Huesca. Monte Perdido desde el Puente de Bujaruelo, por la Brecha de Rolando y el Paso de los Sarrios.
near Torla, Aragón (España)
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A josenm1984. Mucho más que un amigo.
La montaña nos pone a prueba desde el primer momento. Traspasar las fronteras que nos impone se convierte en un reto.
Mi intención, a la hora de pasear a mis tres compañeros de viaje, era la de que coronaran con éxito el Monte Perdido, emblemática cima del macizo calcáreo más alto de Europa. Pero no solo era eso, también deseaba que la ruta fuera atractiva y quedaran "pillados" por la belleza propia del Pirineo Aragonés, y máxime teniendo en cuenta que, para alguno de ellos, era la primera visita. Que les quedara el regusto de haber sido insuficiente y el ansia voraz de regresar.
Creo que mi deseo está plenamente alcanzado: se consiguió el objetivo y las ganas de volver a hollar los senderos pirenaicos es una idea apremiante en ellos.
La ruta se desarrolló en dos días de la siguiente manera.
PRIMER DÍA
Partimos desde el puente situado junto a la ermita de Bujaruelo. Nada más cruzar el río Ara aparece el cartel indicador del Puerto de Bujaruelo o Camino de Gavarnie. Este es el camino que cogemos, y que está inequívocamente señalado hasta llegar a los límites de la frontera francesa.
En un momento determinado deberemos estar atentos para no tomar el desvío al Ibón de Bernatuara. También tenemos que tener la precaución de cerrar la puerta del cercado que existe para que no escapen las vacas.
Lo peor de este tramo es la línea de alta tensión que nos acompaña, y que desmerece la preciosa vista al oeste del Valle de Otal, Sierra del Turbón, Sierra Tendenera, etc.
Esta primera parte es de ascenso continuo, pasando por una zona de arbolado frondoso y fresco que echaremos de menos cuando desaparezca. A continuación pasamos por una zona de derrubios procedentes de las laderas del Pico Escusaneta. La senda es cambiante por la acción de los deslizamientos que cada año ocurren con motivo de las lluvias y deshielos, pero a pesar de ello no tiene pérdida.
Llegamos a los prados de la Lapazosa y, desde allí, iniciamos la última cuesta hasta llegar al collado por el que entramos en Francia.
Ante nosotros se abre un gran valle que conduce, por un sendero a su izquierda, a Gavarnie. Esto lo dejaremos para otra ocasión.
Nosotros nos dirigimos a la derecha por una senda clara y de poca pendiente, a la sombra de los Gabietos y el Taillón, en dirección al singular Pico Serradets, hasta llegar a un gran torrente procedente del deshielo del glaciar de la Falsa Brecha. A partir de este momento la senda vuelve a coger cierta pendiente y dificultad. Hay que atravesar el torrente remontándolo, y los bloques son en ocasiones escurridizos. Salvado este punto la senda vuelve a ser sencilla aunque con una pendiente considerable.
Según vamos subiendo, a nuestra derecha vemos la Falsa Brecha y su glaciar, que anticipa lo que tanto ansiamos ver.
Antes de llegar al refugio de Serradets (en eterna reforma desde hace años) contemplamos el impresionante Circo de Gavarnie: Sus paredes verticales, con el contraste de sus neveros blancos y su cascada (la más alta de Europa si excluimos a las noruegas) y el viento meciendo los cabellos de agua que van y vienen. Una escena imborrable.
Pero la visión de la Brecha acapara toda nuestra atención. Gracias a Durandal, y la mano firme de Rolando que la guió, tenemos frente a nosotros la puerta abierta a España entre dos paredes formidables. Una senda sinuosa, con varios tramos con hielo, nos indica el camino. Con paso firme, pero cauto, lo atravesamos sin dificultad hasta llegar al umbral de la Brecha de Rolando. Es una sensación difícil de describir y que todo amante de la montaña habría de sentir.
Nada más atravesar continuamos por la senda que, hacia la izquierda (el Este geográfico) nos conduce a otro lugar significativo: el Paso de los Sarrios. Este está bien equipado con cadenas y que, aunque no es un paso excesivamente difícil, dan seguridad en su recorrido.
Una vez pasado llegamos al Collado de Los Sarrios, entre el Pico Anónimo y el Casco. Desde aquí continuamos por la senda que desciende ligeramente y que está marcada con hitos en dirección Este.
