valor que tenéis. Preciosa ruta pero yo por ahí no subo.