Macizo de Peñarrubia

Salimos de Linares ascendiendo por todo el pueblo, una buena subida de mas de 130 metros de desnivel. Curiosa la bolera en casi una balconada y preciosa la torre. La última casa y ya sudando tiene unas sorprendentes ventanas de estilo mudéjar.
Ha sido un buen calentamiento para lo que nos espera. Nos vamos acercando hasta la pedrera que se encuentra en la base de la imponente subida hasta el collado Prau. Al verle de lejos impresiona, se ve en lo alto muy pindio y hay algunas zonas bastantes verticales.
Ascendiendo con tranquilidad y asegurando las pisadas en algunos escalones no hay una gran dificultad técnica pero la subida es importante, unos 700 metros de desnivel desde abajo.
Ya en el collado tenemos niebla sobre todo al Norte que nos impide ver el mar cantábrico y Picos. El valle de Peñarrubia de donde venimos por momentos si le podemos ver, sus diferentes pueblos, la peña donde está el mirador de Santa Catalina, la sierra de la braña de los Tejos y Peña Ventosa.
Comenzamos cumbreando el macizo ascendiendo a los diferentes virdius (palabra de la zona) o cimas. Hicimos las dos cumbres, el Virdiu Corral y Virdiu Treslajorá. Previamente vimos un par de brañas preciosas entre la niebla.
Bajamos hasta el collado las Llaves donde nos encontraremos unos dólmenes. El cartel explicativo estaba tirado en el suelo, lo levantamos y con unas piedras lo aseguramos como pudimos.
Bajando por la pista aprovechamos para atajar las revueltas, aunque una nos llevo su tiempo y ya lo dice el dicho, no hay atajo que no cueste trabajo. Sólo nos quedaba cruzar el arroyo Navedo para adentrarnos en un pueblecito precioso, Roza y acercarnos por carretera hasta nuestro inicio en Linares.
Es difícil catalogarla pues por el macizo se anda bastante, bien pero la subida al collado Prau puede asustar y hacerse larga si no estas acostumbrado al monte. Moderada si se tienen experiencia