Aunque existe otra senda en la misma dirección que va pegada a la Faja de los Sarrios, y que se continúa con la Faja del Alto, decidimos hacer esta otra porque no está expuesta a la caída de piedras al discurrir separada de los escarpes. Esta senda discurre por una zona kárstica, de ahí que en ocasiones haya que hacer rodeos para salvar los numerosos sumideros y lapiaces. Este tramo es una página de geomorfología dinámica, donde se puede ver el efecto modelador del agua sobre las calizas.
Circulamos entre la cota 2500- 2600, y a lo largo del camino vamos dejando atrás sucesivamente, y a nuestra izquierda, el Casco, La Torre, el pico de la Espalda y toda la cresta que sirve de frontera con Francia hasta llegar al Rincon del Fraile. En este punto iniciamos una ligera subida buscando la senda que anteriormente no quisimos tomar, y que ahora se separa de la pared rocosa. El camino , aunque con algún sube y baja, mantiene un ligero ascenso para pasar por un pequeño collado que deja el Tozal del Fraile a nuestra derecha y entrar en una zona de prados. Siguiendo las señales nos dirigimos a un pequeño escarpe donde hay que hacer una pequeña trepada (grado I +) sin mayor dificultad, de unos 10 metros, para continuar por el sendero que finalmente, y tras cruzar el arroyo que baja desde el Ibón Helado nos deja en el camino que, desde Góriz, conduce a Monte Perdido. Aunque es una zona de antiguos bloques desprendidos, está perfectamente señalizado con numerosos hitos de piedra.
Si el sendero que seguíamos desde la Brecha era claro por la dirección Oeste-Este, el camino que sube desde Góriz resulta también inequívoco Sur-Norte.
Iniciamos el último esfuerzo del día para llegar a nuestro objetivo que no es otro que el Ibón Helado.
La subida es complicada por los múltiples desniveles que hemos de salvar. Unas veces derrubios que dificultan con resbalones la marcha. Otras veces resaltes de piedra por los que hay que trepar. Finalmente las cadenas que nos permiten salvar un corto paso escarpado que complica la presencia de un nevero.
Nuestro esfuerzo recibe la recompensa de llegar a descansar al Ibón Helado. Vigilarán nuestro sueño el Cilindro y el Perdido y, aunque el viento hace fresca la noche, la satisfacción de dormir bajo el cielo estrellado compensa nuestra desazón.
SEGUNDO DÍA
Temprano iniciamos la subida con la intención de no encontrar mucho tránsito. Encaramos la Escupidera por el lateral rocoso de la derecha. Es un recorrido seguro, a pesar de la fuerte pendiente. Al final del tramo rocoso entramos en un canchal muy suelto que complica el último trecho. Tomamos la senda buscando el mejor apoyo que, como una zeta multiplicada, lo recorre hasta dejarnos en la antecima.
Los últimos cien metros hasta la cima son la parte más fácil, quizá por el deseo de llegar y porque la pendiente disminuye.
El día es despejado, y las primeras luces de la mañana nos ofrece una visión difícil de olvidar. Al sur el Valle de Ordesa, el Pico Tobacor o la Sierra Custodia . A levante el valle de Pineta y el Soum de Ramond, y en lontananza se aprecia perfectamente el macizo de la Maladeta. Al norte el glaciar del Perdido y el Ibón de Marboré. A poniente el imponente Cilindro y La Escupidera y toda la cresta de tres miles que termina en la Brecha.
Un espectáculo para los sentidos.
Tras el disfrute de la panorámica iniciamos el regreso por el mismo camino.
A partir de este momento solo tenemos una vertiginosa bajada de 2.000 mts de desnivel.
El primer tramo de este camino es, hasta llegar al refugio de Góriz, el más complicado por la pendiente, los destrepes y la zona de cadena (que el nevero nos obliga a pasar). La senda es clara, a pesar de las numerosas veces que se desdobla buscando atajos o mejor agarre en la pisada.
Una vez en Góriz la pendiente se suaviza considerablemente.
Hasta llegar a la Pradera de Ordesa el camino se convierte en un recorrido amable que solo exige tener buena forma física, salvo la excepción de las clavijas que pueden ser evitadas y bajar por el sendero.
Tras detenernos en el Balcón de Ordesa para contemplar el final del valle en toda su amplitud, optamos por las clavijas para acortar el recorrido que, con las fuerzas mermadas, empieza a hacerse largo. La bajada no es complicada pero exige atención. En caso de tener vértigo es aconsejable bajar por el camino perfectamente señalizado.
Una vez abajo quedamos frente a la espectacular Cola de Caballo.
Desde este momento solo queda seguir el sendero que discurre por la margen derecha del río Arazas hasta llegar a la Pradera, final de nuestra aventura.
Este tramo final puede hacerse muy lentamente para poder contemplar las bellezas naturales de las que Ordesa está colmada: gradas de Soaso, el hayedo, cascada del Estrecho, o la de Arripas...
Hay abundante información sobre Ordesa y Monte Perdido, por lo que me perdonaréis no me haya extendido más en esta última parte del recorrido por el valle.
Espero que tengáis la oportunidad de hacer este bello recorrido y lo disfrutéis tanto como nosotros.
Si estás en el Pirineo puede que alguna de estas rutas te interesen:
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/ordesa-tres-balcones-94188161
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/aneto-de-sur-a-norte-84870057
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/pico-posets-o-llardana-desde-espigantosa-por-ibon-de-llardana-y-forau-de-la-neu-el-encanto-de-la-so-147118028
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/gorges-de-caranca-caminar-sobre-el-agua-140894178
La montaña nos pone a prueba desde el primer momento. Traspasar las fronteras que nos impone se convierte en un reto.
Mi intención, a la hora de pasear a mis tres compañeros de viaje, era la de que coronaran con éxito el Monte Perdido, emblemática cima del macizo calcáreo más alto de Europa. Pero no solo era eso, también deseaba que la ruta fuera atractiva y quedaran "pillados" por la belleza propia del Pirineo Aragonés, y máxime teniendo en cuenta que, para alguno de ellos, era la primera visita. Que les quedara el regusto de haber sido insuficiente y el ansia voraz de regresar.
Creo que mi deseo está plenamente alcanzado: se consiguió el objetivo y las ganas de volver a hollar los senderos pirenaicos es una idea apremiante en ellos.
La ruta se desarrolló en dos días de la siguiente manera.
PRIMER DÍA
Partimos desde el puente situado junto a la ermita de Bujaruelo. Nada más cruzar el río Ara aparece el cartel indicador del Puerto de Bujaruelo o Camino de Gavarnie. Este es el camino que cogemos, y que está inequívocamente señalado hasta llegar a los límites de la frontera francesa.
En un momento determinado deberemos estar atentos para no tomar el desvío al Ibón de Bernatuara. También tenemos que tener la precaución de cerrar la puerta del cercado que existe para que no escapen las vacas.
Lo peor de este tramo es la línea de alta tensión que nos acompaña, y que desmerece la preciosa vista al oeste del Valle de Otal, Sierra del Turbón, Sierra Tendenera, etc.
Esta primera parte es de ascenso continuo, pasando por una zona de arbolado frondoso y fresco que echaremos de menos cuando desaparezca. A continuación pasamos por una zona de derrubios procedentes de las laderas del Pico Escusaneta. La senda es cambiante por la acción de los deslizamientos que cada año ocurren con motivo de las lluvias y deshielos, pero a pesar de ello no tiene pérdida.
Llegamos a los prados de la Lapazosa y, desde allí, iniciamos la última cuesta hasta llegar al collado por el que entramos en Francia.
Ante nosotros se abre un gran valle que conduce, por un sendero a su izquierda, a Gavarnie. Esto lo dejaremos para otra ocasión.
Nosotros nos dirigimos a la derecha por una senda clara y de poca pendiente, a la sombra de los Gabietos y el Taillón, en dirección al singular Pico Serradets, hasta llegar a un gran torrente procedente del deshielo del glaciar de la Falsa Brecha. A partir de este momento la senda vuelve a coger cierta pendiente y dificultad. Hay que atravesar el torrente remontándolo, y los bloques son en ocasiones escurridizos. Salvado este punto la senda vuelve a ser sencilla aunque con una pendiente considerable.
Según vamos subiendo, a nuestra derecha vemos la Falsa Brecha y su glaciar, que anticipa lo que tanto ansiamos ver.
Antes de llegar al refugio de Serradets (en eterna reforma desde hace años) contemplamos el impresionante Circo de Gavarnie: Sus paredes verticales, con el contraste de sus neveros blancos y su cascada (la más alta de Europa si excluimos a las noruegas) y el viento meciendo los cabellos de agua que van y vienen. Una escena imborrable.
Pero la visión de la Brecha acapara toda nuestra atención. Gracias a Durandal, y la mano firme de Rolando que la guió, tenemos frente a nosotros la puerta abierta a España entre dos paredes formidables. Una senda sinuosa, con varios tramos con hielo, nos indica el camino. Con paso firme, pero cauto, lo atravesamos sin dificultad hasta llegar al umbral de la Brecha de Rolando. Es una sensación difícil de describir y que todo amante de la montaña habría de sentir.
Nada más atravesar continuamos por la senda que, hacia la izquierda (el Este geográfico) nos conduce a otro lugar significativo: el Paso de los Sarrios. Este está bien equipado con cadenas y que, aunque no es un paso excesivamente difícil, dan seguridad en su recorrido.
Una vez pasado llegamos al Collado de Los Sarrios, entre el Pico Anónimo y el Casco. Desde aquí continuamos por la senda que desciende ligeramente y que está marcada con hitos en dirección Este.
Aunque existe otra senda en la misma dirección que va pegada a la Faja de los Sarrios, y que se continúa con la Faja del Alto, decidimos hacer esta otra porque no está expuesta a la caída de piedras al discurrir separada de los escarpes. Esta senda discurre por una zona kárstica, de ahí que en ocasiones haya que hacer rodeos para salvar los numerosos sumideros y lapiaces. Este tramo es una página de geomorfología dinámica, donde se puede ver el efecto modelador del agua sobre las calizas.
Circulamos entre la cota 2500- 2600, y a lo largo del camino vamos dejando atrás sucesivamente, y a nuestra izquierda, el Casco, La Torre, el pico de la Espalda y toda la cresta que sirve de frontera con Francia hasta llegar al Rincon del Fraile. En este punto iniciamos una ligera subida buscando la senda que anteriormente no quisimos tomar, y que ahora se separa de la pared rocosa. El camino , aunque con algún sube y baja, mantiene un ligero ascenso para pasar por un pequeño collado que deja el Tozal del Fraile a nuestra derecha y entrar en una zona de prados. Siguiendo las señales nos dirigimos a un pequeño escarpe donde hay que hacer una pequeña trepada (grado I +) sin mayor dificultad, de unos 10 metros, para continuar por el sendero que finalmente, y tras cruzar el arroyo que baja desde el Ibón Helado nos deja en el camino que, desde Góriz, conduce a Monte Perdido. Aunque es una zona de antiguos bloques desprendidos, está perfectamente señalizado con numerosos hitos de piedra.
Si el sendero que seguíamos desde la Brecha era claro por la dirección Oeste-Este, el camino que sube desde Góriz resulta también inequívoco Sur-Norte.
Iniciamos el último esfuerzo del día para llegar a nuestro objetivo que no es otro que el Ibón Helado.
La subida es complicada por los múltiples desniveles que hemos de salvar. Unas veces derrubios que dificultan con resbalones la marcha. Otras veces resaltes de piedra por los que hay que trepar. Finalmente las cadenas que nos permiten salvar un corto paso escarpado que complica la presencia de un nevero.
Nuestro esfuerzo recibe la recompensa de llegar a descansar al Ibón Helado. Vigilarán nuestro sueño el Cilindro y el Perdido y, aunque el viento hace fresca la noche, la satisfacción de dormir bajo el cielo estrellado compensa nuestra desazón.
SEGUNDO DÍA
Temprano iniciamos la subida con la intención de no encontrar mucho tránsito. Encaramos la Escupidera por el lateral rocoso de la derecha. Es un recorrido seguro, a pesar de la fuerte pendiente. Al final del tramo rocoso entramos en un canchal muy suelto que complica el último trecho. Tomamos la senda buscando el mejor apoyo que, como una zeta multiplicada, lo recorre hasta dejarnos en la antecima.
Los últimos cien metros hasta la cima son la parte más fácil, quizá por el deseo de llegar y porque la pendiente disminuye.
El día es despejado, y las primeras luces de la mañana nos ofrece una visión difícil de olvidar. Al sur el Valle de Ordesa, el Pico Tobacor o la Sierra Custodia . A levante el valle de Pineta y el Soum de Ramond, y en lontananza se aprecia perfectamente el macizo de la Maladeta. Al norte el glaciar del Perdido y el Ibón de Marboré. A poniente el imponente Cilindro y La Escupidera y toda la cresta de tres miles que termina en la Brecha.
Un espectáculo para los sentidos.
Tras el disfrute de la panorámica iniciamos el regreso por el mismo camino.
A partir de este momento solo tenemos una vertiginosa bajada de 2.000 mts de desnivel.
El primer tramo de este camino es, hasta llegar al refugio de Góriz, el más complicado por la pendiente, los destrepes y la zona de cadena (que el nevero nos obliga a pasar). La senda es clara, a pesar de las numerosas veces que se desdobla buscando atajos o mejor agarre en la pisada.
Una vez en Góriz la pendiente se suaviza considerablemente.
Hasta llegar a la Pradera de Ordesa el camino se convierte en un recorrido amable que solo exige tener buena forma física, salvo la excepción de las clavijas que pueden ser evitadas y bajar por el sendero.
Tras detenernos en el Balcón de Ordesa para contemplar el final del valle en toda su amplitud, optamos por las clavijas para acortar el recorrido que, con las fuerzas mermadas, empieza a hacerse largo. La bajada no es complicada pero exige atención. En caso de tener vértigo es aconsejable bajar por el camino perfectamente señalizado.
Una vez abajo quedamos frente a la espectacular Cola de Caballo.
Desde este momento solo queda seguir el sendero que discurre por la margen derecha del río Arazas hasta llegar a la Pradera, final de nuestra aventura.
Este tramo final puede hacerse muy lentamente para poder contemplar las bellezas naturales de las que Ordesa está colmada: gradas de Soaso, el hayedo, cascada del Estrecho, o la de Arripas...
Hay abundante información sobre Ordesa y Monte Perdido, por lo que me perdonaréis no me haya extendido más en esta última parte del recorrido por el valle.
Espero que tengáis la oportunidad de hacer este bello recorrido y lo disfrutéis tanto como nosotros.
Si estás en el Pirineo puede que alguna de estas rutas te interesen:
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/ordesa-tres-balcones-94188161
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/aneto-de-sur-a-norte-84870057
https://es.wikiloc.com/rutas-alpinismo/pico-posets-o-llardana-desde-espigantosa-por-ibon-de-llardana-y-forau-de-la-neu-el-encanto-de-la-so-147118028
https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/gorges-de-caranca-caminar-sobre-el-agua-140894178
Waypoints
Mountain pass
8,994 ft
Collado de la Cueva de Casteret
Risk
0 ft
Destrepe
Birding spot
0 ft
Pradera de Ordesa
Intersection
8,514 ft
Subida de canchal para retomar senda superior
Comments (18)
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¡Cómo me gustaría marcar el HE SEGUIDO ESTA RUTA!, pero va a ser que no. Palabras mayores, y requetebién escritas. Para mí, es como leer un libro de aventuras, y es lo que disfruto de mis amig@s wikiloquer@s, que me hacen viajar aunque no esté ni se me espere, y más cuando no consigo ver en ninguna de las fotos asomo de escaleras mecánicas que te lleven al Monte perdido.
Abracicos, lobitos.
Jeje, yo he estado a punto de marcarlo Fran, pedazo de ruta, enhorabuena chicos!! Qué ganas de volver por allí!! Besicos y abracicos a todos!! 😘😘😘
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Information
Easy to follow
Scenery
Very difficult
Hemos hecho este track dos veces en agosto, así que la dificultad en otra fecha con nieve debe ser extrema. Es más, la Escupidera con hielo tiene un índice de accidentes elevado.
En el verano el peligro se suaviza y no creo que debiera tirar para atrás a nadie con una buena condición física y experiencia en la montaña, o al menos acompañado de un experimentado. No hemos necesitado crampones.
Las clavijas del Paso de los Sarrios no entrañan peligro, las de Goritz se pueden evitar si se desea y las que hay cercanas al Ibón, para salvar un nevero son cortas. Es verdad que hay gente que le cuesta cruzarlas, pero es una ruta muy transitada y con mucha variedad de deportistas.
Nosotros dormimos en el Ibón Helado, la temperatura por la noche en agosto baja de 0, así que hay que llevar un buen saco o un saco aceptable y una tienda pequeña porque también puede hacer viento intenso.
La primera vez dormimos sin tienda, la segunda con ella y estuvo mejor.
Muchas rutas que hacen el recorrido de Bujaruelo al Perdido bajan de la Brecha a Goritz perdiendo 800 metros de desnivel, ésta que presenta Paco tiene de bueno que no pierdes esa energía que ya has gastado en llegar a la Brecha. Te pierdes el trasiego de Goritz de noche que parece Magaluf y que a alguno le puede interesar.
Y en cuanto a si subir al Perdido desde Ordesa de forma lineal o de la forma que lo hicimos creo que no hay color: las vistas de Serradets, Circo de Gavarnie, la Brecha, La Plana de Millaris.... hace que la ruta sea una delicia para la vista.
Además, para los que no se fíen de su condición física pueden añadir una etapa y hacerlo en tres días si lo necesitaran.
Supongo que la haré otra vez.
Gracias Fran. La verdad es que es una ruta bonita y agradecida cuando logras culminarla. Nunca digas a nada que no. Tú puedes, pero como dijo el filósofo, tienes otras circustáncias.
Un abrazote.
Viniendo de ti es un honor el piropo, porque sé que conoces el sitio y el esfuerzo que hay que hacer.
Ojala que nos veamos por allí y que, cuando vuelvas la hagáis.
Un beso chispas.
Bueno Gabi. Lo tuyo ha sido una puntualización en toda regla.
La verdad es que el hacerla en verano da unas posibilidades magnificas para el disfrute. También esta bien apuntado que la repetimos, por segunda vez, este año pasado para terminar de perfilarla. Y como bien dices en invierno las condiciones son totalmente diferentes. En verano la dificultad es infinitamente menor. Hace unos siete años Jose y yo intentamos subir un 9 de junio, y la nieve acumulada, y un viento de mil demonios, nos dejó sin la oportunidad de llegar ni tan siquiera al ibón helado. Pero ya nos hemos quitado la espina.
Gracias por tus apuntes y consejos.
Tan bien contada que parece que la he vivido en persona. Gracias Pacofélix por compartirla. Y enhorabuena por todo el trabajo de planificación que lleva detrás. Gabi da fe de lo mucho que disfrutó.
Me has dejado con unas ganas locas de hacerla. Espero que pronto podamos compartir aunque sea un paseíllo por los montes del Sur.
Muchas gracias Airoti.
Estoy convencido de que este año, si el bicho no lo impide y la autoridad lo permite, compartiremos alguna senda por acá o por acullá, y la disfrutarás tanto o más que él.
Un besico.
Expectacular Paco y desde luego una descripción muy detallada. ¡Menuda ruta! ¡estáis hechos unos campeones.
Gracias amigo. Cuanto me gustaría que compartieras algo conmigo por estas tierras de mis ancestros. Comprenderías mi enamoramiento.
Un abrazo.
Doy fe! De esta aventura guiada por Paco felix
Ruta espectacular por el Pirineo Aragonés donde la montaña y el montañero se fusionan en un solo sentimiento !Pura vida!
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Scenery
Moderate
Doy fe! De esta aventura guiada por Paco felix
Ruta espectacular por el Pirineo Aragonés donde la montaña y el montañero se fusionan en un solo sentimiento !Pura vida!
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Easy to follow
Scenery
Very difficult
Es una ruta exigente físicamente y aunque la hicimos en verano nunca pierdes la sensación de que estás a merced de esa gran montaña.
Gracias Josenm y torreguil sé que os gustó y que repetiremos caminos por el Pirineo.
El esfuerzo con amigos se hace más liviano, y la satisfacción del logro aumenta cuando se rememora el objetivo alcanzado.
Un abrazo.
Madre mía Paco... en cuanto armes otra de estas, me apunto... si mi jefe me deja... y mi mujer... y mis hijas... y si tengo dinero... lo único que tengo son fuerzas y ganas. Un saludo y a ver si nos vemos por nuestro montecico coqueto y sencillico.
Gracias Perico.
A ver si todo termina y volvemos con la misma ilusión.
Un abrazo.
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Easy to follow
Scenery
Difficult
Pura montaña.
Me falló la reserva de agua pero los neveros cumplieron su función.
En la zona de los pedregales es complicada y hay que estar atento a los jalones que muchas veces se pierden.
Por lo demás muy bien explicada.
Muchísimas gracias por tu comentario Jacingetor.
Es verdad que es difícil en ocasiones continuar con la visión de los hitos, pero la dirección es inequívoca y siguiendo el trakc no es complicado seguir la ruta perfectamente.
El problema del agua es complicado. Nunca sabes donde puedes encontrarla y el peso de una buena provisión siempre es un inconveniente que hay soportar.
Saludos.